lunes, 28 de abril de 2014

VIOLETAS DE MARZO (Philip Kerr)



EL AUTOR

Philip Kerr (Edimburgo, Escocia, 1956) es un escritor británico.

Estudió en la universidad de Birmingham y obtuvo un máster en leyes en 1980; trabajó como redactor publicitario para varias compañías, entre ellas Saatchi & Saatchi, antes de consagrarse definitivamente a la escritura en 1989 con Violetas de Marzo (March Violets), obra con la que inició una serie de thrillers históricos ambientados en la Alemania nazi conocida como "Trilogía berlinesa" (también llamada "Berlin Noir"), protagonizada por el detective alemán Bernhard "Bernie" Gunther.



El resto de su obra suele ser novela negra o policíaca, y se ambienta en distintas épocas, incluso futuras, como por ejemplo Una investigación filosófica (A Philosophical Investigation). En 2009 obtuvo el III Premio RBA de Novela Negra, el de mayor dotación de su especialidad (125.000 euros), por Si los muertos no resucitan, cuya historia transcurre en un Berlín en pleno apogeo del nazismo, poco antes de las Olimpiadas y la II Guerra Mundial. Este título forma parte de la "serie Bernie Gunther".

Además de escribir para el Sunday Times, Evening Standard y New Statesman, ha publicado novelas orientadas al público juveniles, firmadas bajo el nombre de P. B. Kerr, en la serie "Los hijos de la lámpara" (Children of the Lamp), como El enigma de Akenatón, La Djinn Azul de Babilonia o La cobra rey de Katmandú.

Vive en Londres con su mujer, la escritora Jane Thynne, y sus tres hijos.

EL LIBRO

Datos del libro
  • Nº de páginas: 320 págs.
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • Editoral: RBA LIBROS
  • Lengua: CASTELLANO
  • ISBN: 9788498676648


Berlín 1936. Bernie Gunther es un detective privado, ex-policía de la Kripo, especializado en la localización de personas desaparecidas, sobre todo judíos; un trabajo bastante lucrativo en una Alemania que, en pleno apogeo del nazismo, se prepara para albergar los Juegos Olímpicos y de manera más discreta para una posible guerra. Años atrás, en el frente turco durante la I Guerra Mundial, Gunther consiguió la Cruz de Hierro y más tarde, en su etapa como policía, obtuvo cierta notoriedad cuando resolvió el caso de un estrangulador llamado Gormann.

En Violetas de marzo Gunther es contratado por un importante empresario del acero que le encarga una doble misión: descubrir al asesino de su hija y su yerno (un alto cargo de las SS), y recuperar un collar de diamantes robado durante el asesinato. Lo que inicialmente parece ser un caso relacionado con el mercado negro y el hampa se convertirá para Gunther en una inmersión en las peligrosas luchas de poder existentes entre las diferentes facciones del Partido Nazi. Una peligrosa investigación que obligará a Gunther a trabajar tanto para el Primer Ministro Hermann Goering como para el general de las SS Reinhard Heydrich, lugarteniente de Himmler.

IMPRESION PERSONAL

Es ésta la primera novela de una serie denominada Berlin Noir, que en principio sería Trilogía y que después ha ido creciendo hasta alcanzar el titulo octavo, donde Philip Kerr crea a un detective que lo hace vivir y trabajar en pleno régimen nazi o a las consecuencias del régimen hitleriano. Nadie lo había hecho hasta él, sobre todo con la inmersión absoluta que él maneja y que permite al lector sentir que pasea por la vida cotidiana de aquel tiempo de aquel espacio. Pero sobre todo está su exquisita calidad, a nivel de los grandes autores de la novela policial, como Hammet o Chandler. Ha construido poderosas aventuras detectivesca, con impecables descripciones de la época y tramas perfectamente armadas. Y ha construido un nuevo detective para incrustarlo en la mitología del género: Bernie Gunther.

Se llamó violetas de marzo a aquellos oportunistas, que se afiliaron al partido nazi una vez hubo ganado las elecciones y que para demostrar su valía y su grado de compromiso llegaron a hacer verdaderas salvajadas, mucho más crueles que aquellos que militaron en el partido desde sus inicios.

Quizás no estuvieran tan comprometidos con la causa, pero había que parecerlo. Tal y como sucedió en España tras la Guerra Civil, estos violetas de marzo, ascendieron rápidamente a puestos de poder, se enriquecieron, y con gran crueldad manejaron el destino de aquellos que disentían.
 
Como en todos los libros que no se conciben como únicos en el primero se hace hincapié en el detective, y en este llegamos a conocer bastante bien la personalidad de Gunther y su aspecto físico.

Nos encontramos ante un hombre de pelo rubio, ojos azules, y nariz rota, físicamente no encaja mucho dentro de los detectives de la época que solían ser duros, por contra nos encontramos un bocazas, cínico, sarcástico, oportunista, honesto, valiente a pesar de saber donde verter sus opiniones, con un humor negro algo peculiar.

Mujeriego, pero fiel a una mujer mientras le dura, y muy apegado a su hierro (pistola) que no duda en utilizar cuando se ve en peligro, demasiado apegado al alcohol hace honor a uno de los tópicos más comunes de los detectives americanos.
 
La Alexanderplatz en 1936, centro neurálgico de Berlín y donde se situa la oficina del protagonista
 

En ocasiones me he planteado como un hombre tan inteligente como él vertía sus opiniones sobre el régimen  establecido con tanta ligereza, porque aunque sabía donde hablaba, nunca podía saber con quién se la jugaba. Y aún estando tan en contra de los nazis no duda en colaborar con ellos, o mejor dicho en trabajar para ellos con tal de salvar el pellejo. Quizás de la novela lo que más me ha chocado es la forma de ser del detective, cuesta creer que en los años 30 en Alemania alguien pudiera estar en contra del régimen tan abiertamente y no pagarlo con la vida.
 
La historia va de menos a más , comienza presentándonos al personaje y explicándonos las razones por las que abandonó el cuerpo de policía para dedicarse a buscar sobre todo personas desaparecidas, un trabajo muy cotizado en una época en que los judíos solían desaparecer muy a menudo, por lo tanto aunque no es lo que más le gustaba a Bernie el salario lo tenía más que asegurado.

La trama se complica cuando entra en escena un rico empresario del metal cuya hija y yerno han sido asesinado y quiere recuperar unos papeles comprometedores que el ladrón se llevo de la caja fuerte de su hija, junto un  collar de diamantes. No podía imaginar Bernie en que berenjenal se estaba metiendo a pesar de que la investigación avanza a duras penas y es incapaz de interpretar pistas que tenía delante de las narices.

Puede que sea el momento en que la trama se bifurca cuando también la novela da una vuelta de tuerca hacia la crueldad, el autor no nos ahorra ningún detalle, y sobre todo hacía el final hay escenas muy desagradables, propias de unos salvajes sin alma y de un millonario dispuesto a salvar su reputación a cualquier precio. Pienso que la novela merece ser descubierta a pequeños sorbos, por ese motivo no voy hablaros de los personajes, el principal es el detective y le he dedicado su momento de gloria.

La historia está ambientada en el Berlin de las Olimpiadas, el régimen de Hitler está haciendo verdaderos esfuerzos para mostrar su cara más amable a Europa y al mundo entero en general y en ese sentido la ambientación está muy lograda, y parte de la culpa la tiene la ironía que destila toda la novela de la mano de su detective protagonista, si te gusta la historia y el periodo de entreguerras este es un buen exponente.

Como en toda novela desarrollada en un periodo histórico en particular el autor hace desfilar por sus páginas personajes reales, y los sitúa en sus funciones, casi hace coincidir a dos enemigos acérrimos Goebbels y Himmler,  ambos protagonistas de una gran crueldad tanto dentro como fuera de las páginas de esta novela.
 
Hotel Adlon, en pleno bulevar Unter den Linden. el más lujoso del Berlín de entreguerras y donde también trabajó Gunther como detective del hotel.
 
 
No es Violetas de Marzo una novela histórica propiamente dicha. Pero sin embargo buena parte de su interés deriva precisamente de la ambientación histórica de la misma, de situar una acción de auténtica novela negra durante este periodo histórico y además con protagonistas alemanes (aunque el autor sea escocés).
 
Como ya he comentado es innegable la influencia de los maestros del género negro clásico como Raymond Chandler, algo que por otra parte no se oculta. Una buena pista para decidir si te interesa o no leer esta novela, porque si Chandler está entre tus favoritos, no te defraudará esta novela.
 
No pretendo con ello decir que el alumno supere al maestro, pero si es cierto que se mantiene ese espíritu cínico, de chispa y agilidad en las respuestas y los comentarios, de ese humor un tanto negro (cuando no negrísimo) que a mi personalmente me gusta mucho.
 
Sumadle a eso la originalidad del planteamiento, de la ubicación histórica de la novela, que la convierten en algo distinto y de un personaje central bien definido e interesante, como para animaros a leer esta novela a los amantes del género.
 
ACTUALMENTE LEYENDO:  LA CASA DE LOS SIETE TEJADOS  (Nathaniel Hawthorne)

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