domingo, 18 de marzo de 2018

MUERTE EN LAS ISLAS (Jean-Luc Bannalec)




EL AUTOR

Jean-Luc Bannalec es el seudónimo con que el autor de El misterio de Pont-Aven, que reparte su tiempo entre el sur del Finisterre y Alemania, ha querido firmar, en homenaje a un pueblecito de la Bretaña, su primera novela. Recientemente se publicó en Alemania la segunda entrega del comisario Georges Dupin, y desde la primera semana se colocó en lo alto de las listas de best sellers.

Jörg Bong (1966 en Bonn / Bad Godesberg) era un alemán editor, traductor, crítico literario y escritor. Desde 2008 es director de la editorial S. Fischer Verlag .





Jörg Bong nació en 1966 en Bonn en el casco antiguo de Bad Godesberg . Estudió literatura alemana, filosofía, historia y psicología en la Universidad de Bonn y en laUniversidad Johann Wolfgang Goethe. Fue asistente de investigación para el profesor D r Volker Bohn y Silvia Bovenschen. Obtuvo su doctorado en Frankfurt en el concepto de la imaginación y las cuestiones estéticas entre finales del periodo de la Ilustración y el Romanticismo temprano en la obra de Ludwig Tieck. Desde 1997, Jörg Bong S. Fischer trabaja y vive en Frankfurt am Main. Jörg Bong es también co-editor de la revista literaria Neue Rundschau .

En marzo de 2012, bajo el seudónimo de Jean-Luc Bannalec publicó Bretonische Verhältnisse - Ein Fall für Kommissar Dupin (Un caso para el comisario Dupin), que viene en la lista de best-seller de la revista Der Spiegel. El libro que narra las aventuras del comisario Dupin en Gran Bretaña es un gran éxito en Alemania. Ha vendido más de 250.000 copias. Han rodado una película para la televisión alemana entre Concarneau y Pont-Aven basada en la novela en septiembre de 2013. Esta novela traducida al francés con el título de Verano en Pont-Aven fue lanzado en Francia en abril 2014.

EL LIBRO

  • Nº de páginas: 304 págs.
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • Editorial: GRIJALBO
  • Lengua: CASTELLANO
  • ISBN: 9788425352492



Arenas blancas y aguas turquesa cristalinas: el archipiélago de las Glénan, enfrente de la costa bretona, es lo más parecido a un paraíso tropical... hasta que el mar deposita en una de sus playas tres cadáveres.

Es lo último que le apetece a Georges Dupin esa mañana: tener que salir corriendo sin haber podido tomar su segundo café y meterse en una bamboleante patrullera de la policía, atender al prefecto que le atosiga a llamadas porque un amigo suyo ha desaparecido y no disponer de la menor pista sobre la identidad de los tres cadáveres que han aparecido en una playa de las paradisíacas islas de Glénan.

¿Quiénes eran esos tres hombres? ¿Tal vez víctimas del violento temporal que azotó el archipiélago la noche anterior? Todo apunta a que murieron ahogados, hasta que algo despierta las dudas del comisario.

Mientras Dupin, en su cuartel general del bar-restaurante de la isla de Saint-Nicolas, interroga a los sospechosos, vuelve locos a sus colaboradores y se sumerge en las oscuras historias de los isleños, una nueva tempestad empieza a gestarse.

La serie del comisario Georges Dupin se ha convertido, en apenas tres años, en una de las sorpresas editoriales en Alemania, con 1.000.000 de ejemplares vendidos de sus dos primeros libros #El misterio de Pont-Aven y Muerte en las islas#, una serie de televisión, la publicación en varios países y un renovado entusiasmo por la Bretaña francesa, que ha visto incrementar las visitas de turistas a los escenarios de las novelas.

IMPRESIONES

Muerte en las islas ofrece una acertada síntesis de tradición y novedad en un caso de múltiple asesinato encomendado al comisario George Dupin.  Junto a él  intervienen, por un lado,- el tiránico “Prefecto” local y por otro, colegas de su mismo rango y jóvenes subordinados, novatos de dudosa competencia.
Dupin es un ”poli” veterano. Vive solo, aunque mantiene una lejana relación femenina sin demasiado futuro y se dispone a recibir la inquietante vista de una madre exigente. Su dependencia de la cafeína le obliga a proyectar sus actividades en función de los establecimientos donde la expenden con las suficientes garantías de sabor, calidad y fuerza. Tampoco desdeña el buen yantar, regado con vinos de origen garantizado.  Impaciente, desconfiado e irascible, debía atemperar su carácter que le impulsaba a rechazar las sugerencias de subordinados molestos. Un rasgo de nobleza: cuando se excedía en su mal humor  sabía pedir disculpas al ofendido.
La ambientación escénica de las islas cobra en el relato un especial significado, hasta el punto de influir de forma decisiva en el devenir de los acontecimientos. Los hechos suceden en torno al paisaje privilegiado, mar y tierra de las islas atlánticas francesas situadas frente a las costas de Bretaña. En una de sus maravillosas playas aparecen una mañana los cadáveres de tres personas sin identificar. El comisario se dirige al lugar en la patrullera de la policía.

Vista parcial del archipielago Glenan
A bordo de la veloz patrullera, el comisario no disfrutaba del paisaje ni admiraba los efectos de luces y sombras surgidos entre el mar y una tierra agreste, cada vez  más próxima. En primer lugar le aguardaba  la tarea, siempre ingrata, de informar sobre los tres cadáveres que yacían en la arena. Además, y tal vez lo más importante, era que los niveles de cafeína quedaban muy por bajo de sus necesidades vitales. ¿Dónde y cuándo habría de encontrar remedio a esa carencia?. Las perspectivas resultaban, por el momento, muy dudosas.
Llegados al lugar donde se encontraban los cadáveres, las primeras impresiones fueron negativas. Los cuerpos no llevaban documentos que permitiera una rápida identificación. El forense tampoco se mostraba explícito sobre las causas de la muerte y Dupin necesitaba con urgencia varias tazas de café bien cargado.
Después de localizar el bar restaurante “Les quatre vents” regentado por la señora Nuz y sus hijas, en una isla  de mayor tamaño, estableció el centro de operaciones en el salón-comedor, ya reconfortado por varias tazas de buen café. Las primeras pesquisas no tardaron en dar resultados. Las víctimas fueron identificadas y las circunstancias de su muerte  quedaron aclaradas en los informes que forenses y analistas proporcionaron al comisario gracias a los adelantados medios informáticos, inaccesibles para otros detectives tan famosos como Sherlock Holmes o Hércules Poirot.
Las piezas, con alternativos avances y retrocesos, broncas y disgustos con el señor prefecto y sus inmediatos colaboradores, empiezan a encajar  Dupin analiza datos, reflexiona y obtiene conclusiones…
El novelista alemán, entusiasta de las islas Glénan, Jörg Bong (Berlín,1966) oculto bajo el pseudónimo de Jean-Luc Bannalec ha logrado, con los divertidos episodios del comisario francés George Dupin, un gran éxito editorial. Algunas de sus aventuras han sido llevadas a la pequeña pantalla en una popular serie televisiva.
Muerte en las islas tiene todo lo que se puede esperar de una historia policíaca: un detective astuto con un fuerte instinto y algo que lo diferencia de los demás; un caso que empieza como algo sencillo pero que acaba siendo uno de los más difíciles para el detective; muchos sospechosos que solo colaboran con lo que les interesa y un final inesperado. Esto provoca que la historia sea previsible, puesto que no hay nada en ella que se salga de lo normal.
Lo más destacable del libro son los personajes; cómo son descritos por Dupin, cómo se desarrollan durante la investigación y cómo se diferencian entre sí. En todo momento nos podemos formar una imagen clara de cómo son, psicológica y físicamente, lo cual es de gran ayuda a la hora de entender la historia y los razonamientos de Dupin sobre el caso.

Escuela de vela en la isla de San Nicolas
Otra cosa que cabe destacar del libro es el ritmo en el que avanza la historia. No es demasiado lento, por lo cual la historia es amena y fácil de seguir, pero tampoco es demasiado rápido, lo que nos permite entender bien todo lo que pasa y hasta deducir algunas cosas al mismo tiempo que Dupin.
Pese a esto, el final podría considerarse algo brusco; aunque todo lo que va averiguando el comisario vaya encajando a un ritmo perfecto, la forma en la que atrapan al culpable es, en mi opinión, decepcionante.
Resumiendo, “Muerte en las Islas” es una novela policíaca cuya historia no difiere mucho de cualquier otra de este género, pero en la que cabe destacar sobre todo lo bien trazados que están los personajes, que son sin duda el punto fuerte de esta novela.
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