lunes, 17 de junio de 2013

LIBROS QUE HE LEIDO: UNA HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL QUE NO VA A GUSTAR A NADIE (Juan Eslava Galan)



EL AUTOR

Juan Eslava Galán (Arjona, Jaén, 7 de marzo de 1948) es un escritor español del género histórico, tanto de ficción como de no ficción. Ha publicado algunas novelas bajo el seudónimo de Nicholas Wilcox.




Hijo de olivareros, estudió en los colegios de Arjona hasta que, al cumplir los diez años, su familia se trasladó a Jaén para proseguir el bachillerato. Estos primeros años de estudios quedaron plasmados en su novela Escuela y prisiones de Vicentito González.
Cursó Filosofía y Letras en la Universidad de Granada, licenciándose en Filología Inglesa, y luego realizó un viaje al Reino Unido con el objetivo de ampliar sus estudios. Allí estuvo viviendo en Bristol y Lichfield, y fue alumno y profesor asistente en la Universidad de Aston, Birmingham.

A su regreso obtuvo una cátedra de Instituto de Bachillerato y, posteriormente, se doctoró en la Universidad de Granada con una tesis sobre Poliorcética y fortificación bajomedieval en el reino de Jaén. Miembro del Instituto de Estudios Giennenses.

Su novela más conocida es En busca del unicornio, que ganó el Premio Planeta en 1987, impulsando notablemente su carrera literaria.

Se declara un apasionado de la Edad Media, como puede verificarse fácilmente por la temática de su obra. Su bibliografía comprende más de cincuenta libros y ensayos, entre los que destacan sus muy irónicas Historia de España contada para escépticos o El catolicismo explicado a las ovejas, entre otros muchos títulos.

Autor realmente prolífico, puede publicar al año dos novelas además de libros de otros géneros. Tanto como novelista como historiador y ensayista hace gala de un particular sentido del humor, a veces satírico.

Como narrador, opta por los géneros de la novela histórica, la fantasía y el misterio. Entre las primeras destacan especialmente En busca del unicornio, ambientada en el reinado de Enrique IV el Impotente, valiéndose de una prosa de regusto medieval; El comedido hidalgo, que refleja con ecos cervantinos la España de fines del siglo XVI, o La mula y Señorita, cuyas tramas se desarrollan durante la Guerra Civil Española. Además, bajo el pseudónimo de Nicholas Wilcox, que es más bien un heterónimo con fotografía falsa incluso, ha escrito varias novelas que él mismo no duda en calificar como de estilo best-seller. Fue creado en un principio por el miedo a defraudar a sus lectores, pues el estilo y la narración de las novelas de Wilcox son realmente muy diferentes a las de Eslava Galán; no obstante, actualmente cuenta con una legión de seguidores.

Su libro reciente de mayor éxito es Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie, que narra los sucesos más relevantes del conflicto fraticida español de un modo a medio camino entre la crónica periodística y la novela histórica.

Ha merecido importantes galardones por sus obras.

Casado, tiene dos hijas.

EL LIBRO

La guerra civil española como no la ha contado nadie. ¿Otro libro sobre la Guerra Civil? Pues sí, otro, pero con una diferencia: no marea con datos innecesarios y relata por derecho lo ocurrido en aquellos tres años de locura homicida sin catequizar sobre quiénes eran los buenos y quiénes eran los malos. Eso, que el lector lo decida.

No es una novela, porque todo lo que cuenta ocurrió (incluso las menudas historias que espantan o que mueven a risa), pero se lee como una novela y pretende instruir deleitando. Por eso está escrita en el tono que ya usó el autor en su Historia de España contada para escépticos. El lector acompaña a un joven general, Franco, que tacita a tacita se labra un porvenir y nos lo labra, de paso, a cuarenta millones de españoles, pero también acompaña a muchos ciudadanos anónimos a los que la guerra marcó para siempre.

 

IMPRESION PERSONAL

Hay que reconocer, de entrada, el acierto del título como reclamo: ante la proliferación actual de libros que abordan aspectos concretos de la guerra civil o que escarban en sus antecedentes y en su larga estela, una obra que se presenta así desde la portada llama la atención.

Pero conviene ponderar qué hay de exactitud en ese título para que el lector sepa lo que va a ofrecerle. La aproximación que efectúa Eslava Galán no gustará a los historiadores profesionales, porque falta el rigor científico que éstos exigirían. No se trata de que la obra esté mal documentada -que no lo está, en general- sino que abunda en explicaciones primarias, con una fuerte carga de protagonismos personales. Entiéndase esto como simple aviso, y no como valoración negativa a priori, porque ésa es una decisión del autor, que no pretende competir con el analista académico ni dirigirse a una elite: no es una historia para aulas, sino para el gran público.

Asumida esa premisa, es de justicia admitir que el autor conoce perfectamente su oficio: aquí podrá encontrarse una narración vibrante, plena de ritmo, trufada de diálogos más o menos fidedignos, con una estructura de capítulos breves que, más que leerse, se devoran. No es sólo cuestión de amenidad, sino de la habilidad para llegar al lector con la pincelada sentimental, el detalle cómico en momentos dramáticos y la crueldad omnipresente. Eslava Galán, sin necesidad de subrayados groseros, sabe transmitir la angustia y desolación del momento, hasta el punto de que esa sintonía con el latido humano de la contienda es el hilo conductor más evidente de su mirada.

Volviendo al título, puede producirse un cierto equívoco sobre la originalidad de la obra. No se trata tanto de esto último -el autor sabe que ante un episodio tan trillado el margen es muy reducido- cuanto de una decidida equidistancia al examinar los bandos en liza: de ahí la boutade de no satisfacer a nadie. Eslava habla de la brutalidad de Franco y su camarilla, pero también de las sacas y paseos en las ciudades leales; de la matanza de Badajoz, pero asimismo de los fusilamientos de Paracuellos; de las violaciones de los moros, pero sin olvidar que curas y monjas sufrían vejaciones y hasta la muer-te en zona republicana tan sólo por ser religiosos. Los hunos y los hotros, que decía Unamuno.




Convendría terminar con una somera reflexión sobre la oportunidad de esta obra en los momentos que vivimos. Nunca nos ha abandonado la tentación de exonerar a los considerados nuestros y responsabilizar a los otros al atribuir responsabilidades por aquella contienda, pero ahora reverdece esa tendencia: frente al sectarismo y la manipulación, nunca está de más recordar que la carga nos compete a todos. Ni aquello fue una República modélica, ni irreprochable fue el comportamiento de quienes decían defenderla ni, una vez desencadenada la guerra, todos los antifascistas eran demócratas. Por otra parte, la sublevación no fue inevitable, ni un puñado de militares tenía la misión providencial de salvar la patria, ni esto último podía significar, como se hizo, el exterminio del oponente. Tampoco es cierto que la guerra civil empezara en 1934 (¿por qué no en el 32 con la sanjurjada?). Por todo ello, frente a la parcialidad y la mistificación, sea bienvenido un libro como éste, aunque “no guste a nadie”. Seguro que tendrá miles de lectores que asentirán en silencio
En línea con lo anterior, si alguien busca una obra de referencia sobre la Guerra Civil, repleta de datos, detalles de la política o las acciones militares, etc, puede olvidarse de este libro. Ahora bien, si lo que quiere es tener una buena visión general de nuestro conflicto civil con un texto relativamente corto y que se lea con interés, que resulte ameno y hasta entretenido (si se puede hablar de entretenimiento cuando se tratan hechos tan trágicos), entonces este libro es ideal.

En la obra, Eslava Galán utiliza el presente histórico a lo largo de todo el texto para zambullir al lector en la historia que está contando, que se convierte así casi en una novela. Esto lo refuerza con la inclusión de multitud de declaraciones y anécdotas de protagonistas de la historia, insertadas en el texto a veces como si se tratara de diálogos entre personajes. Todo ello, por supuesto, sin perder el rigor, y manteniendo a lo largo de todo el texto una notable imparcialidad hacia ambos bandos (o dicho de otra forma… pone a parir a ambos por igual, no deja títere con cabeza). El resultado es que el libro se lee de un tirón y no sólo eso, sino que consigue que el lector llegue a comprender lo que sucedía sin necesidad de grandes detalles; al igual que “una imagen vale más que mil palabras”, a menudo una anécdota o una frase de un testigo bien elegidas, valen más que decenas de páginas de descripciones y datos. En este sentido, el autor lo borda.

Eslava Galán mezcla en el texto las descripciones neutrales con las críticas ácidas, la ironía, el sarcasmo, las notas trágicas, y hasta pequeñas notas de humor. Todo ello bien combinado consigue lo que decía: una magnífica obra de divulgación para los que no sean expertos en esta parte de nuestra historia (esos buscarán algo más). Para mí, un libro magnífico, que casi debería ser de lectura obligada para los estudiantes de secundaria.

lunes, 10 de junio de 2013

LIBROS QUE HE LEIDO: SOMBRAS Y LUCES (Jonathan Rabb)



EL AUTOR

Jonathan Rabb es un escritor y analista político estadounidense conocido, sobre todo, por su serie de novelas de género negro ambientadas con gran detalle a principios del siglo XX, entre las que habría que destacar títulos como Rosa y Sombras y luces, ambas protagonizadas por el detective Nikolai Hoffner.



Jonathan Rabb se graduó en la Universidad de Yale. Es doctor en Teoría Política por la Universidad de Columbia y durante dos años ha impartido clases sobre el pensamiento político moderno en la Universidad de Columbia.  Tanto "El señor del Caos", su primera novela, como "La conspiracion de los herejes" fueron traducidas a numerosos idiomas, siendo muy bien acogidas por la crítica y el público de diversos países.

EL LIBRO

A finales de los años veinte, el cine alemán supera en calidad a cualquier otro. Los actores y los directores reciben el apoyo incondicional del Estado, que financia los mejores estudios del mundo: los de la UFA. Berlín vive una época dominada por el esplendor del expresionismo y una agitada vida nocturna, mientras el nazismo asciende al amparo de una durísima crisis económica. En este apasionante contexto, un importante productor de cine perteneciente a la familia Thyssen aparece muerto. Con la ayuda del mítico director de cine Fritz Lang (que se recupera del fracaso de Metrópolis) y del líder del mayor sindicato del crimen berlinés, el detective Nikolai Hoffner se sumergirá en las cloacas de la decadente República de Weimar. En la investigación hallará misteriosas actrices que aspiran a convertirse en las nuevas Greta Garbo, productores con oscuros intereses y un desenlace inesperado, que influirá decisivamente en el futuro de Europa.

IMPRESION PERSONAL

La época en la que se ambienta esta apasionante intriga, la Alemania de entreguerras, no es precisamente un período con el que esté en exceso familiarizado, más allá de ciertos aspectos generales y, como no podía ser de otra forma, principalmente como escenario o ambientación de la acción de otras novelas o películas. Acaso también porque, cuando se habla de Alemania en el siglo XX dentro del contexto histórico, lo más común es ir a parar siempre al mismo punto: el Tercer Reich, el nazismo, la Segunda Guerra Mundial, Hitler, los campos de concentración... aunque también, si bien quizá en menor medida, la Gran Guerra e incluso la época de la Guerra Fría y el Berlín dividido en dos por el Muro. Todos ellos grandes escenarios para toda clase de historias, especialmente si lo que se busca es un componente de acción bélica y espionaje, pero también cuando de lo que se trata es de remover conciencias y de recordar eso de que olvidar la Historia es estar condenado a repetirla.

Palacio de la Policia en la Alexanderplatz, Berlin


No faltan en la novela de Rabb ninguno de esos ingredientes, por más que la acción sea post y pre-bélica, viéndose enriquecido además el guiso final por los elementos propios de un Berlín que se debate entre el renacer y la decadencia, donde los efectos de la crisis originada por el Tratado de Versalles y las obligadas indemnizaciones de guerra se contraponen a una desenfrenada vida nocturna y donde, por encima de todo, y de forma ominosa pero implacable, se abre camino el monstruo futuro del nazismo y su persecución a los judíos.
 
En este escenario es donde se desarrolla la investigación de lo que en principio podría haber sido un caso de suicidio, acaso un asesinato, en una trama de progresiva complejidad que encierra mucho más de lo que a simple vista parece; un misterio muy cinematográfico, tanto por la presencia de algunas figuras relevantes del séptimo arte como Fritz Lang (por cierto que su importancia para la historia, si bien clave, se exagera un poquito en la sinopsis) o Peter Lorre y el papel vital de la UFA en el caso, como por la naturaleza del verdadero objeto de deseo de los implicados en el mismo, que gira en gran medida en torno a la histórica batalla, más que carrera, por conseguir los primeros el logro del cine sonoro, cuyas implicaciones propagandísticas son también parte importante de tal lucha.
 
Claro homenaje al cine como es en gran medida este "Sombras y Luces", si bien es posible que tal cosa sea algo circunstancial, tan importante era la industria cinematográfica en la Alemania de la época, a tal punto que la UFA era la verdadera y única competidora de Hollywood en Europa, no faltan las referencias al género en esta novela: "El Cantor de Jazz" de Al Jolson, la aventura americana de Ernest Lubitsch, un joven Peter Lorre que da sus primeros pasos en el teatro... Pero, sin la menor duda, no hay mayor homenaje que el que en ella se rinde a Fritz Lang y sus películas de la época alemana, especialmente a "Metrópolis", a la que se etiqueta incluso como causante en gran medida de los problemas económicos de los grandes estudios alemanes.
 
Así, el director se convierte aquí en algo más que un mero personaje secundario, y algunos de los sucesos de su vida, con especial referencia a sus dos primeros matrimonios, forman parte de la urdimbre que Rabb utiliza para tejer su compacta trama. Empezando por un asesinato, el de Thyssen, cuya escenificación guarda un notable paralelismo con la muerte de su primera esposa, al menos según la visión que de tal suceso nos ofrece el autor en su novela. En efecto, Lisa Rosenthal muere por un disparo de su propio revólver el 25 de septiembre de 1920; se supone (y que se trate de una suposición es clave tanto en la ficción como en la realidad) que se quitó la vida espontáneamente después de haber sido testigo de la aventura de su marido con la que se convertiría dos años más tarde en su segunda esposa, Thea von Harbou, quien colaboraría a partir de ahí con él como guionista, en grandes películas como las dos partes del Doctor Mabuse (1922, 1932).
 
 
Fritz Lang y Thea Von Harbou
 
Una frau von Harbou que también se convierte a su modo, y quizá en mayor medida que su marido, en personaje fundamental de esta novela, especialmente por su marcada inclinación política en favor del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán; una de las causas, por cierto, que terminarían precipitando su separación de un Lang de ascendencia judía e ideología claramente opuesta. Curiosamente (aunque para entender del todo el uso de ese adjetivo, precisamente, hay que leerse esta novela) Thea terminaría sus días en el mundo del cine en el área de sincronización del sonido de películas extranjeras.
 
Fue precisamente junto a ésta, su segunda mujer, que Lang visitó Nueva York y los principales estudios cinematográficos de Hollywood. La experiencia probablemente inspiró la estética de rascacielos de su película más famosa, que se estrenó en 1927, el ya mencionado clásico de ciencia ficción "Metrópolis", cuyo guión también es fruto de la colaboración del matrimonio y que de hecho está basado en una novela de la propia von Harbou de 1926. Considerada como uno de los máximos exponentes del expresionismo alemán en las artes cinematográficas, esta distopía urbana futurista cuenta con la distinción de ser uno de los dos únicos filmes considerados "Memoria del Mundo" por la Unesco (el segundo filme es "Los Olvidados" de Luis Buñuel)
 
En 1933 con la toma de poder de los nazis, el ministro de cultura Goebbels (aunque quizá sería mejor decir ministro de propaganda e ilustracion popular, que tal era el nombre del cargo), ofreció a Lang en una reunión privada y tras confesarse admirador suyo, hacerse cargo de los estudios UFA. Esto hace que el realizador abandone Alemania esa misma noche en un tren a París, marchándose sin dinero y dejando atrás a su mujer.
 
Y lo cierto es que, hablando de cine, acaso lo suyo habría sido dedicar también un apartado al tema de los primeros pasos del cine sonoro, que tan crucial resulta como tema en esta novela. Sin embargo, y merced al buen trabajo realizado por Rabb, he descubierto que este es un tema realmente rico y complejo, plagado de detalles y tecnicismos que a mí se me escapan, que más daría para una tesis que para un breve comentario. Así que baste con decir que ciertamente fue una lucha tan tenaz como apasionante, y que no todo en cine tiene porque venir necesariamente de la así llamada "Meca" del ídem, pues incluso con los remakes hoy día se sigue demostrando que, si bien tampoco es que sea regla general, en Hollywood se les da más que bien lo de copiar, adaptar o aprovechar buenas ideas ajenas.
Estudios UFA en Babelsberg, en las afueras de Berlin
 
 
Y para descubrir el misterio dentro del misterio, y las motivaciones ocultas detrás de lo aparente, ningún maestro de ceremonias mejor que el kripo Nikolai Hoffner, el perfecto héroe anti-héroe. De lengua casi tan afilada como su ingenio, nuestro protagonista es uno de esos personajes que destacan por su carisma y personalidad tanto como por su humanidad. Hijo de madre rusa (de ahí el nombre) y judía, para más señas; viudo a consecuencia de su trabajo; padre de un hijo que hace algo más que flirtear con el nazismo y al que hace ocho años que no ve, y de otro más que a sus dieciseis años se nos revela como digno sucesor de su padre en lo que a agudeza y encanto se refiere (de mis personajes favoritos) y que se ve involucrado en el caso por su trabajo en la UFA, Hoffner está lejos de ser a pesar de sus cualidades el policía perfecto, y lo veremos equivocarse más de una vez a lo largo de las páginas de esta novela, en las que también conoceremos de su amistad con oscuros criminales y sus problemas con las mujeres.
 
Porque, por supuesto, no podía faltar en esta historia una mujer fatal, en la mejor tradición de las historias de género negro ambientadas en los años veinte... y así nuestro Marlowe o Spade particular se ve acompañado en su periplo por la enigmática Leni, una americana que trabaja para la Metro Goldwin Mayer, si bien la auténtica naturaleza de su trabajo es un tanto confusa, sino ya oscura, pues en esta novela, y haciendo honor a su título, ciertamente hay tantas sombras como luces.
 
Otro buen personaje en un buen libro en el que estos se caracterizan por su solidez, si bien quizá su rasgo más destacable es la viveza y agilidad de sus diálogos, al servicio de una historia tan amena como profunda y que, ciertamente, rinde honor al género negro en todas sus vertientes. En definitiva, la perfecta combinación de Historia y misterio en una trama que respeta en todo momento la inteligencia de sus lectores no poniéndoles las cosas excesivamente fáciles, y que mantiene el interés con sus giros argumentales. Lo que menos me ha gutado del libro es el desarrollo de la propia historia en sí. Si bien, como hemos dicho, la ambientación y los personajes están perfectamente conseguidos, el autor permite que el lector se pierda un poco en el desarrollo de la trama, convirtiéndose ésta a veces en incoherente, confusa y un tanto prolija.
 
ACTUALMENTE LEYENDO:  UNA HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL QUE NO VA A GUSTAR A NADIE  (Juan Eslava Galán)