lunes, 26 de agosto de 2013

LIBROS QUE HE LEIDO: EL INQUISIDOR (Patricio Sturlese)



EL AUTOR

Patricio Sturlese nació en Buenos Aires en 1973. Hijo de inmigrante genovés, en la actualidad cursa estudios académicos en el teologado del colegio Máximo de San Miguel, Argentina, y lleva a cabo labores de investigación de historia eclesiástica y de sectas. Paralelamente, a partir de 2005 asumió la dirección de Cultura de la Sociedad Italiana del partido de San Miguel, sede consular de Italia en esta ciudad. El inquisidor, su primera novela, ha sido y sigue siendo un éxito de ventas en España y América Latina, y ha sido traducida al italiano, alemán, ruso, polaco y rumano.



EL LIBRO

Génova, 1597. Angelo DeGrasso, Inquisidor General de Liguria, interroga en los sótanos de su abadía al brujo veneciano Eros Gianmaria mediante salvajes tormentos, en busca de una confesión. El papa Clemente VIII en persona le ha encargado una importante misión y no descansará hasta cumplirla: rastrear la última copia todavía existente del libro prohibido más buscado en tierras cristianas: el Necronomicón.

Hombre implacable y de profunda fe, dotado de aguda inteligencia y poder deductivo, el inquisidor DeGrasso es conocido por su crueldad a la hora de tratar con los herejes y su obediencia ciega al Santo Oficio de Roma, pero pronto se ve enfrentado a un destino escabroso. La aparición de una jovencita llamada Rafaella es solo el comienzo de un intrincado laberinto de misterios. Detrás del libro prohibido y una cofradía satánica se embarcará hasta el Nuevo Mundo donde hallará lo inesperado. Deberá librar una batalla terminal, no sólo contra la herejía y los enemigos de la Iglesia Católica, sino contra sí mismo, las tentaciones, y sus propios hermanos de fe. Una historia apasionante que transcurre entre hogueras y castillos, rodeada de aquelarres y escandalosos romances en el turbulento final del siglo XVI

IMPRESION PERSONAL

Entretenida y trepidante novela, la segunda que publica Patricio Sturlese. El tema principal, dentro de la Santa inquisición es, El Necronomicón. Una peligrosa mezcla de ingredientes que hacen que esta novela traiga un poco de "aire fresco" al manido tema de la inquisición.



Narrado en primera persona, se puede encontrar una descripción bastante completa de lo que fue esta temible organización. Al comienzo del libro, nos explica algunas de las actividades diarias de un inquisidor: el ejercicio de su función, las formas de tortura y el sustento religioso para utilizarlas. Cabe destacar que el Inquisidor creía en su obra como un soldado de Dios y no tenía la más mínima duda de que sus actos no eran pecaminosos. Además; nos muestra la Inquisición como un arma de doble filo: por un lado era un mecanismo para perseguir la “herejía” de aquella época y por otro lado; era un medio con fines políticos eclesiásticos cuyo objetivo era alcanzar el máximo poder sobre los demás. En esta lucha, precisamente, se sitúa el protagonista del libro: Angelo De Grasso, inquisidor general de Liguria, que será utilizado por unos y otros, descubriendo su verdadero origen, dejando entrar el amor en su vida y mostrándose como el “menos malo” de los malos.

Una lucha entre Inquisidores, masones y brujos por hacerse con la información que puede proporcionar el contenido del El Necronomicón y así obtener el poder que cada uno ansía para su causa. El libro comienza de forma muy rápida, con un despliegue de personajes que irán cobrando más o menos importancia en la trama, pero de los que no se puede olvidar el lector, pues el autor, ha sabido conjugar sus papeles para acrecentar el misterio, mantener la intriga y multiplicar los cambiantes vericuetos por los que irá conduciendo el desarrollo de la novela.

Catedral de San Lorenzo (Genova)


Procesos inquisidores, interrogatorios, detalladas torturas, amores prohibidos, traiciones, intriga y mentiras. Todos estos componentes dentro de la política eclesiástica son la fórmula para que esta novela, imprima un vertiginoso ritmo a su lectura desde la primera página hasta su final.
Sturlese se mueve con desenfado en escenarios de fines del siglo XVI en Europa; recorre sitios históricos ya olvidados y nombra cosas de las cuales el tiempo ha dejado sólo la sombra de las palabras que las designaban. No es una novela pesada pues se mueve con la velocidad de un thriller sacro que cuenta la historia del Inquisidor General de Liguria en busca de un libro maldito, el Necronomicon, cuyo paradero conoce un hereje preso en las mazmorras del santo tribunal. La historia se adensa con referencias a brujerías, hechizos, suplicios, ejecuciones y sociedades secretas que se mueven a la sombra en pos del libro maldito. El Necronomicon es un libro ficticio creado por la imaginación de H.P. Lovecraft; significa en griego el Libro de las leyes de los muertos; Lovecraft lo atribuye a un sabio árabe y remonta la quema de los ejemplares del libro maldito al siglo XIII. Sin embargo, para Sturlese ha quedado una copia, que es el cuerpo del delito de su novela.

Mucha mezcla de elementos esotéricos y religiosos, y poco desarrollo para una novela de casi 500  páginas.

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