sábado, 29 de septiembre de 2012

LIBROS QUE HE LEIDO: 1969 (Jerónimo Tristante)



EL AUTOR

Jerónimo Tristante nació en Murcia en 1969. Estudió Biología en la Universidad de Murcia y tras desempeñar diversos trabajos, actualmente es profesor de Biología y Geología de educación secundaria. Tras la publicación del libro de poemas Amanece en verde,  publica en 2001 su primera novela, Crónica de Jufré. Ha sido traducido al italiano, al francés y al polaco.

Tristante escribe novelas de misterio y aventuras. Se caracteriza por su rigurosa documentación histórica, reflejada en su prosa y en la ambientación de situaciones y personajes. En el conjunto de la narración el elemento histórico constituye el marco tan solo para el desarrollo del argumento, en la que predomina la acción y la intriga.



Hasta el momento ha publicado siete novelas, la primera con su nombre completo, la segunda como Jero Salmerón y el resto como Jerónimo Tristante:
  • Crónica de Jufré (2003) cuenta la historia a través de un cura de origen francés y dudosa reputación, obligado a huir de su país, que entra al servicio de un noble aragonés , Berenguer de Jufré. Berenguer lucha contra los moros y aparece caracterizado como un hombre de armas típico de la época, pero que ve alterada su personalidad tras sufrir un golpe en la cabeza. A partir de ese momento sufre una transformación repudiando la violencia y la guerra y adoptando costumbres extrañas, llegando por ello a ser encarcelado por la Inquisición. Bernardo, el cura renegado, intenta ayudar a su señor descubriendo que ha adoptado la personalidad de un hombre que pertenece al futuro y que no sabe adaptarse a la época en la que vive.
  • El misterio de la casa Aranda (2008) es la primera entrega de una serie protagonizada por Víctor Ros, policía que ha adquirido su conocimiento del mundo del crimen por haber sido él mismo un delincuente. Esta ambientada en el Madrid de finales del siglo XIX. Se enfrenta a dos casos: el de una casa y un extraño libro que provocan que las mujeres que viven en ella asesinen a sus maridos y una serie de asesinatos de prostitutas. Los personajes se mueven por salones de clases privilegiadas, tertulias literarias, en el agitado ambiente de político y social del momento.
  • El caso de la viuda negra (2008) es la segunda entrega de la serie protagonizada por Víctor Ros, que en esta ocasión deberá viajar a Córdoba para investigar el robo de un dedo de la mano al cadáver del coronel Ansuátegui mientras permanecía en el depósito del cementerio. Además investigará también el caso de la sospechosa muerte del Marqués de la Entrada, un anciano casado con Lucía Alonso, una joven amiga de Clara, la esposa del policía.
  • El tesoro de los nazareos (2009) está ambientada en la Edad Media y los misterios que rodearon a los Caballeros Templarios. En esta ocasión, el misterio gira alrededor del chantaje que se realiza al Papado.
  • 1969 (2009) Novela ambientada en el tardofranquismo español, exponente del más puro estilo de género negro. Retrata la Murcia provinciana de la época, con un estilo fílmico que sitúa al lector entre una “road-movie” y un film de Sam Peckinpah.
  • El enigma de la calle Calabria (2010). Tercera entrega de la serie que protagoniza Víctor Ros. La novela se desarrolla en la Barcelona de finales del siglo XIX.
  • El Valle de las Sombras (2011). Novela que narra la amistad entre un republicano y un fascista tras la Guerra Civil, en la construcción del Valle de los Caídos. Ambos superarán sus diferencias e investigarán un misterioso asesinato.
EL LIBRO

Murcia, Nochebuena de 1968. Julio Alsina, un policía apegado al Licor 43 y al que su mujer dejó por un compañero, debe hacer las guardias todos los días de fiesta. Por eso no es de extrañar que, cuando recibe el aviso de que una mujer se ha arrojado desde el campanario, se alegre ante la perspectiva de participar en un caso de verdad que le permita demostrar su valía. La suicida resulta ser una prostituta de lujo, y Alsina decide tirar de la cuerda y averiguar lo que se esconde detrás de este caso, a pesar de las reticencias de sus superiores.


Catedral de Murcia


La investigación lo lleva a una localidad, La Tercia, donde Julio conoce a Rosa Gil, un vecina soltera de la Sección Femenina que, a pesar de la primera impresión, logra reavivar viejos sentimientos en él. Juntos se encontrarán con un pueblo consternado por otras desapariciones e incluso con un asesino. Los lugareños están asustados, el cura hace procesiones de rogativa y un ufólogo investiga por los alrededores. ¿Qué está ocurriendo en ese lugar? ¿Es algo paranormal o hay un asesino que actúa en la zona? 

El llamado milagro económico, la irrupción de la televisión en los hogares, las luchas internas de los distintos sectores del franquismo, las primeras algaradas estudiantiles y la llegada del hombre a la Luna son el decorado de esta obra de intriga en la que Jerónimo Tristante nos plantea un gran misterio relacionado con uno de los eventos clave de la historia del siglo XX

IMPRESION PERSONAL

Tristante, que con su espléndida serie de Víctor Ros -El misterio de la casa Aranda y El caso de la viuda negra, hasta el momento-, nos está contando los últimos años del Siglo XIX en España con una pericia para reducir la Historia a un elemento narrativo más, perfectamente articulado con el resto, como muy pocos autores de la actual Novela Histórica saben hacer en este país, se nos ha venido a los sesenta del siglo pasado, y por empezar a contar esos años por algún sitio, lo hace por Julio Alsina, un policía manso, muy tocado ya por la mala suerte y el alcohol, un tipo acabado que se encuentra en el fondo de una de sus desastradas navidades a una puta suicidada invisible para todos excepto para él, que casi desde el principio es la oportunidad de redención que no buscaba, y que termina haciendo saltar por los aires las realidades de todos cuantos lo rodean; desde el cadáver llega a los sucesos casi sobrenaturales que están ocurriendo en La Tercia, un poblacho cercano a Murcia, y desde el pueblo, bajando, llega a los cimientos de la sociedad del momento. Hasta ese punto, todo bien, dentro de las convenciones del género, normal, el enredo podría haber transcurrido en casi cualquier sitio o momento. Pero no.


Poblado de La Tercia (Murcia)


A partir de aquí, el autor, en vez de pretender provocar el estupor de los lectores introduciendo lo descabellado o buscando el disturbio a través de la fractura del desarrollo de la trama, comienza a trabajar desde dentro, y con mucho tiento y detalle, sin perder de vista su propósito final -la luna, en este texto, es mucho más que un ornamento poético; sigan mi consejo: provoquen al spoiler, hagan que les cuenten el final de la obra y comprobarán como se les agiganta la necesidad de leerla; sólo con las composiciones verdaderamente singulares ocurre algo así-, mientras nos permite avanzar en la investigación junto al policía, siempre combinando con todo dominio las técnicas del melodrama y el policiaco, nos lleva a descubrir que nada es lo que es, que el descubrimiento de América fue sólo un montaje de los infaustos Reyes Católicos, que aquel mundo pacificado y ya apacible de finales de los sesenta, en pleno milagro de crecimiento económico, no era más que el falso decorado de uno de los circuitos de poder absoluto más espeluznantes de nuestra Historia, más por las apariencias de bonanza tras el que se escondía y mucho más por lo poco que la literatura se ha ocupado de desvelarlo. La vida sometida a un invisible tribunal de carniceros timbrados con el yugo y las flechas en sus camisas azules y la sanguinaria cruz al fondo.

Con una pasmosa facilidad para la mirada costumbrista, el sentido del humor que sólo despliegan los naturalmente dotados para ello, una Murcia muy presente y extraordinariamente bien contada, gran habilidad para darnos documento en las medidas justas y un entramado narrativo a prueba de visionarios y revisionistas, Jerónimo Tristante ha conseguido armar una novela irrefutable, compacta, siempre efectiva, sin fisuras, momentos más que conmovedores, impregnada de una autenticidad que la cruza de principio a fin. Así tenemos, por ejemplos referencias al coñac Fundador, el chicle Cheiw, los pastelitos Tigreton y Bony y un largo etcetera de articulos y productos de la epoca, que evocamos con nostalgia los que, aunque niños como es mi caso, vivíamos en aquellos años.

Es difícil hablar del desarrollo de 1969 sin desvelar nada del argumento. La trama, contada en algo menos de 400 páginas, crece a un ritmo trepidante, consiguiendo en el lector un efecto curioso: a medida que la investigación avanza, crece el desconcierto ante las inconexas averiguaciones. Todo ello queda aderezado con un elenco de personajes que satisfacen plenamente todas las necesidades de la novela. Entre ellos destacan fundamentalmente dos: Rosa, falangista y miembro de la Sección Femenina, y Joaquín Ruiz Funes, uno de los mejores amigos de Julio. No obstante, 1969 podría considerarse como una obra grupal, donde abundan los personajes secundarios, pero que aportan también su pequeños avances para la trama. En otras palabras, hacia mitad de la novela el lector se encuentra inmerso en un enfrentamiento de bandos ideológicos, protagonizado por el suicidio (o presunto asesinato) de Ivonne, la desaparición de su amiga Veronique, el paradero desconocido de dos cazadores (y de su perro) y la ausencia de una pareja de enamorados. Previamente, el asesinato macabro de una chica llamada Antonia en los aledaños de aquel entorno, y con cuya historia empieza este título, acabará también convirtiéndose en un punto relevante de la narración.  

En otras palabras, 1969 aúna un contexto conflictivo con unos personajes del día a día murciano, los cuales se involucrarán en una trama de dimensiones incalculables (y no es una exageración). Los capítulos relativamente cortos y el ritmo imparable del relato consiguen a la perfección que el lector no desee interrumpir la historia, manteniéndolo en vilo con cada pesquisa de Julio Alsina. Pero, sin ningún tipo de duda, lo más sorprendente llega con los episodios finales, que regalan un desenlace bastante sorprendente e inesperado, con escenas tensas cargadas de acción. 
 
Por poner algún pero a la trama, reseñar que el final es algo precipitado y, ciertamente, poco creíble y lamento no poder extenderme más, ya que sería desvelar el fondo de la trama novelesca lo cual ciertamente sería una pena para los futuros lectores de ésta espléndida novela. Significar no obstante que subyace en todo el argumento una lucha entre bandos franquistas, los llamados búnker (falangistas exaltados y violentos) y los tecnócratas, más aperturistas, sobre todo en temas de relaciones exteriores y económicos. Bonita lucha pero, desgraciadamente, en 1969 ya no existía tal pulso de fuerza, pués los tecnócratas hacía varios años que se habían hecho con las riendas reales del poder en aquella España. Un pequeño fallo que, no obstante, no empaña la bien urdida trama.
 
ACTUALMENTE LEYENDO:  LOS CABALLEROS DE SALOMON  (Steve Berry)


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