lunes, 24 de enero de 2011

SOY CUBA (Mijail Kalatozov, 1964)







Dirección: Mikhail Kalatozov.
Países: Cuba y URSS.
Año: 1964.
Duración: 140 min.
Género: Drama.
Interpretación: Luz María Collazo (María/Betty), José Galllardo (Pedro), Raúl García (Enrique), Sergio Corrieri (Alberto), Jean Bouise (Jim), Celia Rodríguez (Gloria), Roberto García York (Activista americano), Luisa Maeia Jiménez (Teresa), Mario González Broche (Pablo).
Guión: Enrique Pineda Barnet y Yevgeny Yevtushenko.
Producción: Miguel Mendoza y Simyion Maryachim.
Música: Carlos Fariñas.
Fotografía: Sergei Urusevsky.
Montaje: Nina Glagoleva.
Dirección artística: Yevgeny Svidetelev.
Vestuario: René Portocarrero.

SINOPSIS

A través de cuatro historias, "Soy Cuba" describe la lenta evolución de Cuba, del régimen de Batista a la revolución de Fidel Castro. Son cuatro narraciones que refuerzan el ideal comunista frente al capitalismo. A lo largo de estos episodios, Cuba se libera de sus dependencias políticas para reafirmar su identidad, singular e independiente, con sus contradicciones y esperanzas. La Habana, 1958. Cuba sufre la colonización y cae bajo las cadenas de un sometimiento mercantil. En un lujoso hotel, María (Luz María Collazo) vende su cuerpo a vulgares americanos. Uno de ellos pasa la noche con ella. Al día siguiente, él descubre la miseria del barrio. Desde hace unos años, Pedro (José Gallardo) trabaja en los campos de caña de azúcar con el sudor de su frente. Al comienzo de una cosecha que se anuncia fructífera, el propietario de las tierras le comunica que su casa, junto con las tierras, han sido vendidas a una sociedad americana. Loco de rabia, prende fuego a los campos, a su hogar y muere entre las llamas. En la universidad de La Habana, Enrique (Raúl García) forma parte de un joven grupo de opositores al régimen de Batista. Está a punto de asesinar a un policía pero, en el momento fatídico, el coraje le abandona. Más tarde, verá con sus propios ojos cómo ese mismo policía abate a un joven disidente. Entonces, se rebelará en solitario contra el régimen existente, sacrificando así su vida. En la Sierra Maestra, Mario y su familia viven en la pobreza, totalmente retirados del mundo. Tras acoger a un joven soldado que lucha junto a Fidel Castro, Mario y su familia son bombardeados sin razón aparente por las fuerzas aéreas de Batista. Determinado a cumplir con su cometido, Mario deja a su mujer e hijos para unirse a los revolucionarios. Tras una primera victoria, Mario muere en combate.

CÓMO SE HIZO "SOY CUBA"

Galardonado con una Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1958 por su largometraje Cuando pasan las cigüeñas, Kalatozov se labró una carrera de lo más ecléctica antes de abordar el tema de la revolución cubana. Fue el 1961, en el Festival de Cine de Moscú, cuando surgió la idea de realizar una película sobre Cuba. En 1959 Kalatozov se reunió con Alfredo Guevara, director del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), una de las primeras iniciativas culturales del gobierno revolucionario de Fidel Castro. Soy Cuba fue uno de los tres primeros proyectos producidos por la nueva alianza entre el ICAIC y los estudios Mosfilms, en la URSS. Kalatozov confió el guión a dos jóvenes poetas, el ruso Yevgeny Yevtushenko y el escritor-periodista cubano Enrique Pineda Barnet, confirmando así la implicación de los dos países en la elaboración del largometraje.
"Lo que se pretendía desarrollar a través de los diferentes episodios del guión era un retrato exhaustivo, algo, sin pretender ser demasiado ambicioso, como los “Rougon-Macquart”. Mikhail Kalatozov.

El poeta cubano se dirigió a Georgia para reunirse con Kalatozov y el futuro equipo de producción.

"Cada día me sentaba delante de mi máquina de escribir y escribía. Leo Eisenstein y Romm cambiaban todo lo que yo proponía. ¡Incluso tenían un plan nuevo para la tercera historia! Debatimos por tanto esta nueva versión. La historia se parecía cada vez más a una crónica. Kalatozov hablaba con frecuencia de complicar la psicología de los personajes". Enrique Pineda Barnet.

Yevgeny Yevtushenko es enviado por la Pravda en calidad de poeta, debido al clima de revuelta que reinaba en Cuba en 1961. Pasa allí 6 meses, frecuentando a Fidel Castro, visitando el país y aprendiendo español. Kalatozov decide trabajar de nuevo con el director de fotografía Sergei Urusevsky, lo que marca su tercera colaboración tras Cuando pasan las cigüeñas y La carta que no se envió. En octubre de 1962, Yevtushenko regresa a Cuba, acompañado por Kalatozov y Urusevsky.

"La primera vez que visitamos Cuba, todavía no teníamos ninguna idea concreta para el guión. No obstante, teníamos claro que queríamos escribir una historia sobre Cuba. Realizar una película sobre la psicología cubana en un momento en el que los acontecimientos políticos nos parecían tan arriesgados y atrevidos que nosotros, siendo extranjeros, no íbamos a poder plasmar un reflejo justo de la realidad". Sergei Urusevsky.

Mientras tanto, la relación entre Khrouchtchev y Castro se degrada considerablemente. Kalatozov y Urusevsky quedan impresionados por el clima de tensión que reina en La Habana.

"Era un gran cambio. Las bailarinas del Tropicana tenían las medias llenas de agujeros y el viento soplaba sobre la plaza vacía del mercado. Las mujeres hacían cola para conseguir cajas de uvas búlgaras y nos miraban con odio gritando: “¡rusos, volved a vuestro país!”. Para entonces ya se había decidido hacer una película, pero no sobre la Cuba contemporánea, sino sobre el comienzo de la revolución". Yevgeny Yevtushenko.

El rodaje de Soy Cuba comenzó en enero de 1963 en Baracoa. El equipo técnico estaba formado principalmente de cubanos y rusos.

"Por una parte, queríamos sumergirnos en el espíritu del pueblo cubano y, por otra parte, deseábamos integrar en el plató a personas inexpertas, para enseñarles diversas nociones técnicas susceptibles de enriquecer el cine cubano". Mikhail Kalatozov.

El compositor Carlos Farinas también se unió al equipo. "Ya habíamos formado a los equipos técnicos. Con la incorporación de los compañeros cubanos, había menos riesgos de cometer errores con respecto al contexto de la revolución cubana y podíamos plasmar mejor el carácter y el espíritu del pueblo cubano". Carlos Farinas.

Las condiciones de rodaje fueron particularmente duras: el clima tropical, el bloqueo americano, materiales de mala calidad averiados que había que sustituir. Los miembros del ICAIC enviaron material de urgencia para salvar la producción del desastre. Cuando Kalatozov recibió el material, se dio cuenta de que no estaba adaptado a las condiciones del trópico. A pesar de todo, continuó rodando con los medios a su alcance, arreglando y componiendo para obtener, a pesar de la precariedad de la situación, unos resultados increíbles. Soy Cuba se rodó en español, después se dobló al ruso y más tarde se subtituló en inglés. Prohibida en los cines americanos durante la guerra fría, la película cayó en el olvido durante años y permaneció guardada bajo llave debido a su representación inexacta de la sociedad cubana. En esa época, los cubanos percibían el largometraje como un contrasentido cultural. Un crítico local titulaba su artículo: “¡Yo no soy Cuba!” y sólo centraba su atención en los espectaculares efectos de la grúa telescópica.

30 años más tarde, en 1992, la película fue redescubierta y aclamada en el Festival de Telluride y, en 1993, recibió dos premios en el Festival Internacional de San Francisco. Francis Ford Coppola y Martin Scorsese, sus descubridores en esa ocasión, unieron sus esfuerzos para la distribución del largometraje en América.

NOTA DE INTERES SOBRE LA PELICULA

Soy Cuba es una película cubano soviética producida en 1964 por el director Mijaíl Kalatozov. La película no fue bien recibida por el público cubano ni por el ruso, y fue completamente olvidada hasta que fue redescubierta por cineastas estadounidenses 30 años después. La acrobática filmación y su idiosincrático escenario llevó a los directores como Martin Scorsese a lanzar una campaña para promover su redifusión.

Historia de la película
Justo después de la Revolución Cubana de 1959 y la caída del la dictadura pro estadounidenses de Fulgencio Batista, el gobierno socialista de Fidel Castro, aislado por los Estados Unidos tras romper relaciones diplomáticas en 1961, miró hacia la Unión Soviética en busca de apoyo audiovisual. El gobierno soviético, interesado en promocionar internacionalmente el sistema comunista, se mostró de acuerdo en financiar y apoyar el film cubano.

El director obtuvo grandes dosis de libertad para llevar a cabo su cometido; igualmente recibió mucha ayuda de ambos gobiernos. Hicieron uso de técnicas fílmicas innovadoras, tales como sumergir una cámara y añadirle lentes herméticas con un periscopio especial. En un momento dado, más de un millar de soldados fueron trasladados a un remoto lugar para filmar una escena, a pesar de que la Crisis de los misiles estaba sucediendo en ese momento.

A pesar del enorme apoyo dado, la película fue recibida fríamente por el público. En La Habana fue criticada por mostrar el lado más estereotipado de los cubanos, y en Moscú fue considerada Naïf y no lo suficientemente revolucionaria. La película no fue capaz de atravesar el muro de Berlín debido a la Guerra Fría.

Cuando la Unión Soviética se derrumbó, Yo soy Cuba era completamente desconocida. En 1992, el escritor cubano Guillermo Cabrera Infante la visionó con ocasión del Festival de cine de Telluride en el marco de una retrospectiva de su director.

El Festival de cine de San Francisco la visionó en 1993 llevando a tres profesionales del cine que tuvieron la oportunidad de ver la película al contratar a Milestone Films en Nueva York. Esta pequeña distribuidora, que ha llevado a la pantalla varias cintas perdidas u olvidadas -y lo continúa haciendo- fue receptiva. Milestone visionó una cinta sin subtítulos en VHS, tras lo cual mostró su interés por adquirir los derechos de distribución en Rusia. En 1994, un amigo invitó a Martin Scorsese a un visionado privado. Scorsese se maravilló con la cinta y cuando Milestone le contactó para solicitar su presencia en la presentación de la película, no lo dudó.

El lanzamiento fue también presentado por otro admirador de Soy Cuba, el director Francis Ford Coppola también colaboró en la presentación de 1995. Para el décimo aniversario de la película, Milestone rehabilitó el metraje de 35mm.

Proezas técnicas

Lo que más admira a las audiencias cinéfilas de esta película son las tomas largas. Inicialmente, una toma aérea de una zona rural tropical que muestra un pasaje es abruptamente interrumpida por un salto a lo alto de un hotel donde tiene lugar una toma aérea de un concurso de belleza, acompañado de áspera música pop. La cámara, usando un gran angular, se mueve entre las concursantes, va fuera del edificio, se mueve hacia abajo dos pisos hasta entrar en un club para terminar circulando entre los camareros tras la barra. Entonces gira alrededor de los camareros. Después entra en la piscina y se mueve bajo el agua, donde termina.

De hecho, la escena original fue más larga: la cámara fotográfica sale del agua, pero Kalatozov decidió cortar esta escena de la película final. Esta escena fue imitada por Paul Thomas Anderson en sus película Boogie Nights, cuando la cámara avanza alrededor de una piscina, y después se sumerge debajo del agua, y el sonido cambia, casi como Soy Cuba.

Hay también una escena notable de cuatro minutos con un plano largo que se retira lentamente de un cañaveral y una casa ardiendo. Esta escena fue incluida más tarde por Tarkovski en El sacrificio (1986).

En otra escena, la cámara sigue un ataúd en una calle abarrotada de gente. Después para y se mueve lentamente hacia arriba junto a un edificio mostrando al menos cuatro historias, hasta llegar a lo alto del edificio, desde dónde filma el ataúd. Continua grabando de lado cruzando la calle por lo alto y entrando a través de una ventana en una fábrica de puros, y va derecho hacia una ventana donde los trabajadores de la tabaquera están mirando el ataúd. La cámara finalmente pasa a través de la ventana y parece flotando sobre la calle entre los edificios. Estas tomas fueron logradas montando una línea de técnicos, y pasando la cámara por debajo de la línea, de mano a mano.

Política

Todos los personajes son simples estereotipos. Aparecen en casi cada escena, en los papeles como el cliente rico de una prostituta, marineros borrachos que persiguen a mujeres, o una compañía enorme que compra una plantación de caña de azucar. Por otra parte, debe tenerse en cuenta que en el mismo período, en los países capitalistas se retrataba a los rusos a menudo como espías malvados.

Historia

La película consiste en cuatro historias cortas sobre el sufrimiento de la gente cubana y sus reacciones, variando del asombro pasivo en la primera, a la marcha de la guerrilla después. Entre las historias, una narradora (representando “la voz de Cuba”) dice cosas tales como, “Soy Cuba, la Cuba de los casinos, pero también de la gente”.

La primera historia muestra las masas cubanas indigentes puestas en contraste con el esplendor en los casinos para estadounidenses y la prostitución en La Habana. La historia siguiente narra la quema de un campo de caña de azúcar cuando el campesino descubre que va a perder su tierra en favor de la United Fruit Company. La tercera historia describe la represión de estudiantes rebeldes en la Universidad de La Habana (que ofrece uno de los planos más largos de la cámara). La parte final muestra a granjeros que ayudan a los rebeldes en la Sierra Maestra, conduciendo en última instancia a la marcha triunfal en La Habana para proclamar el triunfo de la Revolución.

Documental

En 2005 un documental sobre la grabación de "Soy Cuba" fue lanzado con el nombre "Soy Cuba: O Mamute Siberiano" dirigido por el brasileño Vicente Ferraz. La película mira la historia de la creación de la película, explica algunas de las hazañas técnicas de la misma y hace entrevistas con mucha de la gente que trabajó en ella.

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