viernes, 31 de marzo de 2017

EL CABALLERO DEL JUBON AMARILLO (Arturo Perez Reverte)




EL AUTOR

Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, España, noviembre de 1951) se dedica en exclusiva a la literatura, tras vivir 21 años (1973-1994) como reportero de prensa, radio y televisión, cubriendo informativamente los conflictos internacionales en ese periodo. Trabajó doce años como reportero en el diario Pueblo, y nueve en los servicios informativos de Televisión Española (TVE), como especialista en conflictos armados.

Como reportero, Arturo Pérez-Reverte ha cubierto, entre otros conflictos, la guerra de Chipre, diversas fases de la guerra del Líbano, la guerra de Eritrea, la campaña de 1975 en el Sahara, la guerra del Sahara, la guerra de las Malvinas, la guerra de El Salvador, la guerra de Nicaragua, la guerra del Chad, la crisis de Libia, las guerrillas del Sudán, la guerra de Mozambique, la guerra de Angola, el golpe de estado de Túnez, etc. Los últimos conflictos que ha vivido son: la revolución de Rumania (1989-90), la guerra de Mozambique (1990), la crisis y guerra del Golfo (1990-91), la guerra de Croacia (1991) y la guerra de Bosnia (1992-93-94).



Desde 1991 y, de forma continua, escribe una página de opinión en XLSemanal, suplemento del grupo Vocento que se distribuye simultáneamente en 25 diarios españoles, y que se ha convertido en una de las secciones más leídas de la prensa española, superando los 4.500.000 de lectores.
El húsar (1986), El maestro de esgrima (1988), La tabla de Flandes (1990), El club Dumas(1993), La sombra del águila (1993), Territorio comanche (1994), Un asunto de honor (Cachito) (1995), Obra Breve (1995), La piel del tambor (1995), Patente de corso (1998), La carta esférica (2000), Con ánimo de ofender (2001), La Reina del Sur (2002), Cabo Trafalgar (2004), No me cogeréis vivo (2005), El pintor de batallas (2006), Un día de cólera (2007), Ojos azules (2009), Cuando éramos honrados mercenarios (2009), El Asedio (2010) y El tango de la Guardia Vieja (2012) son títulos que siguen presentes en los estantes de éxitos de las librerías, y consolidan una espectacular carrera literaria más allá de nuestras fronteras, donde ha recibido importantes galardones literarios y se ha traducido a 40 idiomas. Arturo Pérez-Reverte tiene uno de los catálogos vivos más destacados de la literatura actual.

A finales de 1996 aparece la colección Las aventuras del capitán Alatriste, que desde su lanzamiento se convierte en una de las series literarias de mayor éxito. Por ahora consta de los siguientes títulos, que han alcanzado cifras de ventas sin parangón en la edición española: El capitán Alatriste (1996), Limpieza de sangre (1997), El sol de Breda (1998), El oro del rey (2000), El caballero del jubón amarillo (2003), Corsarios de Levante (2006) y El puente de los Asesinos (2011). Hacía mucho tiempo que en el panorama novelístico no aparecía un personaje, como Diego Alatriste, que los lectores hicieran suyo y cuya continuidad reclaman. Un personaje como Sherlock Holmes, Marlowe, o como Hércules Poirot.

Alatriste encarna a un capitán español de los tercios de Flandes -de hecho no es capitán, pero qué más da-. Una figura humana, con sus grandes virtudes y sus grandes defectos, perfectamente trazada, minuciosamente situada en su tiempo -siglo XVII- y su geografía, rodeada de amigos que han hecho historia, partícipe de las más principales hazañas de su época. Un personaje para siempre.

Arturo Pérez-Reverte ingresó en la Real Academia Española el 12 de junio de 2003, leyendo un discurso titulado El habla de un bravo del siglo XVII.

EL LIBRO

  • Nº de páginas: 336 págs.
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • Editorial: PUNTO DE LECTURA
  • Lengua: CASTELLANO
  • ISBN: 9788466320573



La nueva novela del capitán Alatriste se desarrolla en el mundo de los corrales de comedias del Madrid del XVII. Cruzándose con viejos amigos y viejos enemigos, y con los personajes famosos de la época, como Lope de Vega, Calderón de la Barca y el capitán Alonso de Contreras, Diego Alatriste e Íñigo Balboa se enfrentarán a una conspiración en la corte de Felipe IV.
  
  Lances, estocadas, intrigas palaciegas y aventuras amorosas salpican un relato de acción trepidante.

IMPRESIONES

Los hechos narrados en El caballero del jubón amarillo se localizan en el Madrid de los Austrias menores en torno al año 1626, con Felipe IV y el gobierno del imperio español en manos del poderoso valido el conde-duque de Olivares.

El marco histórico-cultural de lo contado en este quinto volumen de “Las aventuras del capitán Alatriste” se centra en el mundo del teatro, tras haberse inspirado los anteriores, respectivamente, en la estrategia política, la Inquisición, la guerra de Flandes y el oro de América. Así, El caballero del jubón amarillo comienza con el estreno de una comedia de Tirso en el Teatro de la Cruz, con asistencia de Alatriste y su amigo Quevedo, y termina con una escena de impronta teatral y posibilidades cinematográficas presidida por la gravedad del rey en su recompensa a Alatriste por haberle salvado la vida, aunque el desengaño y el pesimismo del barroco en que históricamente nos hallamos pongan en evidencia la falsedad de tan vistosas apariencias.



Corral de comedias de Almagro, prototipo de otros existentes en Madrid, hoy desaparecidos

Este capitán Alatriste descubre ángulos oscuros y un poso de amargura que antes no afloraban en el valiente soldado victorioso de Italia y Flandes. Ahora se parece más a los héroes cansados de las novelas mayores de Pérez-Reverte, con profunda nostalgia del pasado, aunque hubiera que vivirlo en “el barro y la mierda de Flandes”, como le dice un viejo colega bien situado ahora en la Corte. Esta percepción más negativa del soldado y espadachín a sueldo se debe también a que su joven paje íñigo Balboa, narrador de la novela, ha crecido, tiene ya dieciséis años con cicatrices propias y se considera incluso “veterano de Flandes”. Por eso en su relato, escrito desde la vejez pero con la visión de los hechos apegada al momento en que transcurren, revela que en sus experiencias compartidas con Alatriste no siempre le gusta lo que ve, pues “a medida que pasaba el tiempo y mis ojos se hacían más despiertos, yo veía cosas que habría preferido no ver”. Todo ello conduce a un Alatriste más oscuro, pendenciero y matón, también más desengañado. Para lo cual el mundo del teatro proporciona el adecuado telón de fondo con sus apariencias y disfraces dispuestos para la representación. Aquella España iba camino de su decadencia. Y la serie de Alatriste pone ya los primeros signos a la vista, con un rey que no gobierna y se entrega a su afición a las mujeres y a la caza, con la corrupción política y social dominando el picaresco espectáculo español y con todo tipo de rencillas, maquinaciones y fechorías alimentadas por el arribismo.




Lope de Vega y Franciscco de Quevedo aparecen en la novela, siendo éste ultimo amigo y compañero de aventuras de Alatriste

La novela reúne una buena colección de lances, raptos, tercerías, emboscadas y conspiraciones que configuran una intriga construida con la habilidad característica de Pérez-Reverte, maestro en el arte de contar una historia con la precisa gradación climática, ajustando los momentos de suspense con nuevas informaciones al final de algunos capítulos para desarrollarlas en los siguientes, cuidando la plasticidad y la composición de algunas escenas distribuidas con acierto a lo largo de la novela por medio de la narración alternante del viaje de Alatriste a El Escorial para aclarar la falsedad de la acusación vertida contra él y las maniobras de íñigo y Quevedo en su afán por salvar al capitán de las trampas que le han tendido sus enemigos. Así se llega hasta el clímax final en la reunión de todos en la finca de caza donde está a punto de consumarse la conspiración política en la que han participado los malvados Malatesta y Alquézar, con implicación de Angélica y sus encantos amorosos para enredar a íñigo Balboa. Al cabo todo venía preparado porque la terquedad de Alatriste, siempre leal a su rey, no consentía, en cambio, en tener que ceder al capricho real los favores de la actriz con la que él se solazaba. Por eso el teatro es marco propicio para ambientar esta historia de amores y venganzas, represalias y conspiraciones en la política de la época, odios y amistades en las letras de nuestro Siglo de Oro. Con mayor intensidad que en otras entregas anteriores, el estilo recrea la lengua del Siglo de Oro, con su léxico, modismos y frases hechas, numerosos versos e incluso algunas voces de germanía, todo ello bien integrado en un texto de suma eficacia narrativa.
 


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