sábado, 14 de julio de 2012

LIBROS QUE HE LEIDO: EL CLUB DE PARIS (Steve Berry)




EL AUTOR

Steve Berry es un escritor estadounidense nacido en el año 1955. Tras estudiar sus estudios secundarios en un colegio católico, cursó la carrera de Derecho en la Escuela Walter F. George de la Universidad de Mercer, ubicada en Macon, estado de Georgia.
 
 
 
Debutó como novelista con “La Habitación De Ámbar” (2003), intriga histórica sobre la búsqueda de unos valiosos paneles de ámbar pertenecientes a la época de los zares de Rusia que fueron robados por los nazis cuando invadieron la Unión Soviética.

En “La Profecía Romanov” (2004) fabulaba con una vuelta del zarismo a Rusia tras la caída del comunismo, la inhumación de los restos del zar Nicolás II y su familia, y el descubrimiento de la falta de dos de los cadáveres de los hijos del mandatario ruso.
 

En “El Tercer Secreto” (2005) indagaba en los mensajes de la Virgen de Fátima.
Después de estas novelas Berry centró su obra en la figura de Cotton Malone, un ex agente secreto que se introduce en diversas intrigas de carácter histórico. La primera fue “Los Caballeros De Salomón” (2006), con los templarios en primer plano.

Más tarde publicó “La Traición Veneciana” (2007), con Malone enfrentado a una amenaza biológica, “La Conexión Alejandría” (2007), sobre la famosa biblioteca de Alejandría, “The Charlemagne Pursuit” (2008), la búsqueda de un submarino que le lleva a la Antártida, y "El Club de Paris", “The Paris Vendetta” (2009).


EL LIBRO

Cuando Napoleón Bonaparte murió en 1821, se llevó a la tumba un impactante secreto. Como emperador, había saqueado incalculables riquezas de palacios y tesoros nacionales, e incluso de los Caballeros de Malta y el Vaticano. En sus últimos días, sus captores británicos esperaban averiguar dónde se ocultaba el botín. Pero él no les desveló nada. ¿O tal vez sí?

Cotton Malone está a punto de averiguarlo cuando los problemas llaman a la puerta de su librería: un agente del servicio secreto estadounidense que terminará convirtiéndose en su aliado. Sólo igualando el ingenio de un terrorista a sueldo, frustrando un atentado catastrófico, y emprendiendo una desesperada búsqueda del legendario tesoro perdido de Napoleón, podrá Malone evitar la anarquía económica internacional.

Desde Dinamarca, pasando por Inglaterra y terminando en las calles de París, Malone participa en un intenso juego de duplicidad y muerte, todo para conseguir un tesoro de valor incalculable. Pero, ¿a qué precio?

Los Invalidos (París)

El agente retirado Cotton Malone se ve involucrado en una guerra de tres frentes contra magnates inescrupulosos. Denunciadores de Internet, un multimillonario probo de Dinamarca y el gobierno estadounidense se empeñan en destruir al informal Club de París, antes de que cometan más tropelías (quieren ser como los Rothschild). El cambio de escenarios es vertiginoso. Hay ocultismo, códigos secretos, personajes siniestros y un tesoro fabuloso que descubrir: el oro de Napoleón. El Gran Corso, justamente, es otro de los nudos del relato. El autor, por desgracia, no hace otra cosa que reciclar esos datos elementales (aunque útiles) que contiene la Wikipedia.

BREVE ANALISIS



Uno de tantos best sellers con los que ultimamente nos inunda el mercado, basados, mas o menos remotamente, en El Codigo Da Vinci y similares. Aunque la trama poco a poco se va haciendo interesante, la segunda mitad del libro es pasable en éste aspecto, la primera mitad de la obra es, ciertamente, deplorable, en el sentido literal de la expresión.

Así resulta, que cuando uno acaba de leer por ejemplo (es mi caso) a escritores como Delibes, Cortázar o Pedro Antonio de Alarcón, intentar digerir ésta bazofia literaria es bastante complicado, incluso doloroso, diría.

Y no hace falta remontarse a los clásicos (para mí tanto Delibes como Cortázar lo son). Hay autores jóvenes que en éstos momentos están publicando obras mucho más interesantes y de indudable mérito literario si las comparamos con ésta, pese a que por desgracia, no tienen la parafernalia promocional de Steve Berry. En definitiva, el típico libro de supermercado o gasolinera, hecho por y para norteamericanos.

Steve Berry escribe ficción comercial, literatura popular, y a pesar de la indignación de algunos críticos está convencido de que con las novelas que hace no va a ganar el Premio Nobel ni ningún premio de literatura. “Lo que yo escribo son ese tipo de historias que te permiten olvidar tu realidad y tus problemas y disfrutar y despegar de tu mundo y aterrizar en Alejandría y buscar tesoros. Yo escribo entretenimiento, es la forma más simple de ponerlo”, explica, sin tapujos, este escritor norteamericano para quien en el mundo editorial hay cabida para todos, “porque no todo el mundo está en el ánimo de leer a Stendhal o Tolstoi”, sentencia.

A pesar de intentar por 12 años seguidos que alguna editorial lo publicara, sólo hasta 2005 este creador de novelas fantasiosas que recogen en su mayoría a personajes históricos logró publicar su primer libro, La profecía Romanov. Desde entonces la producción ha sido frenética, más de seis libros, y la venta en librerías todo un récord. Su más reciente obra, El club de París, llega a Colombia en la Feria Internacional del Libro de Bogotá.

“El género de thriller de espías y confabulaciones internacionales se murió en los años noventa. La Guerra Fría había acabado y el Muro de Berlín había sido derrumbado, así que el género se quedó sin aires frescos y sin insumo para contar historias, de modo que muchos escritores como yo perdimos la audiencia —explica Berry—. Fue Dan Brown quien le dio nueva vida al género con El código Da Vinci”.

Así, con la certeza de estar escribiendo una literatura popular —que aún así puede ufanarse de tener el 90% de datos históricos—, Berry presenta un libro que indaga a través de triquiñuelas y detectives esa faceta de Napoleón Bonaparte como el gran saqueador de la historia. “Bonaparte saqueó incalculables tesoros de Los Caballeros de Malta y del Vaticano y se murió en el exilio en 1821 sin que nadie supiera dónde había quedado siquiera una fracción de sus robos”, comenta Berry. Para cumplir con la receta, por supuesto, El club de París cuenta con un investigador, el ex agente Cotton Malone, y con un grupo de conspiradores  decididos a manipular la economía global.

Catedral de Saint Denis (Paris), no confundir con la actual Catedral de Notre Dame

El libro fue reseñado con buena crítica por The  New York Times Book Review, sin embargo Berry, un experto en lidiar con críticos, cree que todos disfrutan sus novelas y se pierden en sus aventuras, sólo que son incapaces de reconocerlo. “No lo puedo entender, le pagamos a gente para que vuelva los libros basura. Que tal si  un periódico le pagara a alguien para que se parara enfrente y le dijera a todo el que pase: ‘No lean esto, porque tiene esto malo y esto otro’, eso es lo que hacemos con la critica”, concluye enfático este escritor, que quizá venda más a causa de esa crítica manida

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