domingo, 2 de septiembre de 2012

LIBROS QUE HE LEIDO: EL MAPA DEL CREADOR (Emilio Calderón)



EL AUTOR



Emilio Calderón (Málaga, 1960) es historiador, editor y escritor. Durante diez años se dedicó exclusivamente a la literatura infantil y juvenil y publicó, entre otras, Continúan los crímenes en Roma, Julieta sin Romeo, El último crimen de Pompeya y El misterio de la habitación cerrada. Su primera novela para adultos, El mapa del creador, fue editada en 2006, después de disfrutar de una beca de creación literaria en la Real Academia de España en Roma. Esta obra se convirtió inmediatamente en un éxito internacional y ha sido publicada en veintitrés países. En septiembre de 2007 publicó El secreto de la porcelana, y en junio de 2008 El judío de Shanghai (XIII Premio de novela Fernando Lara, Planeta), que ya ha sido traducida al inglés, y cuyos derechos se han vendido también en Alemania, Holanda, Rumanía, Ucrania y Croacia.
En octubre de 2009 fue Finalista del Premio Planeta con la obra La bailarina y el inglés, y en noviembre del mismo año, fue galardonado con un Micrófono de Plata de la Asociación de profesionales de Radio y Televisión de la Región de Murcia por su aportación al mundo de la cultura.
Los sauces de Hiroshima (Editorial Planeta), su última novela, acaba de ser publicada en octubre de 2011 y está siendo traducida al inglés.
 
EL LIBRO
 
 
 
En la Roma de Mussolini, y mientras en España se libra la guerra civil, la Academia Española de Bellas Artes vive momentos de incertidumbre.

La situación económica de la institución es insostenible por la falta de medios materiales, y ni siquiera están garantizados los víveres. Así las cosas, José María, un pensionado de la casa, estudioso de la arquitectura fascista, y Montse, una joven catalana cuya familia, simpatizante de los insurrectos, ha tenido que huir de Barcelona y buscar refugio en la Academia, deciden vender un lote de libros de la biblioteca para conseguir dinero.

El comprador es un jerarca fascista, el príncipe Junio Valerio Cima Vivarini a cuyos perversos encantos la adolescente burguesa no puede resistirse... «Desde luego he cometido muchos pecados, incluso he matado a una persona, pero el mayor error de mi vida ha sido amar a dos hombres a la vez. ¿Acaso eso no lo explica todo?» Montse Lo que ni José María ni Montse saben —pero Junio sí— es que uno de los ejemplares esconde un misterioso secreto que persiguen los nazis y que el Vaticano pretende ocultar a toda costa. «¿Cuándo aprenderemos los hombres que las respuestas a nuestros problemas no se encuentran en la oscuridad?» Padre Sansovino. A partir de ese momento, los jóvenes se verán involucrados en una extraña red de espionaje en la que nadie es lo que parece ser. «Fuimos víctimas de una época y de un mundo dominados por los verdugos.» José María Al final, el peso de lo que se oculta resultará decisivo. Partiendo de un hecho real, El Mapa del Creador recrea la Roma de la Segunda Guerra Mundial, la ocupación nazi de la capital italiana y las creencias esotéricas de alguno de los más destacados dirigentes del Tercer Reich, cuya influencia resultó decisiva en el devenir de la guerra.
 
El mapa del Creador se inicia en el año 1952, con la muerte del príncipe Junio Valerio Cima Vivarini y supone un ejercicio de retrospección por parte del narrador, José María, un arquitecto español pensionado en la Academia Española de Bellas Artes de Roma.
Este joven desgrana todos los años que le llevan de no tener ninguna conciencia política a tener un espíritu de sacrificio y lucha que hacen que su vida peligre en más de una ocasión.

En la Academia coinciden un grupo de españoles, a la espera de que Franco gane la Guerra, quienes, mientras tanto, han de ingeniárselas para vivir. Uno medio es vender los libros de la biblioteca de la Academia y en uno de esos libros se encuentra el secreto del “mapa del Creador” perseguido por los nazis y mantenido en secreto por el Vaticano.
José María y Montse, otra exiliada en la casa, con quien vive una historia de amor desigual, se convierten en piezas de una red de espionaje que no sabemos dónde nos llevará y que tienen en el principio Junio el origen del misterio, aunque eso no se descubre hasta el final, gracias a una carta del propio príncipe. Ahora bien, el lector deberá descubrir este final impactante a través de la lectura

Real Academia Española (Roma)

 
IMPRESION PERSONAL
 
Si metemos en una coctelera palabras como mapa, códice, manuscrito, pergamino, ecuación o código, por un lado, y Dios, Vaticano, Da Vinci, Dante o Creador por el otro, y la agitamos bien, obtendremos un producto similar a los cientos de libros que hoy pueblan los anaqueles de nuestras librerías.

Y es que el cuerno de la abundancia de la oportuna estela dejada por títulos que todos tenemos en mente, – y cuya escasa calidad literaria está fuera de toda duda -, sigue proporcionando un filón para aquellos autores que han encontrado en las incógnitas de la Historia – aunque algunas de ellas ni siquiera hayan ocupado cinco minutos en programas de TV de dudosa credibilidad y de elevadas audiencias-,la ocasión de hacerse un hueco en el panorama literario actual.
Nos encontramos frente a una novela presentada por la propia editorial como de misterio, y por su autor como de espionaje, y que en la cubierta muestra la siguiente frase:
El Tercer Reich persigue un libro que da respuesta a la mayoría de los misterios esotéricos que apuntalan sus creencias…
El mapa en cuestión, lejos de ser el hilo conductor de la trama, – un hilo que amenaza con quebrarse en cualquier momento-, se limita a ser un reclamo publicitario, incluyendo palabras-imán como “Tercer Reich” o “misterios esotéricos”, que por usadas y abusadas diluyen su significado, para introducirnos en una novela con personajes superficiales y caricaturescos, desarrollo irregular, episodios prescindibles, limitado argumento, diálogos simples y páginas llenas de tópicos.
Y no tengo nada contra los libros en los que no pasa nada. De hecho me considero un admirador y apasionado de la literatura decimonónica, la cual hace gala en muchos casos, -y salvo las excepciones por todos conocidas de la literatura de aventuras o la de misterio, por poner dos ejemplos-, de ausencia de argumentos vertiginosos, giros espectaculares de la trama o misterios por resolver. Pero es que la literatura costumbrista no se vende como novela de misterio o espionaje.
El autor, tras un breve esbozo del papel que jugará el misterioso mapa en la novela, (escaso papel, por cierto), nos sumerge en un relato lento, desapasionado, sin fuerza, abundante en descripciones de la Ciudad Eterna , -donde transcurren parte de los hechos-, antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial, y donde Emilio Calderón, – licenciado en Historia Moderna-, se explaya para recordarnos que, beca mediante, pasó un año en la Real Academia de España en Roma.
Tras un comienzo estereotipado y mil veces repetido, encontramos una meseta dedesarrollo plano, con pequeñas llamadas de atención que incluyen términos como assassini, ántrax, Santo Grial, pasillo vaticano, Mengele o líneas de poder, flotando dispersas en un “totum revolutum”, y que, en un intento desesperado, intentan atrapar el interés de un lector que se pierde entre ciudades y personajes sin trabazón, y con un final precipitado, donde se intenta añadir toda la tensión de la que carece la novela.
Y es que lo que debería ser el acompañamiento musical se transforma en una sinfonía atonal, mientras vemos cómo el protagonista, perdido en su vida real, se difumina también entre personajes de escasa relevancia, acontecimientos inútiles, hechos superfluos, divagaciones pasadas y anticipaciones futuras.

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