lunes, 27 de octubre de 2014

LA TORRE DE LA SOLEDAD (Valerio Massimo Manfredi)





EL AUTOR

Valerio Massimo Manfredi (Módena, Italia, 1943) es un arqueólogo y escritor italiano, conocido principalmente por sus novelas históricas sobre el mundo antiguo.

Licenciado en letras clásicas y especializado en topografía del mundo antiguo, ha enseñado en las universidades Católica del Sagrado Corazón y Luigi Bocconi, ambas de Milán, en la de Venecia y de Loyola de Chicago, así como también en la Escuela Práctica de Altos Estudios de La Sorbona.



Ha dirigido expediciones científicas, exploraciones y excavaciones en Italia y en otros países, y ha publicado numerosos ensayos y artículos científicos como Jenofonte - Anabasis (1980), La strada dei diecimila (1986), Gli etruschi in Val Padana (en colaboración con L. Malnati, 1991), Mare greco (en colaboración con L. Braccesi, 1992), Le isole fortunate (1993).

Colabora como experto en temas antiguos en los semanarios Panorama y Messaggero. Ha dirigido documentales sobre el mundo antiguo para las cadenas más importantes de televisión y ha escrito obras de ficción para el cine y la televisión.

Vive con su mujer, Christine Fedderson Manfredi, quien traduce algunos de sus libros al inglés, y sus hijos Giulia y Fabio Emiliano, en su casa de campo de Piumazzo di Castelfranco Emilia (Módena).
EL LIBRO

  • Nº de páginas: 320 págs.
  • Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
  • Editorial: DEBOLSILLO
  • Lengua: CASTELLANO
  • ISBN: 9788497939249



  • Un grupo de soldados romanos que avanza por el desierto del Sahara es aniquilado por una presencia feroz y misteriosa nacida de una torre solitaria situada en el extremo del mar de arena. Solo un superviviente: el arúspice etrusco Avile Vipinas.

    Veinte siglos después, en 1930, un joven arqueólogo norteamericano, Philip Garr ett, descubre en Pompeya la habitación de Avile Vipinas quien, antes de morir, quiso dejar testimonio del horror oculto en la torre solitaria y de cómo llegar hasta ella para destruirlo. Mientras tanto, en el Vaticano, Guglielmo Marconi es convocado en mitad de la noche al observatorio de La Specola, donde una potentísima radio, construida con gran secreto, está captando una misteriosa señal que proviene del espacio. El padre Boni, director del observatorio, ha hecho construir esa radio tras haber descubierto en las notas de su predecesor que diez años antes Garrett había traducido con éxito un texto oculto durante siglos en un lugar recóndito de la Biblioteca Vaticana: una especie de biblia elaborada por una civilización mucho más antigua que cualquiera de las conocidas. Antes de extinguirse habían construido la Torre de la Soledad y lanzado una señal al espacio.

    Pero, ¿qué esconde la torre?¿Quiénes eran, si realmente existieron, los Blemmi de los que hablaban los antiguos viajeros? ¿Cuál es el secreto de la bellísima Arad, por cuyas venas corre la sangre de la antigua reina negra de Meroe?

    IMPRESION PERSONAL

    Ambientada en los años 20/30 del siglo XX, el protagonista es Philip Garret, un joven historiador estadounidense que se encuentra trabajando en un museo de París; un buen día recibe la visita de un coronel de la Legión Francesa, que le comenta que tienen sospechas para pensar que su padre, desaparecido desde 10 años antes, sigue vivo, en algún punto en mitad del desierto.
    Sin embargo no se encuentra sólo, en su camino, el propio Vaticano, pueblos desaparecidos y míticos, y otros tantos aventureros; tantos amigos como enemigos se irán entrecruzando en su camino en búsqueda de la Torre de la Soledad. Roma, Pompeya, Alepo, Petra, el Sahara, son destinos que va recorriendo Philip en su búsqueda, intentando desentrañar los acertijos que les ha dejado su padre.

    El texto de la contraportada de esta edición no podía ser más atrayente: hace unos dos mil años, un grupo de soldados romanos busca en el desierto del Sahara un lugar mágico, una siniestra torre que desata fuerzas no humanas que aniquilan al destacamento, excepto a uno de ellos, quien dejará las claves para la ubicación de dicho lugar en su residencia de Pompeya. En 1930, el arqueológo Philip Garrett buscará esta torre, al tiempo que tratará de hallar a su padre, desaparecido hace mucho tiempo. Mientras tanto, Guillermo Marconi (si, ese Marconi, el inventor de la radio) ha sido llamado por el Vaticano para construir un aparato capaz de captar ondas de cierta frecuencia, que provienen del espacio exterior, y que parecen concentrarse en el mismo lugar donde podría hallarse la Torre de la Soledad. Pero no es fácil llegar a ella, pues según las leyendas, la resguardan los blemios, seres a quien la tradición atribuye la carencia de rostro. Además, hay un pueblo del desierto que busca la torre para sus propios fines...
     
    Mapa del desierto del Sahara, en cuyo cuadrante sudoriental se desarrolla la accion
     

    Hasta ahí lo interesante. Por que Valerio Massimo Manfredi se da maña para convertir la promesa de una aventura por demás desafiante y llena de misterio en una sucesión de persecusiones e intempestivos cambios de escenario, que uno no puede precisar a veces cuando comienza y cuando termina determinada secuencia. Eso si, el autor ha sabido evitar ciertos clichés, como el de los nazis ocultistas o los latinos tontos, aunque el héroe sigue siendo de origen anglosajón. Son de apreciar también las referencias a tradiciones y mitologías como la etrusca y hebrea, constituyendo este aspecto lo más interesante de la novela, el punto fuerte en el cual debió asentarse su desarrollo: el enfrentamiento entre ciencia y religión. ¿Tienen una explicación natural los fenómenos que ocurren en torno a la Torre de la Soledad? ¿Son el producto de una civilización avanzada que un día tuvo su lugar bajo el sol? ¿O realmente se ha dejado sentir "el puño de Dios"?

    Soldados de la Legion Extranjera Francesa


    Lamentáblemente, el autor desperdicia este rumbo que en modo alguno habría dificultado el desenvolvimiento del resto de la novela, esto es, la parte aventurera, con sus buenos y malos, la chica bella y misteriosa, sus tierras de leyenda, los deus ex machina que a uno lo hacen sonrojar (¿realmente uno puede encontrarse con amigos en cualquier parte del mundo? ¿pueden unos monjes vivir milenios ignorando la existencia de una habitación secreta en su monasterio, la cual el visitante extranjero encuentra a la primera oportunidad?).

    Con todo, el lector no deja de pasar un rato entretenido (aunque hay que poner mucho empeño en no perderse el hilo de la trama) con La torre de la soledad, siempre y cuando limite sus espectativas a la lectura de una novela de aventuras cuyo pretexto es un misterio fascinante pero cuya solución resulta insatisfactoria.

    ACTUALMENTE LEYENDO:  LA ESTRATEGIA BELLINI  (Jason Goodwin)

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