lunes, 9 de septiembre de 2013

LIBROS QUE HE LEIDO; TATUAJE (Manuel Vázquez Montalbán)



EL AUTOR

Manuel Vázquez Montalbán (Barcelona, España, 27 de julio de 1939 - Bangkok, Tailandia, 18 de octubre de 2003) fue un escritor español conocido sobre todo por sus novelas protagonizadas por el detective Pepe Carvalho.

Personalidad casi inabarcable, se definió a sí mismo como "periodista, novelista, poeta, ensayista, antólogo, prologuista, humorista, crítico, gastrónomo, culé y prolífico en general", campos todos en los que destacó.

Hijo único de una modista y de un militante del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), no conoció a su padre hasta los 5 años, después de que éste saliera de la cárcel. Él mismo militaría más tarde en ese partido, tras su paso por el Frente de Liberación Popular (FELIPE) ingresaría en 1961 en el PSUC y llegaría a ser miembro de su Comité Central, así como también en Iniciativa per Catalunya (ICV).

Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Barcelona y Periodismo en la Escuela de Periodismo de Barcelona.

En 1962  un consejo de guerra lo condenó a tres años de prisión por sus actividades políticas, y fue en la cárcel de Lérida donde escribió su primer libro, el ensayo Informe sobre la información.

Después de su estancia en prisión, comienza su carrera periodística en la revista Triunfo bajo el seudónimo Sixto Cámara. Colabora en diversas publicaciones como Siglo XX, Tele/Xprés, Por Favor y más tarde en El País e Interviú, en los que escribió hasta su muerte.



En 1966 nació su único hijo, Daniel Vázquez Sallés, que se convertiría también en escritor y le daría dos nietos: Daniel y Marc. A su esposa, la historiadora Anna Sallés, la había conocido en la universidad.

En 1967 publicó su primer poemario, Una educación sentimental, seguido en 1969 por Movimientos sin éxito. Ese mismo año aparece la novela Recordando a Dardé, acompañada por una serie de relatos; se trata de su primera incursión en la narrativa. En 1972 publicó la primera novela en la que el protagonista es el detective privado Pepe Carvalho, su personaje más popular, titulada Yo maté a Kennedy.

En 1995 recibió Premio Nacional de las Letras Españolas en reconocimiento a toda su obra.

Vázquez Montalbán murió el 18 de octubre de 2003 debido a un paro cardíaco en el aeropuerto de Bangkok, la capital de Tailandia. Tenía 64 años.

El 3 de febrero de 2009 se inauguró en Barcelona la plaza Manuel Vázquez Montalbán, situada entre la calle de Sant Rafael y la Rambla del Raval, cerca de donde nació el escritor.

EL LIBRO

Pepe Carvalho ha dejado la CIA tras 9 prometedores años y cuando iba a ser ascendido. Ahora es detective privado. Dejó la CIA sin haber ahorrado ni un duro y ahora quiere ser su propio patrón, vivir tranquilo y ahorrar para la vejez, pues ya tiene 40 años y hay que ir pensando en ello.
 
El cadáver de un bañista con el rostro descompuesto e irreconocible aparece en la playa y el dueño de una peluquería de barrio contrata a Carvalho para que averigüe el nombre del cadáver. No quiere más que eso y está dispuesto a pagar bien. Demasiado bien. No quiere ir a la policía y prefiere pagar a Carvalho para que lo averigüe sin tener que implicarse él mismo.
 
El asunto es un poco raro, pero un escéptico Carvalho no pregunta nada más y acepta el encargo.
 
Carvalho tampoco quiere ir a la policía y prefiere investigar utilizando sus propios recursos. Éstos le llevarán de Barcelona a Holanda y vuelta a Barcelona. El nombre del muerto lo averigua con relativa rapidez, pero la manera que tiene de ir enredándose el caso cada vez más, hace que quiera investigar por su cuenta. Incluso cuando vuelve a Barcelona con la información solicitada por su cliente, nuestro detective sigue investigando por su cuenta.
 
Vázquez Montalbán nos presenta en esta primera novela de Carvalho, no sólo a su protagonista, sino también a los personajes secundarios que aparecerán en otras historias de este detective.




IMPRESION PERSONAL

"Tatuaje" es el segundo libro de la "saga Carvalho" de Vázquez-Montalbán. Y si bien el primero era un un libro un poco raro, este ya responde claramente a su naturaleza de novela negra. El personaje principal está más definido y se acentúa su gusto por la gastronomía: el gusto por el buen vino y otras bebidas (como el homenaje a la ginebra holandesa y de cómo se ha de consumir), también la elección de buenos restaurantes y los guisos que él mismo se prepara  a horas intempestivas, como la caldeirada que describe detalladamente.

Carvalho es un detective privado con una personalidad compleja y contradictoria, cuyas aventuras sirven al autor para retratar, y a menudo criticar, la situación social, política y cultural de la sociedad española.

La primera novela en la que apareció Pepe Carvalho como detective privado, creación de Manuel Vázquez Montalbán, fue Tatuaje (1974), una novela corta que iba a poner los cimientos de esa fructífera relación entre Carvalho y los ávidos lectores de novela policíaca que se prolongaría durante más de dos décadas hasta la repentina muerte del escritor en 2003.

Pepe Carvalho, de origen gallego, ex agente de la CIA y ex marxista, es un detective privado que vive y trabaja en Barcelona, mantiene una estrecha relación con una prostituta, Charo, y habita una casa en Vallvidrera donde para encender la chimenea (en verano), va quemando libros de la biblioteca (tiene 3000 libros, ¡y llega a quemar el Quijote!). Recibe un encargo bastante extraño: un propietario de una peluquería quiere que Carvalho averigüe la identidad de un cadáver que ha aparecido en la playa, con el rostro desfigurado, y un tatuaje que dice "He nacido para revolucionar el infierno". Solo con estos datos, Carvalho seguirá la pista de Barcelona a Amsterdam, ciudad que tiene enamorado al detective (¿y a quién no?) por sus calles, sus canales, la zona "roja", la gastronomía... En Amsterdam se encuentra con dos emigrantes españoles que han ido a trabajar y a ahorrar "unas pesetas para volver a España", miran los escaparates del Barrio Rojo porque es gratis pero no pueden permitirse entrar. "Ser español es duro", llega a sentenciar Carvalho.
La gastronomía marca el ritmo de la investigación y de la vida de Carvalho, éste no come como hábito rutinario sino que disfruta comiendo, en la comida se halla uno de los placeres de la vida, el otro son las mujeres. "Carvalho comía con ese entusiasmo inmutable que caracteriza a los gourmets eficaces y poco dramáticos... Carvalho contenía sus emociones íntimas en parte porque los goces solitarios siempre le habían parecido intransferibles... Un camarero es un fino analista psicológico y en cuanto descubre en tus ojos el éxtasis se te acerca, te pide de viva voz que se lo confirmes y te mira los bolsillos del alma y del cuerpo con una complicidad de compañero de goce que para él no será orgasmo hasta que le dejes un quince por ciento de la nota en concepto de propina".
Para las mujeres, Carvalho tiene una postura: "Si quería ligar debía ir por las buenas a un cuerpo de alquiler o a una larga escaramuza verbal de dudoso resultado. Le fastidiaba todo el ceremonial previo, toda la etapa de persuasión. Este tipo de comunicación debiera ser automático. Un hombre mira a una mujer y la mujer dice sí o no. Y a la inversa. Todo lo demás es cultura."


Mujeres y comida son los puntos cardinales de un detective treintañero que creará escuela en otros escritores (véase el comisario Montalbano de Camilleri). Vázquez Montalbán demostró que se podía hacer buena literatura policíaca española y narró la Transición desde los ojos de un detective escéptico pero entrañable.

Las Ramblas, Barcelona

No es una novela larga pero se hace más corta aún por la intensidad con la que está escrita. En ella el autor nos describe Barcelona, más que describirla la retrata, desde los lupanares a la alta burguesía, convirtiéndose también en una crónica social y política de la época.

Los diálogos son inteligentes, nada forzados y no hacen más que añadir realismo a la historia.

Vázquez Montalbán aprovecha el viaje de Carvalho a Holanda para comparar ambas sociedades: la española y la holandesa. La española, sumida en los finales del franquismo, reprimida, hipócrita, pobre, en la que muchos trabajadores se ven obligados a emigrar y otros muchos subsisten como pueden. La holandesa, una sociedad moderna, receptora de esos emigrantes, abierta y tolerante pero que mantiene sus características.
Precisamente el final del libro es otra de las cosas que más me ha gustado. Un final inesperado que me ha sorprendido y me ha fascinado por su complejidad mezclada con una gran sencillez, un final redondo que pone un broche de oro a esta corta e intensa historia de investigación, de asesinatos, de delitos, de policía, pero también de amor, de pasión, de sexo, de personajes cercanos, humanos, próximos, que nada más conocerlos resultan familiares.
 
La ciudad de Barcelona, vista desde Vallvidrerar, donde reside Pepe Carvalho
 

Y, por supuesto, una historia con un gran protagonista, el singular Pepe Carvalho, un gallego que vive en Barcelona, una ciudad a la que ama con todas sus fuerzas. Con la misma fuerza con la que ama a las mujeres y los placeres. El sexo, por supuesto, pero también la comida, porque Carvalho es un gran cocinero al que para resolver un crimen sólo le hace falta cocinar junto a la chimenea encendida de su casa, no importa que sea verano, situada en las faldas del Tibidabo.
 
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