EL AUTOR
Sonia Fernández-Vidal es doctora en óptica e información cuántica por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Ha trabajado y colaborado en los centros más importantes del mundo: Organización Europea por la Investigación Nuclear (CERN), el Laboratorio Nacional Los Álamos (LANL) y el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), entre otras instituciones. Ha combinado la investigación con otra de sus pasiones, la docencia, tanto en la Universidad como en centros para adultos. Sonia es escritora y divulgadora científica y tiene como objetivo el hacer de la ciencia algo divertido, apasionante y fácil de entender. También ha publicado dos exitosas novelas juveniles, La puerta de los tres cerrojos, traducida a más de once idiomas, y Quantic Love.
Francesc Miralles es escritor, traductor, compositor y periodista especializado en espiritualidad. Escribe en El País Semanal y en las revistas Mente Sana e Integral, y es autor junto a Álex Rovira de los libros de ensayo El laberinto de la felicidad, traducido a más de doce idiomas, Un corazón lleno de estrellas y El mapa del tesoro. Su último libro publicado es La dieta espiritual.
EL LIBRO
- Formato: EPUB - DRM
- Editorial: DEBOLSILLO
- Lengua: CASTELLANO
- Año edición: 2013
- ISBN: 9788401346750
Si decides aventurarte a navegar entre estas páginas, descubrirás un universo tan maravilloso como desconcertante. La teoría cuántica es una de las más bellas y asombrosas de la ciencia. Las reglas que sigue son alocadas en comparación con nuestro día a día. Son antiintuitivas. Al adentrarnos en el mundo cuántico se ponen en jaque nuestras creencias sobre la realidad, y también las de nuestra realidad cotidiana.
Sonia Fernández-Vidal, escritora y doctora en Física Cuántica, y Francesc Miralles, escritor y periodista, nos invitan a un divertido desayuno al que también asistirán Newton, Einstein, Heisenberg y otros célebres físicos de la historia. Entre magdalenas, tostadas, café con leche y zumos de naranja, emprenderemos un fascinante y revelador viaje a los orígenes del universo y aprenderemos para qué sirve un acelerador de partículas, qué es la partícula de Dios, cómo las cosas pueden estar en dos sitios a la vez... e incluso trataremos de comprender los misterios de la existencia.
IMPRESIONES
Libros de divulgación científica sobre física cuántica hay muchos, pero reconozco que Desayuno con partículas, de Sonia Fernández Vidal y Francesc Miralles (Plaza y Janés, 2013), me ha sorprendido muy gratamente. Sonia y Francesc nos presentan los secretos de la física de partículas como si fuera una novela donde ellos son los protagonistas. Usando un tono desenfadado y, sobre todo, divertido, Desayuno con Partículas es una magnífica introducción a la mecánica cuántica para cualquier persona que nunca se haya atrevido a adentrarse en los misterios de esta desconcertante rama del conocimiento.
No se trata de un ensayo convencional ni de una obra de ficción. O mejor dicho, es ambas cosas y ninguna de ellas. El libro está muy bien escrito y se lee de un tirón, a lo que ayudan las numerosas ilustraciones y cuadros con información adicional. Desayuno con partículases una primera aproximación a la física cuántica para neófitos, pero también lo recomiendo para todos aquellos que ya posean algún conocimiento sobre el tema. La original forma de abordar conceptos como la dualidad onda-partícula, el principio de indeterminación o el principio de superposición, hace que valga la pena su lectura aunque seas físico. Personalmente, he echado de menos que los autores dedicasen algo más de espacio al entrelazamiento cuántico o a los ordenadores cuánticos, pero entiendo que son temas complejos difíciles de abordar en una obra como esta.
Un libro que invita a personas sin especial preparación científica a adentrarse en la Mecánica cuántica parecerá atrevido. Esta impresión se acentuará más aún cuando en el capítulo 0 nos muestran que van en serio, que empiezan a explicarnos la diferencia entre la física clásica y la física moderna; entre la teoría de la relatividad y la teoría cuántica; cómo las partículas “…pueden aparecer de la nada, estar en dos sitios al mismo tiempo, comportarse como onda o corpúsculo dependiendo de cómo se la mire, atravesar paredes, compartir conexiones fantasmas a pesar de estar separadas, y muchas otras extravagancias”
Menos mal que Richard Feynman dijo: “No tomen todo esto de manera solemne… ¡Relájense y disfruten! Simplemente vamos a hablar sobre el comportamiento de la naturaleza…Nadie sabe cómo la naturaleza puede comportarse de este modo… ¡Nadie ‘entiende’ la mecánica cuántica!”
La palabra “cuántica” nace en 1900, cuando Max Planck descubre que la radiación se estaba saltando todas las leyes físicas conocidas hasta entonces: los electrones en vez de radiar o perder energía suavemente, lo hacen en pequeños paquetes indivisibles de energía que él llamaría “cuantos”.
Uno de los pilares de la física clásica a principios del siglo XX era que “cualquier cosa podía estar formada o bien por ondas o bien por partículas, pero no por ondas y partículas”. Primero la luz, por medio de los ensayos de Thomas Young, y después los electrones, mediante las teorías del Príncipe de Broglie, se mostraron como ondas y partículas a la vez. Los “cuantos” de luz introducidos por Albert Einstein fueron posteriormente denominados fotones.
Lo que pone en entredicho la física cuántica es nuestro concepto de realidad que transmuta en el de posibilidad. No existe una sola realidad, sino muchas posibles que, además, pueden convivir en el tiempo y en el espacio, y que colapsan ante la presencia del observador que, además, no puede elegir el resultado.
“Lo que pone en entredicho la física cuántica es nuestro concepto de realidad que transmuta en el de posibilidad.
Nuestro pensamiento no duda que los objetos circulan por la izquierda o por la derecha, están o no están, están aquí o están allí, etc. La teoría cuántica lo pone en cuestión mediante el principio de superposición, según el cual todas las posibilidades existen al mismo tiempo: derecha e izquierda, vivo y muerto, aquí y allá… La anécdota más conocida al respecto es el gato de Schrödinger que estaba dentro de una caja vivo y muerto. Pero si alguien hubiera abierto la caja, habría encontrado al gato vivo o muerto. Esto es así porque la superposición funciona hasta que alguien observa el objeto superpuesto. El simple hecho de mirar neutraliza la superposición. A eso se llama colapso(se determina una de las posibilidades) de la superposición. Un humano no puede ver dos posibilidades a la vez.
La mecánica cuántica describe algún otro fenómeno difícil de comprender como es la existencia de partículas entrelazadas que, aunque las separes, cuando hacemos algo a una de ellas, la otra lo siente al instante. A pesar de haberlas separado siguen conectadas. Eso significa estar entrelazadas. Otro fenómeno es la pérdida de las propiedades cuánticas al pasar del mundo microscópico al macroscópico. A esta transición del mundo microscópico, en el que sobreviven los estados cuánticos, al mundo macroscópico, donde se pierden esas propiedades se llama decoherencia.
El gran mérito de este libro para una persona sin especial preparación científica es que a través de anécdotas, situaciones fantásticas y relatos divertidos, pero sin perder de vista su objetivo de explicar el fenómeno cuántico, nos va mostrando esos conceptos que he relatado, y otros que dejo que descubra el interesado lector, de una manera lo bastante clara para que, dentro de la dificultad que implica la mecánica cuántica, el lector pueda comprender la importancia de lo cuántico en la evolución científica del siglo XX, el comportamiento de la naturaleza y los avances técnicos inducidos por ella, tales como las células fotoeléctricas, el láser, el transistor, los chips o la resonancia magnética.
“En algún lugar, algo increíble espera ser descubierto”, dijo Carl Sagan. Sonia y Francesc nos recuerdan con este libro la belleza de esa aventura del conocimiento que es la ciencia. Si nunca has leído una obra de divulgación sobre física cuántica, no te puedes perder Desayuno con partículas.
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