jueves, 26 de septiembre de 2013

LIBROS QUE HE LEIDO: RIO DE TINIEBLAS (Rennie Airth)



EL AUTOR

REPÚBLICA SUDAFRICANA (1935- )
 
Inició su carrera como corresponsal en el extranjero para la agencia Reuters en países como Bélgica, Suiza y Vietnam. Tras diversas experiencias en el cine y la literatura, dio un giro en su trayectoria al encontrar entre los papeles de su familia un álbum de fotografías de la Primera Guerra Mundial. Este hallazgo le movió a escribir un thriller que tuviera como personaje central a un hombre marcado por los horrores de dicha guerra: el inspector John Madden.
 
 
 
Rennie Airth ha escrito hasta el momento tres novelas protagonizadas por el inspector Madden, siendo Río de tinieblas la primera de ellas. Con esta obra obtuvo el prestigioso GRAND PRIX DE LLTTERATURE POLICIÈRE francés en 2004. Actualmente vive y trabaja en Cortona, Italia

EL LIBRO

En 1921, en una mansión solariega de Surrey se produce un terrible descubrimiento: aparecen los cuerpos ensangrentados del coronel Fletche, su esposa y dos empleadas de la casa. Todos han sido salvajemente apuñalados, y elhecho de que no haya desorden en la residencia parece indicar que el ataque se produjo a una velocidad escalofriante. La policía de Surrey está dispuesta a dar por cerrado un caso que cataloga de asalto con violencia, pero el inspector John Madden de Scotland Yard, llegado de Londres para hacerse cargo del caso, tiene otra visión de los hechos. El inspector es un hombre duro que estuvo en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, y vive marcado por los recuerdos de aquellos años y por una terrible tragedia familiar. Madden descubre que estas muertes responden a un ritual preciso y metódicamente ejecutado, lo que le lleva a pensar que estos crímenes son obra de un psicópata que volverá a atacar..., algo que efectivamente sucede a los pocos días. El único testigo de la tragedia es una niña, que se encuentra en estado de choque y ha sido puesta bajo la custodia de la doctora Helen Blackwell, amiga de la familia asesinada. El testimonio de la niña se reduce a un enigmático dibujo, a partir del cual el inspector Madden iniciará la compleja investigación de estos asesinatos. En Río de tinieblas, Rennie Airth ha conseguido unir el ambiente y la atmósfera de las novelas policíacas clásicas y de misterio con la tensión y el realismo del thriller moderno. Hábil mezcla que ha llevado a la crítica a señalar que esta novela es como «el silencio de los corderos en el mundo de Agatha Christie».

IMPRESION PERSONAL

La obra está perfectamente ambientada, e incluso documentada, y al leerla a uno le cuesta creer que fuese escrita en 1999. Es tal su realismo, el modo en que ha respetado las formas, que uno cree estar leyendo una obra de Agatha Christie, pero mejor. Incluso uno de los personajes lleva el nombre de la primera novela de la famosa escritora.

Folkestone, en el condado de Kent, de donde salían las tropas británicas a luchar en la Primera Guerra Mundial

Acostumbrados como estamos a que las obras que mencionan las Guerras Mundiales lo hagan especialmente con la Segunda, es de agradecer una que, aunque no sea de lleno, trate la que fue conocida entonces como la Gran Guerra, para mi gusto, mucho más interesante. Así, el autor proporciona detalles sobre las
trincheras, costumbres militares, y horrores de los escenarios de batalla, pero todo en un segundo plano, sin olvidar en ningún momento la trama principal: el thriller policíaco.

Pero es que, además, dicha trama es magnífica. Intriga, suspense y
tensión desde la primera hasta la última página, uno de esos libros que eres incapaz de dejar y que, a las tres de la mañana, a duras penas logras cerrar con la esperanza de volver a cogerlo al día siguiente, en el primer instante libre, para terminarlo. Y mientras tratas de dormirte, continúas navegando por sus páginas, rememorando los detalles, los personajes, las escenas...

No es de ese tipo de novelas en las que uno no sabe quién es el asesino hasta el final. No, conocemos su nombre, sus pensamientos y anhelos, cómo se mueve y hacia dónde se dirige. Asistimos a los acontecimientos desde su
visión, y el contrapunto de los investigadores. Y, a pesar de ello, esa “falta de misterio” en cuanto a su identidad no le resta a la novela ni un ápice de intriga.

Bosque en el condado de Surrey, donde trasncurre gran parte de la accion


En el
proceso de investigación nos encontramos con las limitaciones de la época, que deduzco el autor ha tratado con rigor. En nuestros días estamos acostumbrados a oír hablar de pruebas de ADN, reconstrucción de escenarios, el AFIS, el escáner y un sinfín de técnicas
(la serie CSI nos mantiene al día). En cambio, en la década de los años 20 del siglo pasado, dichos adelantos no existían. Una de las cosas que más me han llamado la atención, por poner un ejemplo fácil, es que los policías no disponían de coches oficiales en la mayoría de los casos. Debían desplazarse en tren, en taxi o caminando, y sólo en contadas ocasiones el Departamento les suministraba un vehículo para desplazarse.

Además, el libro está escrito con una prosa elegante y cuidada, un placer para la mente. Y cuenta con el extraño don de sumergirte con una facilidad pasmosa en el ambiente, de casi codearte con los personajes, algo que no acostumbro a encontrar.

ACTUALMENTE LEYENDO:  DANZA DE TINIEBLAS  (Eduardo Vaquerizo)

lunes, 23 de septiembre de 2013

LIBROS QUE HE LEIDO: PAISAJE DE OTOÑO (Leonardo Padura)



EL AUTOR

Leonardo Padura Fuentes (La Habana, 1955) es un novelista y periodista cubano, conocido especialmente por sus novelas policiacas del detective Mario Conde. El Gobierno de España concedió en 2011 la ciudadanía de ese país a Padura, quien sigue viviendo en Cuba.

Nacido en el barrio de Mantilla, hizo sus estudios preuniversitarios en el de La Víbora, de donde es su esposa Lucía; naturalmente, estas zonas de La Habana, muy ligadas espiritualmente a Padura, se verán reflejadas más tarde en sus novelas. Padura estudió Literatura Latinoamericana en la Universidad de la Habana y comenzó su carrera como periodista en 1980 en la revista literaria El Caimán Barbudo; también escribía para el periódico Juventud Rebelde. Más tarde se dio a conocer como ensayista y escritor de guiones audiovisuales y novelista.



Su primera novela —Fiebre de caballos—, básicamente una historia de amor, la escribió entre 1983 y 1984. Pasó los 6 años siguientes escribiendo largos reportajes sobre hechos culturales e históricos, que, como él mismo relata, le permitían tratar esos temas literariamente.  En aquel tiempo empezó a escribir su primera novela con el detective Mario Conde y, mientras lo hacía, se dio cuenta "que esos años que había trabajado como periodista, habían sido fundamentales" en su "desarrollo como escritor". "Primero, porque me habían dado una experiencia y una vivencia que no tenía, y segundo, porque estilísticamente yo había cambiado absolutamente con respecto a mi primera novela", explica Padura en una entrevista a Havana-Cultura.

Las policiacas de Padura tienen también elementos de crítica a la sociedad cubana. Al respecto, el escritor ha dicho: "Aprendí de Hammett, Chandler, Vázquez Montalbán y Sciascia que es posible una novela policial que tenga una relación real con el ambiente del país, que denuncie o toque realidades concretas y no sólo imaginarias".

Su personaje Conde —desordenado, frecuentemente borracho, descontento y desencantado, "que arrastra una melancolía", según el mismo Padura— es un policía que hubiera querido ser escritor y que siente solidaridad por los escritores, locos y borrachos. Las novelas con este teniente han tenido gran éxito internacional, han sido traducidas a varios idiomas y han obtenido prestigiosos premios. Conde, señala el escritor en la citada entrevista, refleja las "vicisitudes materiales y espirituales" que ha tenido que vivir su generación. "No es que sea mi alter ego, pero sí ha sido la manera que yo he tenido de interpretar y reflejar la realidad cubana", confiesa.

Conde, en realidad, "no podía ni quería ser policía" y en Paisaje de otoño (1998) deja la institución y cuando reaparece en Adiós Hemingway (2001) está ya dedicado a la compraventa de libros viejos.

Tiene también novelas en las que no figura Conde, como El hombre que amaba a los perros (2009), donde las críticas a la sociedad cubana alcanza sus cotas más altas.

Padura ha escrito también guiones cinematográficos, tanto para documentales como para películas de argumento.

Vive en el barrio de Mantilla, el mismo en el que nació. Al preguntarle por qué no puede dejar La Habana, el ambiente de su historia, ha dicho: “Soy una persona conversadora. La Habana es un lugar donde se puede siempre tener una conversación con un extranjero en una parada de guaguas”.

EL LIBRO

Una noche de otoño, unos pescadores descubren un cadáver en la playa del Chivo, en La Habana. La víctima, Miguel Forcade Mier, ha sido asesinada con una saña brutal, casi inexplicable. Este crimen removerá una antigua trama de corrupciones y viejas ambiciones frustradas, ya que, en efecto, en los años sesenta Forcade había dirigido oficialmente las expropiaciones de bienes artísticos requisados a la burguesía tras la Revolución. Pero, después de acumular poder, influencia y, seguramente, no pocas envidias y resentimientos, en 1978 Forcade decide, sin motivo aparente, sumarse al exilio de Miami. Sin embargo, poco antes de su asesinato, había vuelto misteriosamente a Cuba, casi como si hubiera querido recuperar algo muy valioso y cuya existencia sólo él conocía. . .



IMPRESION PERSONAL

Este tomo clausura la serie de cuatro que Padura aunó con el nombre de ” Las cuatro estaciones “. Es el otoño en La Habana , estación peligrosa por los ciclones que asolan la isla cada año.
Mario Conde quiere presentar su renuncia porque está hastiado con su profesión , sobre todo desde que han sacado a retiro a su jefe, conocido como  El Viejo. Pero la jerarquía le arranca la promesa de que podrá acogerse a retiro en cuanto resuelva en unos días el enigma de un asesinato.
 
Con Paisaje de otoño , Leonardo Padura cierra brillantemente la serie de cuatro novelas protagonizadas por el teniente investigador Conde, a quien ya conocíamos desde la anterior entrega, Máscaras, y que ahora, a punto de cumplir treinta y seis años, intuye que está cerrándose una etapa de su vida y que se aproxima el momento de tomar decisiones quizás irrevocables.

Paisaje de otoño completa una tetralogía de la que forman parte Pasado perfecto, Vientos de Cuaresma y Máscaras, que fue premio Café Gijón. Aunque es de lectura muy fácil, que nadie espere una novela ligera; es un relato profundo y apasionado sobre la decepción, personal e histórica, de un hombre bueno, que se apoya en las reglas, respetándolas siempre, de la ficción criminal y que está escrito con una prosa elaborada y directa, sencilla en su resultado, muy adecuada al carácter de un héroe admirable, el íntegro y difícil de olvidar teniente Conde.

Como ya hiciera en Máscaras , Leonardo Padura vuelve a explorar los innumerables recursos del género negro: así, a medida que avanza una azarosa investigación repleta de pistas, equívocos y sospechas más o menos fundadas, el autor recrea la crónica de una generación -la suya y la del Conde-, obligada a preguntarse con creciente inquietud qué fue de tantos ideales. Y tampoco falta el magistral retrato de una Habana caótica y entrañable, luminosa y a la vez llena de secretos, muy parecida a los personajes que pueblan esta singular historia de tesoros escondidos y amores no del todo dichosos.

La Alameda de Paula, uno de los lugares emblemáticos de La Habana, que aparece en la presente novela


La narración es pretexto para situar a Conde, eterno borrachín, pata del alma de sus amigos de juventud, que sueña con alejarse de esta Habana corrupta para por fin , ponerse a escribir pues se sabe que siempre ha sido su anhelo más profundo. Siempre vive en torno a su amigo Carlos, el lisiado de la guerra de Angola, cuya madre, Josefina prepara suculentas comidas con productos que surgen milagrosamente en la olla y que traen el agua a la boca , como por ejemplo , la receta del pollo a la chorrera.
 
También la música es omnipresente para los cubanos y especialmente para Conde que tararea boleros, sobre todo en dos situaciones precisas : cuando presiente que puede enamorarse o cuando está total y desesperadamente enamorado.
 
En definitiva, Padura en estado puro, y nuestro amigo Conde en toda su esencia, debatiéndose entre su pasado y su más que imprevisible futuro. La novela tiene menos protagonismo de los amigos del Conde y menos escenas de carácter sexual, pero sigue la magnifica línea trazada en los tres anteriores relatos de ésta tetralogía. Novela negra sí, pero mucho más que eso. Radiografía de aquella Cuba de finales de los años 80 y sobre todo, de los cubanos de la época.
 
De lectura (y relectura) imprescindible.
 
ACTUALMENTE LEYENDO:  RIO DE TINIEBLAS  (Rennie Airth)

sábado, 21 de septiembre de 2013

LIBROS QUE HE LEIDO: LOS 500 MILLONES DE LA BEGUN (Julio Verne)



EL AUTOR

Jules Verne; Nantes, 1828 - Amiens, 1905) Escritor francés, considerado el fundador de la moderna literatura de ciencia ficción. Predijo con gran precisión en sus relatos fantásticos la aparición de algunos de los productos generados por el avance tecnológico del siglo XX, como la televisión, los helicópteros, los submarinos o las naves espaciales.
En 1836 ingresó con su hermano Paul en el seminario Saint-Donatien. Más tarde estudió filosofía y retórica en el liceo de Nantes y viajó a París, cumpliendo los deseos de su padre, para seguir la carrera de leyes. En 1848 comenzó a escribir algunos sonetos y textos de teatro, y dos años más tarde aprobó su tesis doctoral de derecho y optó por la carrera de letras.

Julio Verne

Sus inicios literarios fueron difíciles, sus piezas de teatro no tuvieron una divulgación importante, y recurrió a la docencia para sobrevivir. Desde 1852 hasta 1854 trabajó como secretario de E. Seveste, en el Théâtre Lyrique, y publicó algunos relatos en Le musée des familles, como Martín Paz (1852). En 1857 se convirtió en agente de bolsa y empezó a viajar; visitó Inglaterra, Escocia, Noruega y Escandinavia, y continuó sus escritos.
Posteriormente conoció al editor Hetzel, quien se interesó por sus textos y le publicó Cinco semanas en globo (1862), obra que lo lanzó al éxito y lo estimuló a proseguir con la temática de la novela de aventuras y fantasía. El mismo editor le encargó una colaboración regular para la revista Magazine déducation et de récréation, y en poco tiempo alcanzó una gran celebridad.
Aprovechando sus conocimientos geográficos, adquiridos a través de numerosos viajes por Europa, África y América del Norte, y su entusiasmo por la revolución tecnológica e industrial, se convirtió en un especialista de los relatos de aventura de corte científico. Su dominio de la tensión dramática le permitió combinar extravagantes situaciones y momentos poéticos en una prosa ligera y amena.
Inmediatamente se enfrascó en la redacción de Viaje al centro de la Tierra, para lo cual se aplicó a la geología, la mineralogía y la paleontología. Las detalladas descripciones de animales antediluvianos maravillaron a los expertos, poniendo de manifiesto su extraordinaria intuición científica. Su tercer gran libro fue De la Tierra a la Luna, cuya publicación despertó tal entusiamo por los viajes espaciales que su despacho se inundó de cartas solicitando reservas para el próximo viaje lunar. Con el mismo interés fue recibida La vuelta al mundo en ochenta días, publicada por entregas, cuyo éxito fue tal que se llegaron a cruzar apuestas sobre si Phileas Fogg, "el hombre menos apresurado del mundo", lograría llegar a la meta en tan breve tiempo.

Veinte mil leguas de viaje submarino es, entre su extensísima producción, uno de los libros que conserva más íntegro su encanto. La peripecia se inicia cuando una fragata americana parte en busca de un monstruo marino de extraordinarias proporciones al que se atribuyen múltiples naufragios. El monstruo aparece, se precipita sobre el barco expedicionario y lo echa a pique, llevándose en su espinazo al naturalista Aronnax, a su fiel criado Conseil y al arponero Ned Land. Resultará ser un enorme submarino, el Nautilus, en el cual los tres hombres pasarán cerca de diez meses hospedados por el enigmático capitán Nemo, artífice del invento. Visitarán los tesoros sumergidos de la Atlántida, lucharán contra caníbales y pulpos gigantes y asistirán a un entierro en un maravilloso cementerio de coral.

Nemo, hostil e iracundo, no tardará en revelarse como un proscrito, un sublevado solitario cuyo manto de misterio esconde una identidad principesca y una pesadumbre tenebrosa. Se ha señalado que Nemo es un trasunto del propio Verne. Ambos viven encerrados, solos e incomprendidos, el primero en su coraza de acero, el segundo en la burbuja de su gabinete, ambos refugiados tras el disimulo y el secreto. Del mismo modo que Verne dejó estupefactos a propios y extraños presentándose a unas elecciones municipales en Amiens por una lista de extrema izquierda, el capitán Nemo, que lucha por la liberación de los pueblos oprimidos, detesta a la convencional y adocenada colectividad que lo persigue y enarbola dos veces el estandarte negro del nihilismo.
 
Escribió otras obras de gran éxito como Las aventuras del capitán Hatteras (1866), Los hijos del capitán Grant (trilogía, 1868-1870), En torno a la luna (1870), La isla misteriosa (1874), Miguel Strogoff (1876), Un capitán de quince años (1878), Las tribulaciones de un chino en China (1879), El faro del fin del mundo (1881) y Los viajes del capitán Cook (1896), entre muchas otras novelas que superan el medio centenar de títulos.
 
Se radicó en Amiens en 1872, y a partir de 1886 se comprometió con las actividades municipales de dicha ciudad. Tres años después fue nombrado representante del consejo municipal, y en 1892 fue condecorado con la Legión de Honor. Sus textos se popularizaron con rapidez y quedaron entre los grandes clásicos de la literatura infantil y juvenil del siglo XX. De su obra póstuma destacan El eterno Adán (1910) o La extraordinaria aventura de la misión Barsac (1920), en las que un crítico tan poco convencional como Michel Butor ha querido ver un Verne más profundo y escéptico de lo habitual, que tendía a desconfiar de las consecuencias que podía acarrear para los seres humanos el progreso incesante de la tecnología y de la ciencia.

EL LIBRO

La fabulosa herencia de una begún hindú, de 527 millones de francos de la época, parece quedar sin sucesor. Al final aparecen dos next of kin (legítimos herederos, en lenguaje jurídico internacional) que pueden aspirar a ella: el francés Dr. Sarrasin y el alemán Dr. Schultze, médico el primero y químico el segundo, emparentados en grado lejano a través de una francesa casada con antecesores del alemán.

Mientras el primero dedica la mitad de su fortuna a construir en Oregón (Estados Unidos) una utópica ciudad moderna, France-Ville, ordenada, limpia, sin enfermedades y con los medios de comunicación más modernos, el teléfono en cada casa y el reloj eléctrico en todas las plazas, el segundo construye, no muy lejos, Stahlstadt, la ciudad del acero, ciudad-fortaleza repleta de secretos en la que se produce en sus fundiciones todo tipo de armas para cualquier país o potencia que pueda pagarlas.
Mientras que los habitantes de France-Ville procuran idear el modo de prolongar la vida humana y darle todo tipo de comodidades, los de Stahlstadt (una copia de la factoría Krupp de Essen) idean y fabrican armas de destrucción más modernas, potentes y mortíferas que cualquier otra. La cercana France-Ville se convierte, de este modo, en la molesta oponente del militarismo alemán importado a los Estados Unidos.



IMPRESION PERSONAL

El nacimiento de esta novela de Julio Verne es obra de su editor Jules Hetzel. En 1877 le llegó un manuscrito, La Herencia Langevol de Pascal Grousset. Éste había sido miembro del Comité de La Comuna y deportado a Nueva Caledonia, de donde escapó y huyó a Inglaterra. Allí entregó el manuscrito a Hetzel. El editor entregó el legajo a Julio Verne que en un principio lo rechazó para posteriormente tomarlo como base de la novela Los quinientos millones de la Begún.

La obra fue publicada en 1879. Su argumento gira en torno al enfrentamiento nacional entre Francia y Alemania. La muerte de una soberana de la India deja una gran herencia a repartir entre el doctor Sarrasin, filántropo francés, y el profesor Schuztle, autor de una obra sobre la degeneración hereditaria del pueblo galo. Los fines de esta herencia serán diferentes, uno lo dedicará a fundar France-Ville, una ciudad regida por higienismo, y la otra a fundar Stahlstadt, ciudad industrial para destruir el experimento humanitario. La ciudad socialista soñada por Verne se erige en el estado de Oregón, tierra donde los utopistas seguidores de Fourier habían comenzado a implantar sus comunidades.
 
En esta novela Julio Verne aborda la dualidad de la condición humana, representado por dos de sus personajes. Por un lado el doctor Sarrasin representa la bondad, la filantropía, y por otro parte, la mezquindad representada por el profesor Schultze, quién prentende utilizar su parte de la herencia con fines indudablemente perversos.

No hace falta profundizar mucho en la novela para darse cuenta que las implicaciones filosóficas del buen o mal uso de una fortuna fabulosa fue lo que más atrajo a Hetzel del manuscrito original, y que a Verne seguramente le horrorizaría la poca pericia novelística de Grusset, incapaz de dar a la obra el aire aventurero que las peripecias de los personajes requerían.
 
Así, al unir ambos aspectos, Verne consiguió una obra notable en la que funde la reflexión sobre la dualidad de la condición humana, retratando por un lado la bondadosa y casi indiferente actitud del doctor Sarrasin, beneficiario principal de la herencia, junto a la noble causa en la que está dispuesto a invertirla, y por otro la mezquindad del profesor Schultze, un dudoso candidato que se apresura a reclamar su parte de la herencia con la intención de usarla con fines indudablemente perversos.
 
Es curioso el retrato de algunos secundarios, como el abogado que se beneficia sin escrúpulos de la negociación del reparto de la herencia, la corrupción por el dinero inmerecido del hijo del doctor Sarrasin y su posterior remisión, o los impávidos guardaespaldas del profesor Schultze
 
No puede faltar, por supuesto el típico héroe verniano, compendio de virtudes, buen sentido y recursos sin fin que es el ejemplo claro a seguir por la juventud a la que Verne siempre se sintió con la obligación de educar.
 
Hay otras consideraciones interesantes en la novela. Es fácil comprobar que Verne intuye y advierte acerca de los peligros de la Alemania Nazi, de la burocratización y centralización excesivas, de los colapsos bursátiles y de la militarización de la vida social, todo ello, representado por la imponente fortaleza de Stahlstadt, a lo que opone el sentido común, la racionalidad y la concordia social de France-Ville.

 

El libro hace una crítica clara contra la abogacía. Los abogados ingleses contratados por el doctor Sarrasin para gestionar los tramites de la herencia, atraen a la vez el interés de Schultze para que con el enfrentamiento de los dos interesados cobrar ellos mayores ganancias, ya sea como intermediarios o como abogados del posible juicio.

También se critica el egoísmo y despilfarro propio de los que reciben una gran cantidad de dinero sin esfuerzo. Este es el caso del hijo de Sarrasin, que cae en una dinámica de lujo innecesario.
Cabe señalar el origen del héroe, Marcel Bruckmann, que es de Alsacia, en aquellos momentos y después de la guerra franco-prusiana, parte del imperio germano. Con ello Verne quiere hacer notar que a pesar de todo él consideraba a los alsacianos ciudadanos franceses.

Curiosamente también hay críticas a favor de Stahlstadt, puesto que acaba siendo considerada como un lugar bien organizado y con buenos proyectos, incluso los militares. Así, cuando France-Ville se hace con el poder de Stahlstadt (a través de la herencia de Schultze que va a parar a manos del doctor Sarrasin) son bien recibidas las posibilidades armamentísticas de Stahlstadt para defenderse de un posible nuevo agresor. De ello se deduce que Verne admiraba la tecnología e industria alemana.

Verne presenta en la novela algunas ideas raras o muy adelantadas para su época, pero que se han hecho realidad en el siglo XX:
  • En la ciudad del acero, las personas son tan sólo números, sin identidad propia, obligados a vivir en un régimen totalitario similar al fordismo o al nazismo. Esta idea también sería planteada por George Orwell en su libro 1984.
  • También se presentan las armas químicas (el proyectil hueco relleno de anhídrido carbónico).
  • El cañón de largo alcance, antecesor del Gran Berta alemán, capaz de lanzar un proyectil de 80 cm. de diámetro a 100 km. de distancia y utilizado para bombardear París en la Primera Guerra Mundial, mientras que Verne debió de inspirarse en los bombardeos de cañones más pequeños durante el asedio a la capital francesa del año 1871.
  • El satélite artificial.
  • El régimen del terror militar.
  • Herr Schultze, el químico alemán, es también un racista convencido, autor de la obra ¿Por qué los franceses sufren, en grados diferentes, de degeneración hereditaria?, ególatra, monomaniaco, germanófilo autoritario y convencido de la supremacía de la raza germánica sobre el resto del mundo e inventor de armas mortíferas
ACTUALMENTE LEYENDO:  PAISAJE DE OTOÑO  (Leonardo Padura)

lunes, 16 de septiembre de 2013

LIBROS QUE HE LEIDO: EL MATEMATICO DEL REY (Juan Carlos Arce)



EL AUTOR

Juan Carlos Arce (1958) es un autor español. Novelista y dramaturgo.

Nació en Albacete ( España ). También es jurista en Madrid (ex-letrado del Consejo General del Poder Judicial).

Ha sido conferenciante sobre sus obras y literatura en varias ocasiones en Albacete y otros lugares.
Ganó el Premio Fernando Lara de Novela (2002) con "Los colores de la guerra" y el premio teatral universitario con "Para seguir quemando preguntas".

Actualmente imparte la asignatura "Derecho de la Seguridad Social" en la Universidad Autónoma de Madrid

Juan Carlos Arce es autor de narrativa y teatro. Ha publicado, con gran éxito entre los lectores, las novelas Melibea no quiere ser mujer, El matemático del rey y La mitad de una mujer.

Sobre su estilo, la crítica ha destacado: «su aguda exhibición de ingenio argumental, el tono vivo, fresco y paródico», un «acertado manejo de escenarios y personajes», Pilar Castro (El Cultural-El Mundo); y un «uso muy inteligente y eficaz de los artificios narrativos», Juan Ángel Juristo (ABC).



Obtuvo el Premio de Teatro Universitario por su obra Para seguir quemando preguntas y ha publicado La chistera sobre las dunas. Su obra Retrato en blanco ha sido traducida al inglés, editada en Nueva York y estrenada comercialmente en Estados Unidos. Con ocasión de la reposición del montaje teatral, el Ayuntamiento de Dallas le nombró ciudadano de honor y le entregó las llaves de la ciudad.  También en inglés y en los Estados Unidos ha estrenado La segunda vida de Doña Juana Tenorio.

EL LIBRO

 los dieciséis años, Felipe IV era rey, un rey joven que recibía instrucción en lenguas, artes y ciencia. Su maestro de matemáticas le enseña que la Tierra se mueve alrededor del Sol, una idea prohibida por la que algunos hombres serían quemados en la hoguera y otros muchos perseguidos. Juan Lezuza, el matemático del rey, se convierte así en un hereje que es, a la vez, maestro del monarca. Lezuza comprende demasiado tarde que Roma ya conocía esa verdad desde mucho tiempo atrás, a pesar de los cual fingió vigorosamente que la teoría era falsa. Y averigua, llevando al lector de la emoción al asombro, el extraordinario y escondido secreto por el que la iglesia se opuso a sangre y fuego a admitir esa evidencia. Con un prodigioso dominio del lenguaje y un perfecto ritmo narrativo, Juan Carlos, Arce describe la época, las intrigas, las pugnas políticas, la corrupción económica del poder y el importante papel de la diplomacia vaticana en mitad de un renacer científico que en España fue cuidadosamente adormecido.

IMPRESION PERSONAL

Cuando la razón se enfrenta a la intuición es necesario aclararse la voz y ceñir la espada antes de hablar, porque la verdad no podrá ser conquistada con premisas. Y si la intuición se enfrenta a la Inquisición, entonces lo mejor es la mentira o la simulación.

Juan Lezuza, el matemático del Rey, se enfrenta a este dilema, una versión quizás degenerada del dilema del prisionero: si detrás de una puerta está la verdad copernicana, y detrás de otra puerta está la falsedad tolemaica, ¿qué puerta se debe abrir? Parece una decisión sencilla, especialmente para un matemático como Lezuza, sin embargo, si detrás de la verdad está el suplicio y la muerte, y detrás de la falsedad esta la salvación y la vuelta al hogar, ¿cuál es la decisión correcta ahora?
No parece un arrepentimiento grande el de arrepentirse de creer en la teoría heliocéntrica, pero sí parece grande tener que arrepentirse de creer en lo que se cree y asumirse, en acto de arrepentimiento, un cobarde.

El Rey Felipe IV, en su juventud


Esta historia la hemos leído muchas veces con Galileo y compañía, pero este libro nos detalla las razones dogmáticas por las cuales la Iglesia insistía en que se mantuviese dicha visión y no la que las matemáticas y astronomía claramente probaban. Si la Tierra daba vueltas alrededor del Sol, entonces la Biblia estaba equivocada cuando nos dice que Josué le dijo al Sol que se detenga y este lo hizo (Josué 10, 12-14). De ser cierta la teoría del la translación terrestre, entonces el Espíritu Santo inspiró algo erróneo. Si hubiese que revisar la Biblia por este detalle entonces se abrirían otros temas a debate. La interpretación de la Biblia era una abominación y esto sería una debacle terrible para el catolicismo, que ya había perdido media Europa gracias a Martín Lutero y su Reforma Protestante.
La historia nos deja ver claramente como el Papa y su círculo de influencia estaban clarísimos en una realidad científica que ya no se podía ocultar. Pero en esos mismos años se comenzaba a hablar de la teoría de los átomos y si esto fuese cierto, entonces la transubstanciación del pan y el vino al cuerpo y sangre de Jesucristo pudiese ponerse en duda. Este dogma básico de la Iglesia Católica no podía ser cuestionado.

Imagen de Madrid en el siglo XVII


El libro, en mi opinión, es corto, lo cual implica que los personajes no están bien desarrollados, (se podía haber sacado muchísimo más de todos ellos), y la trama queda un poco incompleta.

La historia nos habla también en detalle de la relación política y de puja de poder entre el papado en Roma, los Reyes Católicos de España y la Inquisición.

ACTUALMENTE LEYENDO:  BRASIL, PAIS DE FUTURO  (Stefan Zweig)

domingo, 15 de septiembre de 2013

LIBROS QUE HE LEIDO: LA SOLEDAD DEL MANAGER (Manuel Vázquez Montalbán)



EL AUTOR

Manuel Vázquez Montalbán (Barcelona, España, 27 de julio de 1939 - Bangkok, Tailandia, 18 de octubre de 2003) fue un escritor español conocido sobre todo por sus novelas protagonizadas por el detective Pepe Carvalho.

Personalidad casi inabarcable, se definió a sí mismo como "periodista, novelista, poeta, ensayista, antólogo, prologuista, humorista, crítico, gastrónomo, culé y prolífico en general", campos todos en los que destacó.

Hijo único de una modista y de un militante del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), no conoció a su padre hasta los 5 años, después de que éste saliera de la cárcel. Él mismo militaría más tarde en ese partido, tras su paso por el Frente de Liberación Popular (FELIPE) ingresaría en 1961 en el PSUC y llegaría a ser miembro de su Comité Central, así como también en Iniciativa per Catalunya (ICV).

Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Barcelona y Periodismo en la Escuela de Periodismo de Barcelona.

En 1962  un consejo de guerra lo condenó a tres años de prisión por sus actividades políticas, y fue en la cárcel de Lérida donde escribió su primer libro, el ensayo Informe sobre la información.

Después de su estancia en prisión, comienza su carrera periodística en la revista Triunfo bajo el seudónimo Sixto Cámara. Colabora en diversas publicaciones como Siglo XX, Tele/Xprés, Por Favor y más tarde en El País e Interviú, en los que escribió hasta su muerte.



En 1966 nació su único hijo, Daniel Vázquez Sallés, que se convertiría también en escritor y le daría dos nietos: Daniel y Marc. A su esposa, la historiadora Anna Sallés, la había conocido en la universidad.

En 1967 publicó su primer poemario, Una educación sentimental, seguido en 1969 por Movimientos sin éxito. Ese mismo año aparece la novela Recordando a Dardé, acompañada por una serie de relatos; se trata de su primera incursión en la narrativa. En 1972 publicó la primera novela en la que el protagonista es el detective privado Pepe Carvalho, su personaje más popular, titulada Yo maté a Kennedy.

En 1995 recibió Premio Nacional de las Letras Españolas en reconocimiento a toda su obra.

Vázquez Montalbán murió el 18 de octubre de 2003 debido a un paro cardíaco en el aeropuerto de Bangkok, la capital de Tailandia. Tenía 64 años.

El 3 de febrero de 2009 se inauguró en Barcelona la plaza Manuel Vázquez Montalbán, situada entre la calle de Sant Rafael y la Rambla del Raval, cerca de donde nació el escritor.

EL LIBRO

Un hombre aparece muerto con unas bragas de mujer en el bolsillo. La viuda encarga la investigación del caso a un «huelebraguetas» gallego, un detective privado de complejo pasado. Lo que parecía ser un ajuste de cuentas sexual se convierte en un ajuste de cuentas político que tiene como fondo la sociedad española a medio camino entre la muerte de Franco y el intento de consolidación democrática. Carvalho trata de compensar sus angustias e inhibiciones guisando un salmis de pato a las dos de la madrugada o haciendo el amor con la pasividad de un animal caliente pero escéptico



IMPRESION PERSONAL

Ambientada en la Transición, en medio de agitaciones, manifestaciones y cargas policiales, el caso le sirve a Manuel Vázquez Montalbán para darnos su crítica visión de este periodo de la historia de España, que no fue tan limpia como nos quieren hacer creer, de los hombres en la sombra, de los jóvenes militantes de izquierda que poco a poco se fueron posicionando en ámbitos de poder político o económico, de la corrupción y de la influencia y el poder de las multinacionales. Una visión que se vuelve profética leída 35 años después de su publicación y 10 años después de su muerte, que capta la atención del lector y la conserva a lo largo de todas sus páginas.

Es La soledad del manager (1977) una novela policiaca corta pero escrita de forma deliciosa, casi poética, por un Manuel Vázquez Montalbán que disecciona con maestría una época histórica especialmente interesante, la llamada Transición a la democracia en España. Y lo hace con los ojos del detective privado, antes agente de la CIA, Pepe Carvalho, un trasunto digno del Marlowe de Raymond Chandler. Acompañado de secundarios muy principales como su ayudante (y cocinero) Biscuter, de su "novia" Charo, una prostituta con mucho encanto, o su limpiabotas habitual, Bromuro (obsesionado con la idea de que en el agua y en el pan nos echan bromuro para dejarnos atontados), Carvalho describe con ojo crítico la convulsa situación política y social de una Barcelona que empieza a despertarse del letargo franquista y a adaptarse poco a poco, con temor y precaución, a los nuevos aires de democracia tímida y frágil.

Estamos en 1977 (un año en el que "un perro se había muerto de tristeza en el Japón porque su dueño no había vuelto a casa"), Carvalho recibe el encargo de una joven viuda de investigar la muerte de su marido, Antonio Jaumá, manager de una empresa multinacional con muchos intereses económicos y políticos ocultos, el investigador deberá conocer a fondo, a través de los viejos amigos del fallecido, el ambiente de una oligarquía económica que se prepara para seguir mandando en la nueva situación política, son los que ganaron dinero en la corrupta dictadura franquista, y quieren, con la democracia, continuar con su liderazgo social y enriquecimiento material. Aunque alguno de los amigos de Jaumá, como Núñez, tenga un ideario izquierdista, y no comulgue con las maniobras de la burguesía industrial catalana para perpetuar su preponderancia económica y social, lo cierto es que Carvalho observa desencantado cómo la oligarquía económica, antes franquista, ahora democrática porque toca, juega al juego del miedo a la extrema derecha (se mencionan los asesinatos a los abogados laboralistas) y a la extrema izquierda (las continuas manifestaciones de izquierdistas en las Ramblas, el GRAPO y la ETA) para perpetuarse en el poder con una nueva etiqueta, el "centro derecha". Lo cuenta Montalbán en 1977 y en ese contexto concreto, pero no me digan que esta acertada disección de la realidad no es aplicable en la situación económica actual: Biscuter pregunta qué quiere decir Carvalho con "desestabilizar" y éste aclara: "Creas la sensación de que el poder no controla la situación y de que el sistema político no sirve para garantizar el orden... Casi siempre en favor del propio poder, que así obtiene coartadas y cheques en blanco para hacer lo que le pasa por los cojones y como le pasa por los cojones".
 
Rio Tordera, provincia de Barcelona
 
 
Comenzando por el entorno de las juventudes políticas de izquierda de Jaumá, Carvalho va adentrándose en las diferentes transformaciones de las ideologías para adecuarse a la conveniencia del poder, “es una ley inexorable. Toda clase dominante tiende a perpetuar su poder reproduciendo otra clase dominante, sea por la vía de la herencia económica, sea por la vía de la adaptación política o del poder cultural”, y así llegar, a través de chulos de putas honrados y menos, alemanes en peligro por su integridad, intelectuales y empresarios progresistas con visión de futuro, putas chamuscadas, notarios de primera generación, y viudas compradas, transcurre una trama perfectamente estudiada, no exenta de amargas conclusiones. Pero algo que agradecemos a Vázquez Montalbán es su compromiso con la memoria, y a la vez con el género.
 
Mucho me recuerda Carvalho al Philip Marlowe de Chandler, porque no deja de ser otro detective pesimista y cínico, crítico con la sociedad corrupta, con un punto de idealismo. Incluso Carvalho llega a plantearse a quién imitar, a Bogart interpretando al Marlowe de Chandler, a Alan Ladd en los personajes de Hammet (como el detective Sam Spade). Aunque Carvalho tiene unos rasgos que le hacen tener una personalidad muy propia (y que Camilleri homenajea constantemente con las novelas protagonizadas por el comisario Montalbano): es un amante fiel de la buena cocina (y abundante: "Cuando Gracián escribió que "...lo bueno, si breve dos veces bueno" no pensaba en la comida o bien se trataba de uno de esos mugrientos intelectuales de mierda capaces de alimentarse de sopas de letras..."), disfrutando de su pericia en los fogones, solo o acompañado de su vecino, o saboreando buenos platos en restaurantes escogidos. Sus menús no son precisamente minimalistas, y para muestra un botón: "Una tortilla de ajos tiernos para empezar, un plato de "múrgulas" con vientre de cerdo para continuar y finalmente un bacallà a la llauna previo a un plato de frambuesas". Eso es comer bien. Los momentos relacionados con la cocina le permiten un alto en el camino muy saludable, para relajarse, reflexionar o conversar.
 
Un hombre que siempre enciende la chimenea de su casa de Vallvidrera, tanto en invierno como en verano, utilizando libros de su selecta biblioteca, sobre todo aquellos que son "trascendentales" para la literatura ("Buscó La crítica de la razón dialéctica de Lefevbre, Así se templó el acero de Ostrovski y Ensayos sobre Heine de Sacristán"). El propio Carvalho lo justifica así: "Suelo encender la chimenea con libros trascendentales. Cuanto más pretensión de trascendentalidad, más culpabilidad. Seguro que han conseguido engañar a alguien". Montalbán te adereza el relato no solo con humor negro sino con un humor de sal gorda para deleite del lector, como cuando Carvalho le dice a Biscuter que se busque novia, se vaya de putas o se haga una paja para quitarse esa tristeza. Entonces, Biscuter, ni corto ni perezoso, responde: "Novia, qué dice usted, pues no me propone nada. Y las putas me dan risa. Cuando me dicen: Anda, calvito, tráeme la minina que te la voy a lavar, me entra una risa. Y pajas, qué me dice. Es que no paro. Con una mano, con la otra. Incluso aplico el sistema de la mano dormida. Me tumbo en la cama sobre una de mis manos hasta que se me corta la circulación de la sangre y me queda morcillona. Entonces no parece mi mano, sino otra cosa, y me hago la paja".
 
Salmis de pato, elaboradísima receta que Carvalho cocina en éste relato
 
 
Un ex agente de la CIA que es un ferviente antifranquista desde el comunismo ya no tan militante, que pertenece no a la célula de detectives privados del partido comunista, sino "a la célula de gastrónomos". Un charnego integrado en Cataluña, aunque no de los charnegos que odia el contable Alemany, "los verdaderos charnegos son algunos catalanes. Como Samaranch, Porta y otros botiflers que han hecho el caldo gordo al franquismo".
 
Y como colofón, esta reflexión sobre la cultura a cargo de Carvalho-Montalbán: "Yo saco el mechero [cuando oigo la palabra cultura]. La cultura es guisar con salsas o sin salsas, vivir como un mortal o como un inmortal, prestar a la mujer propia o conseguir la de los demás, es decir, cultura francesa o inglesa, española o americana, esquimal o italiana. Lo que usted llama cultura es ortopedia verbal o letrista".
 
Como siempre, un deleite leer a Vázquez Montalbán.

ACTUALMENTE LEYENDO:  EL MATEMATICO DEL REY  (Juan Carlos Arce)

sábado, 14 de septiembre de 2013

LIBROS QUE HE LEIDO: MUERTES DE PERRO (Francisco Ayala)



EL AUTOR

Francisco Ayala nació en Granada en 1906. Se graduó en Derecho en la Universidad de Madrid en 1929. Tras licenciarse consiguió una beca para estudiar Filosofía Política y Sociología General en Alemania. De nuevo, en España, se doctoró y ejerció como catedrático de Sociología y Ciencias Políticas en la Universidad de Madrid, cargo en el que permaneció hasta 1936. Por esos años fue colaborador de la Revista de Occidente y la Gaceta Literaria. En esta época nació la que sería su única hija: Nina. Un año más tarde se declaró la Guerra Civil y el escritor, que en esos días viajaba por Latinoamérica con su mujer y su hija, regresó a España, exponiendo su vida, para ponerse, como funcionario público, al servicio del Gobierno de la República. Al finalizar la contienda se exilió a Buenos Aires, donde publicó algunas de sus obras, impartió clases de Sociología en la Universidad de La Plata de 1939 a 1950, y fundó la revista literaria Realidad. Más tarde se trasladó a Puerto Rico, donde fundó la conocida revista La Torre. De aquí pasó a Princeton, Nueva York y Chicago, donde fue profesor de literatura española. Regresó definitivamente a España en 1969 y, de manera definitiva, en 1980. En 1998 nació la Fundación Francisco Ayala como un homenaje al escritor. La fundación tiene dos sedes, una en Sevilla y otra en Granada. La lucidez crítica, la distancia que propicia la ironía y la preocupación moral emparientan su fecunda obra con algunos grandes clásicos del Siglo de Oro español. Desde el momento mismo de sus inicios, como hemos visto, la escritura de Francisco Ayala (la de creación, pero igualmente la ensayística) se ha caracterizado por ser una incesante búsqueda del sentido: del sentido íntimo de cada acontecimiento cotidiano; del sentido que el destino personal y colectivo ofrece a cada ser concreto; del sentido de las reglas que caracterizan la interacción social... del sentido del vivir mismo, en última instancia. Ayala, a lo largo de su extensa vida, ha recibido numerosos galardones, y reconocimientos, es doctor Honoris Causa por varias universidades, es miembro de la Real Academia Española desde 1983 y ha sido propuesto en diversas ocasiones como candidato para el Nobel.



EL LIBRO

Impecable vivisección de uno de los tantos regímenes dictatoriales que han proliferado en Hispanoamérica en lo que va de siglo, Muertes de perro preludia los personajes y los elementos de la trama de este admirable díptico que se prolonga en «El fondo del vaso». Esta fábula sobre el ascenso y la caída de un dictador no es un libro sobre la dictadura, sino que constituye uno de los relatos más característicos y vigorosos de Francisco Ayala, en el que nos muestra, con tonos tragicómicos y descarnados, su preocupación por la degradación de la condición humana en una sociedad sumida en una profunda crisis moral. Luis Pinedo es un historiador que descubre las memorias de Tadeo Requena, secretario personal del dictador "Bocanegra". A través de ella se nos presenta una historia de conspiraciones, caprichos del dictador que sus lacallos se apresuran a cumplir, crueldad y sufrimiento de todos para todos y una preocupante degradación de los valores sociales.



IMPRESION PERSONAL

Francisco Ayala consiguió con Muertes de perro, publicada por primera vez durante su largo exilio, una de las más impresionantes novelas escritas en lengua castellana acerca de la absoluta arbitrariedad, el abuso de poder, la degradación humana y la corrupción en una dictadura caribeña. A través de una técnica audaz y rigurosa, utilizando la voz de un narrador que, a medida que avanza su relato, se nos revela en toda su abyección, Ayala traza la crónica irónica, tragicómica y apasionante del déspota Antón Bocanegra, uno de los personajes más logrados de la literatura hispánica de todos los tiempos. Un punto de vista moral preside la obra de este autor, siempre preocupado por la condición del hombre en el mundo, al que presenta con un marcado pesimismo, inmerso en una profunda crisis espiritual. A partir de esta visión de la realidad está escrita 'Muertes de perro', en la que hay además la denuncia de un pueblo sometido a la dictadura, al tiempo que la degradación humana en un mundo sin valores. 'El fondo del vaso', publicada en Letras Hispánicas es un complemento de 'Muertes de perro', dos libros que deben abordarse juntos, ya que mutuamente se complementan, aunque su engarce argumental sea en apariencia muy leve. Ayala ofrece testimonios de la condición humana, tan reveladores y, probablemente, más reales que cualquier angustiado relato de tremendistas o existencialistas. Mediante una técnica donde se combina el impacto brutal con las sugestiones más sutiles, con las más imprevistas alusiones, y dentro de un marco social estrecho, casi asfixiante, esa revelación de humanidad se produce en Muerte de perro bajo los rasgos de lo grotesco y bufo, de lo patético, e incluso, a veces, tierno, de lo crudo, lo vulgar, lo alucinatorio. Sus personajes se manifiestan por sí mismos, en una fuga de perspectivas plurales que presta a la novela el carácter ambiguo, vertiginoso, insondable y abierto de la vida real, todo ello, con una concentración de recursos que excluye cualquier clase de complacencia y hace indispensable para el conjunto cada punto y cada coma. Muertes de perro (1958) es una novela de dictador, que describe una época tumultuosa, en la existencia de un país sudamericano. Pinedo, oscuro personaje, dedicado a la observación de los acontecimientos que le rodean, ya que su invalidez física no le permite participar directamente en la acción, nos relata a través del diario de Tadeo Requena y de diferentes documentos, el proceso de edificación y caida de Antón Bocanegra. La novela de dictador es un subgénero narrativo característico de la literatura hispanoamericana que tiene su primer precursor en el Facundo del argentino Domingo Faustino Sarmiento publicado en el año 1845. Ejemplos de novelas de este tipo son Yo, el Supremo, de Augusto Roa Bastos, sobre el Gaspar Rodríguez de Francia de Paraguay, y La fiesta del chivo, de Mario Vargas Llosa, sobre Rafael Leónidas Trujillo, de la República Dominicana, y El recurso del método de Alejo Carpentier. En España se considera como antecedente de novela de dictador a Tirano Banderas de Valle Inclán."

Plaza de Armas de la capital de un país centroamericano
 
 
ACTUALMENTE LEYENDO:  LA SOLEDAD DEL MANAGER  (Manuel Vázquez Montalbán)

lunes, 9 de septiembre de 2013

LIBROS QUE HE LEIDO; TATUAJE (Manuel Vázquez Montalbán)



EL AUTOR

Manuel Vázquez Montalbán (Barcelona, España, 27 de julio de 1939 - Bangkok, Tailandia, 18 de octubre de 2003) fue un escritor español conocido sobre todo por sus novelas protagonizadas por el detective Pepe Carvalho.

Personalidad casi inabarcable, se definió a sí mismo como "periodista, novelista, poeta, ensayista, antólogo, prologuista, humorista, crítico, gastrónomo, culé y prolífico en general", campos todos en los que destacó.

Hijo único de una modista y de un militante del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), no conoció a su padre hasta los 5 años, después de que éste saliera de la cárcel. Él mismo militaría más tarde en ese partido, tras su paso por el Frente de Liberación Popular (FELIPE) ingresaría en 1961 en el PSUC y llegaría a ser miembro de su Comité Central, así como también en Iniciativa per Catalunya (ICV).

Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Barcelona y Periodismo en la Escuela de Periodismo de Barcelona.

En 1962  un consejo de guerra lo condenó a tres años de prisión por sus actividades políticas, y fue en la cárcel de Lérida donde escribió su primer libro, el ensayo Informe sobre la información.

Después de su estancia en prisión, comienza su carrera periodística en la revista Triunfo bajo el seudónimo Sixto Cámara. Colabora en diversas publicaciones como Siglo XX, Tele/Xprés, Por Favor y más tarde en El País e Interviú, en los que escribió hasta su muerte.



En 1966 nació su único hijo, Daniel Vázquez Sallés, que se convertiría también en escritor y le daría dos nietos: Daniel y Marc. A su esposa, la historiadora Anna Sallés, la había conocido en la universidad.

En 1967 publicó su primer poemario, Una educación sentimental, seguido en 1969 por Movimientos sin éxito. Ese mismo año aparece la novela Recordando a Dardé, acompañada por una serie de relatos; se trata de su primera incursión en la narrativa. En 1972 publicó la primera novela en la que el protagonista es el detective privado Pepe Carvalho, su personaje más popular, titulada Yo maté a Kennedy.

En 1995 recibió Premio Nacional de las Letras Españolas en reconocimiento a toda su obra.

Vázquez Montalbán murió el 18 de octubre de 2003 debido a un paro cardíaco en el aeropuerto de Bangkok, la capital de Tailandia. Tenía 64 años.

El 3 de febrero de 2009 se inauguró en Barcelona la plaza Manuel Vázquez Montalbán, situada entre la calle de Sant Rafael y la Rambla del Raval, cerca de donde nació el escritor.

EL LIBRO

Pepe Carvalho ha dejado la CIA tras 9 prometedores años y cuando iba a ser ascendido. Ahora es detective privado. Dejó la CIA sin haber ahorrado ni un duro y ahora quiere ser su propio patrón, vivir tranquilo y ahorrar para la vejez, pues ya tiene 40 años y hay que ir pensando en ello.
 
El cadáver de un bañista con el rostro descompuesto e irreconocible aparece en la playa y el dueño de una peluquería de barrio contrata a Carvalho para que averigüe el nombre del cadáver. No quiere más que eso y está dispuesto a pagar bien. Demasiado bien. No quiere ir a la policía y prefiere pagar a Carvalho para que lo averigüe sin tener que implicarse él mismo.
 
El asunto es un poco raro, pero un escéptico Carvalho no pregunta nada más y acepta el encargo.
 
Carvalho tampoco quiere ir a la policía y prefiere investigar utilizando sus propios recursos. Éstos le llevarán de Barcelona a Holanda y vuelta a Barcelona. El nombre del muerto lo averigua con relativa rapidez, pero la manera que tiene de ir enredándose el caso cada vez más, hace que quiera investigar por su cuenta. Incluso cuando vuelve a Barcelona con la información solicitada por su cliente, nuestro detective sigue investigando por su cuenta.
 
Vázquez Montalbán nos presenta en esta primera novela de Carvalho, no sólo a su protagonista, sino también a los personajes secundarios que aparecerán en otras historias de este detective.




IMPRESION PERSONAL

"Tatuaje" es el segundo libro de la "saga Carvalho" de Vázquez-Montalbán. Y si bien el primero era un un libro un poco raro, este ya responde claramente a su naturaleza de novela negra. El personaje principal está más definido y se acentúa su gusto por la gastronomía: el gusto por el buen vino y otras bebidas (como el homenaje a la ginebra holandesa y de cómo se ha de consumir), también la elección de buenos restaurantes y los guisos que él mismo se prepara  a horas intempestivas, como la caldeirada que describe detalladamente.

Carvalho es un detective privado con una personalidad compleja y contradictoria, cuyas aventuras sirven al autor para retratar, y a menudo criticar, la situación social, política y cultural de la sociedad española.

La primera novela en la que apareció Pepe Carvalho como detective privado, creación de Manuel Vázquez Montalbán, fue Tatuaje (1974), una novela corta que iba a poner los cimientos de esa fructífera relación entre Carvalho y los ávidos lectores de novela policíaca que se prolongaría durante más de dos décadas hasta la repentina muerte del escritor en 2003.

Pepe Carvalho, de origen gallego, ex agente de la CIA y ex marxista, es un detective privado que vive y trabaja en Barcelona, mantiene una estrecha relación con una prostituta, Charo, y habita una casa en Vallvidrera donde para encender la chimenea (en verano), va quemando libros de la biblioteca (tiene 3000 libros, ¡y llega a quemar el Quijote!). Recibe un encargo bastante extraño: un propietario de una peluquería quiere que Carvalho averigüe la identidad de un cadáver que ha aparecido en la playa, con el rostro desfigurado, y un tatuaje que dice "He nacido para revolucionar el infierno". Solo con estos datos, Carvalho seguirá la pista de Barcelona a Amsterdam, ciudad que tiene enamorado al detective (¿y a quién no?) por sus calles, sus canales, la zona "roja", la gastronomía... En Amsterdam se encuentra con dos emigrantes españoles que han ido a trabajar y a ahorrar "unas pesetas para volver a España", miran los escaparates del Barrio Rojo porque es gratis pero no pueden permitirse entrar. "Ser español es duro", llega a sentenciar Carvalho.
La gastronomía marca el ritmo de la investigación y de la vida de Carvalho, éste no come como hábito rutinario sino que disfruta comiendo, en la comida se halla uno de los placeres de la vida, el otro son las mujeres. "Carvalho comía con ese entusiasmo inmutable que caracteriza a los gourmets eficaces y poco dramáticos... Carvalho contenía sus emociones íntimas en parte porque los goces solitarios siempre le habían parecido intransferibles... Un camarero es un fino analista psicológico y en cuanto descubre en tus ojos el éxtasis se te acerca, te pide de viva voz que se lo confirmes y te mira los bolsillos del alma y del cuerpo con una complicidad de compañero de goce que para él no será orgasmo hasta que le dejes un quince por ciento de la nota en concepto de propina".
Para las mujeres, Carvalho tiene una postura: "Si quería ligar debía ir por las buenas a un cuerpo de alquiler o a una larga escaramuza verbal de dudoso resultado. Le fastidiaba todo el ceremonial previo, toda la etapa de persuasión. Este tipo de comunicación debiera ser automático. Un hombre mira a una mujer y la mujer dice sí o no. Y a la inversa. Todo lo demás es cultura."


Mujeres y comida son los puntos cardinales de un detective treintañero que creará escuela en otros escritores (véase el comisario Montalbano de Camilleri). Vázquez Montalbán demostró que se podía hacer buena literatura policíaca española y narró la Transición desde los ojos de un detective escéptico pero entrañable.

Las Ramblas, Barcelona

No es una novela larga pero se hace más corta aún por la intensidad con la que está escrita. En ella el autor nos describe Barcelona, más que describirla la retrata, desde los lupanares a la alta burguesía, convirtiéndose también en una crónica social y política de la época.

Los diálogos son inteligentes, nada forzados y no hacen más que añadir realismo a la historia.

Vázquez Montalbán aprovecha el viaje de Carvalho a Holanda para comparar ambas sociedades: la española y la holandesa. La española, sumida en los finales del franquismo, reprimida, hipócrita, pobre, en la que muchos trabajadores se ven obligados a emigrar y otros muchos subsisten como pueden. La holandesa, una sociedad moderna, receptora de esos emigrantes, abierta y tolerante pero que mantiene sus características.
Precisamente el final del libro es otra de las cosas que más me ha gustado. Un final inesperado que me ha sorprendido y me ha fascinado por su complejidad mezclada con una gran sencillez, un final redondo que pone un broche de oro a esta corta e intensa historia de investigación, de asesinatos, de delitos, de policía, pero también de amor, de pasión, de sexo, de personajes cercanos, humanos, próximos, que nada más conocerlos resultan familiares.
 
La ciudad de Barcelona, vista desde Vallvidrerar, donde reside Pepe Carvalho
 

Y, por supuesto, una historia con un gran protagonista, el singular Pepe Carvalho, un gallego que vive en Barcelona, una ciudad a la que ama con todas sus fuerzas. Con la misma fuerza con la que ama a las mujeres y los placeres. El sexo, por supuesto, pero también la comida, porque Carvalho es un gran cocinero al que para resolver un crimen sólo le hace falta cocinar junto a la chimenea encendida de su casa, no importa que sea verano, situada en las faldas del Tibidabo.
 
ACTUALMENTE LEYENDO:  MUERTES DE PERRO  (Francisco Ayala)

LIBROS QUE HE LEIDO; LA CATEDRA DE LA CALAVERA (Margarita Torres)



EL AUTOR

Margarita Cecilia Torres Sevilla-Quiñones de León  (La Bañeza, 6 de abril de 1969 - ) es una medievalista española, profesora de Historia Medieval en la Universidad de León, cronista oficial de la ciudad de León y ponente del preámbulo del nuevo Estatuto de Autonomía de Castilla y León junto a Julio Valdeón Baruque.

Es licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de León en 1992, doctorada en Historia Medieval en 1997, profesora titular de esta materia en la misma universidad desde 1996 y tres veces académica correspondiente, de la Academia Hispano-Belga de Historia, de la Academia Melitense de la Soberana Orden de Malta y de la Real Academia Matritense de Genealogía y Heráldica.



Ha participado en siete proyectos de investigación y diversas publicaciones colectivas, y ha sido galardonada con el Primer Premio para Jóvenes Medievalistas de la Sociedad Española de Estudios Medievales (1999), con el Primer Premio Nacional de Genealogía, Heráldica y Nobiliaria (2000) y con el Premio “Florianne de Koskull” concedido por la Academia Internacional de Genealogía y Heráldica (2003).

EL LIBRO

1509. Una joven huye disfrazada de muchacho de una boda pactada, la suya, y busca protección en el hogar de la catedrática Luisa de Medrano. Una vez en Salamanca, oculta siempre bajo ropajes de hombre, conocerá a un truhán, y por otra parte brillante estudiante de medicina, con el que entablará una ambigua e intensa amistad. Junto a este personaje, a la citada Luisa de Medrano y al Maestrescuela investigará unos misteriosos asesinatos ocurridos en el ámbito universitario. Todos ellos se verán involucrados en un turbio caso en el que estarán complicados también la Inquisición y la Corona. La cátedra de la calavera narra los primeros pasos de una institución como la Universidad de Salamanca, creada en el siglo XII pero que empezó a tener renombre internacional cuando Isabel la Católica decidió convertirla en la Sorbona española, y nos sitúa, gracias a una espléndida prosa, en un siglo fascinante y convulso en el que el humanismo que ha irrumpido en Italia y que tras extenderse por Europa ha llegado a España, se enfrenta a la Inquisición ibérica que lucha por mantener un orden religioso establecido. La Universidad, en el medio de estas dos corrientes antagónicas, vive un periodo de gran intensidad y fertilidad intelectual. Un thriller histórico que además de dejarnos sin aliento, homenajea a una de las instituciones más importantes de nuestro país y devuelve el gran privilegio de ser la primera mujer catedrática de nuestra historia a Luisa de Medrano.

Fachada de la Universidad de Salamanca, en el patio de las Escuelas Mayores


IMPRESION PERSONAL

La escritora nos adentra en una Salamanca espectacular, una ciudad poderosa, donde el saber y el conocimiento impregna cada una de sus piedras. En esta ciudad Isabel la Católica depositó sus esperanzas para convertir a España en un referente intelectual durante su reinado, enfrentándose así a Cisneros, defensor de Alcalá de Henares. Y es en esta ciudad donde fueron guardados los planos de Colón, elemento crucial en la novela, ya que cada persona que abre el arcón donde están guardados, es asesinado.

La cátedra de la calavera narra los primeros pasos de una institución como la Universidad de Salamanca, creada en el siglo XII, pero que comenzó a tener renombre internacional cuando Isabel la Católica decidió convertirla en la Sorbona española, y nos sitúa, gracias a la claridad de su prosa, en un siglo sorprendente en el que el humanismo, que desde Italia y tras extenderse por Europa, ha llegado a España, se enfrenta a la Inquisición ibérica, que lucha por mantener un orden religioso establecido.

 A partir de aquí se desencadena una trama histórica con tintes de suspense, donde se mezclan la picaresca española de la época, el espíritu de Salamanca, la Inquisición española, las conspiraciones por el poder y la búsqueda de los planos de Colón... todo muy bien trenzado y con un ritmo ameno y trepidante.

Es una novela con un ritmo bastante rápido. Los acontecimientos se van sucediendo uno tras otro. Todo se inicia con el asesinato del catedrático de Astronomía de la Universidad, a quien también le roban un arca que contiene algunos de los mapas que Colón usó en su descubrimiento de América y que parecen confirmar que ya se conocían estas tierras antes. Y tras este primer asesinato, vendrán más.Todos tienen un rasgo en común: en todos aparece al lado de la víctima un víctor pintado con su sangre. Y la llegada del inquisidor nombrado por el cardenal Cisneros,  Fray Juan Ruíz de Montes en calidad de Visitador Real y tío del novio que Isabel Vargas, la protagonista de la historia, dejó plantado, perjudica aún más la situación de ésta y de su amigo Antonio Pimentel, quienes llevan su particular investigación de los hechos junto a Luisa de Medrano y el Maestrescuela de la Universidad.  Y ya no revelo más de la trama. Sólo decir que tiene un final que da un pequeño giro a la historia y que resulta un tanto sorprendente.


Biblioteca de la Universidad de Salamanca


Lo que más me ha gustado es la recreación de la época que hace la autora. La historia sucede tras la muerte de Isabel la Católica. Y ya sabemos que Juana, su hija, estuvo poco tiempo en el trono, ya que la temprana muerte de su marido Felipe, hizo que decidiera enterrarse en vida en el castillo de Tordesillas. Con el trono vacío, el Rey Católico, anciano y preocupado por otros problemas que tenía España en ese momento, decide que el Cardenal Cisneros asuma la regencia.  Franciscano e inquisidor, uno de los primeros objetivos del cardenal era hacer perder prestigio a la Universidad de Salamanca, en favor de la recién nacida Universidad de Alcalá de Henares, su favorita. Los enfrentamientos entre ambas Universidades serán continuas. Todo esto se ve perfectamente en esta novela y, además, como bien señala Isi, hace uso de un lenguaje parecido al de aquellos siglos, añadiéndole un toque de humor. Porque una de las cosas que más he agradecido de esta novela es precisamente esto: el humor. Algo poco habitual en una novela histórica. No es un humor que te arranca la carcajada, pero si te deja con la sonrisa en la cara mientras vas leyendo sus páginas.

Podemos concluir diciendo que La cátedra de la calavera es un delicioso libro de aventuras, amor y misterio.Margarita Torres se vale del lenguaje propio de la época para narrar los acontecimientos y para construir los diálogos, pero lo hace con tal maestría y sencillez que el efecto no es para nada cargante sino un aliciente más para la lectura de este precioso libro, dando como resultado el parecer que estamos leyendo un libro escrito en la época de los hechos que cuenta, que más tarde ha sido revisado para actualizarlo a la actual.

Muchos son los libros que hablan acerca de mujeres que en un mundo que les es adverso y les roba las oportunidades de progresar, consiguen alzarse y cumplir sus sueños, incluso obteniendo a veces el reconocimiento. También los hay acerca de mujeres que les tocó fingir ser hombres para poder alcanzar sus metas, siendo descubiertas al final o al conseguirlas no poder compartirlo con nadie. Éste no es uno de esos libros.

La forma en que Margarita Torres teje la trama, cómo hace que se relacionen los personajes, cómo se suceden los acontecimientos, los giros, los pasajes de acción, el tipo de lenguaje, la sencillez que no es “simple” sino elaborada y meditada, cómo sube la intensidad… todo desemboca en un final justo y merecido que para nada es fantasioso o irreal como si de una película de Disney se tratara.
Con un gran conocimiento histórico y haciendo un hábil uso de él, Margarita Torres no abruma ni cansa al lector, que pronto se verá transportado a los claustros y pasillos de la universidad de Salamanca como si los conociera de antes.

Cuarenta y un pequeños capítulos que sin duda harán las delicias del lector, como ya han hecho las mías: combates cuerpo a cuerpo espada en mano, romances naturales y otros que se quiebran, personas que ocultan pasados tenebrosos, conspiraciones y complots de los unos contra los otros, asesinatos sin resolver, acción, tensión y suspense que se mantienen hasta el final del libro.

ACTUALMENTE LEYENDO:  TATUAJE  (Manuel Vázquez Montalbán)

viernes, 6 de septiembre de 2013

LIBROS QUE HE LEIDO: UNA HEREDERA DE BARCELONA (Sergio Vila-Sanjuan)



EL AUTOR

Barcelona, 1957

Periodista y novelista. Tras licenciarse en Historia, fue becario Fulbright en la Universidad de Boston. Se dedica al periodismo cultural desde 1977. Ha trabajado como jefe de cultura de El Correo Catalán, redactor-jefe de El Noticiero Universal y desde 1987 en La Vanguardia, donde actualmente coordina el suplemento Cultura/s.


 
Especialista en temas literarios y del mundo del libro, ha estudiado la historia de la edición española en Pasando página. Autores y editores en la España democrática (2003) y distintos aspectos del mundo del libro internacional en El síndrome de Frankfurt (2007) y Código best seller (2011). Reunió una selección de sus artículos en Crónicas culturales (2004). En el año 2010 publicó su primera novela Una heredera de Barcelona. En el 2013, con la segunda, Estaba en el aire, ha ganado el premio Nadal.

Fue comisario del Año del Libro y la Lectura 2005 y es miembro de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona. En el terreno del arte es autor de la monografía Miquel Barceló (1984) y comisarió las exposiciones Realismo de vanguardia (1997) y Realismo en Cataluña (1999).

EL LIBRO

En la Barcelona de 1920 un joven abogado y periodista monárquico entra en relación con personajes muy diversos: una cabaretera agredida que no dice todo lo que sabe; un líder  anarquista que vacila entre el pactismo y la violencia; un general recién llegado a la ciudad para imponer el orden sin contemplaciones, y una bella y adinerada condesa decidida a mantener su independencia.
 
De  la  mano  de  Pablo  Vilar  nos desplazamos desde las grutas de los miserables en Montjuich a las fiestas  de  alta sociedad  en el Ritz o el Laberinto de Horta; y de las comunidades ácratas a los juzgados donde se imparte, o se demora, la justicia.  Mientras  la  ciudad roza su cénit, también Pablo teme que su juventud se esfume con el vendaval que se avecina.
 
La Rambla, de Barcelona, en los años 20
 
Inspirada en hechos y figuras reales, y en documentos del archivo familiar del autor, Una heredera de Barcelona propone una mirada diferente, e inédita hasta ahora, sobre un periodo complejo y deslumbrante.
 
IMPRESION PERSONAL
 
Con el recurso del manuscrito encontrado ? que, en este caso, no es excusa literaria sino realidad, pues Vila?Sanjuan idea la escritura de su primera novela a raíz de hallar una serie de documentos y el bosquejo de una novela en los cajones de su abuelo ? discurre ante nosotros este fresco histórico que hace revivir la Barcelona convulsa del pistolerismo y las encarnizadas luchas sociales al hilo de una intriga policial.

Sergio Vila-Sanjuán (Barcelona, 1957), periodista con larga trayectoria en la prensa cultural, hace su primera incursión en el campo de la novela con Una heredera de Barcelona. En sus páginas el autor ha aprovechado abundantes materiales de la memoria familiar, según explica en el prólogo. Aquí Vila-Sanjuán cuenta cómo a la muerte de su padre, en 2004, descubrió entre los papeles de su abuelo varios archivadores con textos inéditos, entre los cuales aparece un manuscrito con la narración autobiográfica de recuerdos de juventud, a caballo entre la crónica periodística y la novela. El autor del manuscrito es su abuelo, Pablo Vilar, abogado y periodista que murió en 1982, con 90 años.

El hallazgo constituye una muestra más del clásico procedimiento del manuscrito encontrado. Y la novela gana con ello mayor ilusión de verdad, pues está contada por su protagonista, a la vez que el autor aprovecha el recurso para situar su novela entre la realidad y la ficción y también para hacer autocrítica de la misma, después de reconocer que ha ordenado sus materiales y actualizado su lenguaje respetando expresiones que “transmiten cierto sabor de época”. El mayor acierto de la novela está en la pertinencia del manuscrito encontrado. Porque su empleo da verosimilitud a episodios cuya narración tanto pudo haber sido escrita por el abuelo, primer autor, como por el nieto en sus labores de documentación.

Una heredera de Barcelona se presenta como una crónica novelada, con episodios y personajes reales combinados con otros ficticios, de unos años especialmente violentos en la historia de Barcelona, entre 1919 y 1922, con prolongación de la historia novelada, mediante resúmenes narrativos, hasta el estallido de la guerra civil. Su primer autor opera como narrador protagonista en el relato autobiográfico de su ascenso en la vida social barcelonesa como abogado y periodista de ideología conservadora.

Y, al mismo tiempo, actúa como narrador testigo de una época convulsa por los radicales enfrentamientos entre los anarquistas y las fuerzas del orden que llevaron el caos y el terror a la ciudad, hasta desembocar en la dictadura del general Primo de Rivera. Ambas facetas del narrador primero quedan unidas por su relación directa con algunos personajes importantes de la época, como la bella e indómita condesa Isabel Enrich (la “heredera” destacada en el título), el anarquista Ángel Lacalle y el Gobernador Civil de Barcelona. 


Imagen real de Isabel Llorach, personaje en el que se inspira el relato


Una heredera de Barcelona nos explica en primera persona las diferencias sociales, el contraste de la riqueza y la pobreza, la burguesia y los obreros con el movimiento anarquista en ebullición y el movimiento monárquico tambien en auge; los dos eran fuertes en la época ( los anarquistas estan representados por el personaje Ángel Lacalle " alter ego' de Angel Pestaña).

Otro de los personajes que Sergio Vila-Sanjuan incluye en el relato es Isabel Enrich, quien da titulo a la novela, inspirada en la también rica heredera Isabel Llorach, liberada y adinerada viviendo en la zona de Pedralbes.

Eduardo Dato fue el mentor del abuelo del autor por lo que le incluye en un episodio.

La Barcelona de los años 20 está reflejada también con los bajos fondos en las cuevas de Montjuïc y las comunas anarquistas que los retrata como si fueran los hippys de la época por la vida vegetariana y el nudismo que practicaban enfrentádose al anarquismo de las armas y bombas callejeras.

Una Barcelona decadente representada por una aristocrácia y una burguesia monárquica que mas tarde estos mismos apoyaron la dictadura de Primo de Rivera.

Pablo Vilar es el protagonista de la novela que siendo politicamente conservador se autodenomina monárquico impenitente y un católico penitente; aún así le gusta lo "picante" de la vida: del ambiente del Paralelo pasaba al ambiente de Pedralbes, dos zonas de Barcelona contrapuestas. Del ambiente del Paralelo sale otro personaje que es Ernesto Vilches, actor y empresario, amigo de María Nilo que le contrata como abogado de turno de oficio conectando así, a tavés de ella, con los anarquistas.


 La narración apoya su dinamismo e intriga en la sucesión de contrastes violentos entre los defensores del orden y los anarquistas, los trogloditas que habitan en las cuevas de Montjuich y el lujo en las fiestas sociales de la alta sociedad barcelonesa, entre otros ambientes opuestos unidos por la presencia en ellos de Pablo Vilar e Isabel Enrich, capaz de defender su clase social conduciendo un autobús para evitar las consecuencias de una huelga de transportes y, a la vez, financiar una comuna anarquista de inspiración tolstoiana.

Animación nocturna en el Paralelo, en los años 20
 

A este relato de historia y sociedad se suma la violenta cadena de atentados, que contrasta con el jolgorio de la ciudad en sus espectáculos del Paralelo. En suma, una novela entretenida que recrea unos años de Barcelona, con mayor cercanía a las novelas de Ruiz Zafón que a La verdad sobre el caso Savolta, y que entona un canto de cisne por una época que llega a su final.

  
Con un estilo decimonónico, en el que se siente muy a gusto, Sergio Vila?Sanjuán vuela, y el lector con él, a esa Barcelona de 1920 que revive con brío en sus páginas. Se nota en Una heredera de Barcelona la ardua labor de investigación de su autor, el prolijo trabajo de documentación en hemerotecas, sin que ello merme el interés literario de la obra. Maneja con soltura Vila?Sanjuán un elenco de personajes variadísimo que va desde los pistoleros de la patronal a los anarquistas utópicos y violentos, de los burgueses y aristócratas barceloneses a los duros militares que detentan el orden público de la ciudad. La novela se mueve con igual soltura y gracia en las cuevas de Montjuich como en las sofisticadas fiestas del Laberinto de Horta, en los círculos del naturismo ácrata como en los salones exclusivos del Ritz, recopila multitud de anécdotas, es brillante en sus cuidadosas descripciones de la forma de vida de esos años, está repleta de reflexiones ideológicas y apuntes políticos que iluminan su trama y hay, en toda ella, un alarde de exquisitez literaria de otra época.

Es Una heredera de Barcelona, ante todo, una novela que se lee con sumo placer, porque está muy bien escrita, perfectamente hilvanada y no decae en ningún momento. Y lo mejor que puede decirse de ella es que parece obra de alguno de los mejores novelistas del siglo XIX.

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