viernes, 17 de enero de 2014

LA REINA SIN ESPEJO (Lorenzo Silva)



EL AUTOR

Lorenzo Manuel Silva Amador nació el 7 de junio de 1966 en un edificio hoy demolido del antiguo hospital militar Gómez Ulla, en el barrio de Carabanchel de Madrid.
Estudió Derecho en la Universidad Complutense y ejerció  como abogado, tras pasar un año como auditor de cuentas y otros dos como asesor fiscal en una firma multinacional, pero a finales de los noventa decidió  colgar la toga y dedicarse de lleno a la literatura.

 Lorenzo Silva es hijo y nieto de militares. Ambas circunstancias permiten suponer que su conocimiento interno del funcionamiento de la Benemérita será bastante más amplio que el de la mayoría de los lectores.



Desde que iniciara su dedicación a la literatura,  ha cultivado diferentes géneros:


Novela:

La flaqueza del bolchevique (finalista del Premio Nadal 1997).
Noviembre sin violetas.
La sustancia interior.
El urinario.
El ángel oculto.
El nombre de los nuestros.
Carta blanca (Premio Primavera 2004)
Niños feroces.
Algún día, cuando pueda llevarte a Varsovia.
El cazador del desierto.
La lluvia de París.
 

Y, por supuesto, la serie de novela policíaca protagonizada por los guardias civiles Bevilacqua y Chamorro:


El lejano país de los estanques, 1998 (Premio Ojo Crítico 1998).
El alquimista impaciente, 2000 (Premio Nadal 2000).
La niebla y la doncella,2002
Nadie vale más que otro, 2004
La reina sin espejo 2005.
La estrategia del agua, 2010
La marca del meridiano, 2012. (Premio Planeta 2012)

Relatos:
El déspota adolescente.

Libro de viajes:
Del Rif al Yebala. Viaje al sueño y la pesadilla de Marruecos.

Libro-reportaje:
Al final, la guerra, junto a Luis Miguel Francisco

Ensayo:
El Derecho en la obra de Kafka.
Sereno en el peligro. La aventura histórica de la Guardia Civil (Premio Algaba de Ensayo).

Su obra ha sido traducida al ruso, francés, alemán, italiano, griego, catalán y portugués.

Como guionista de cine, ha escrito junto a Manuel Martín Cuenca la adaptación a la gran pantalla de la novela La flaqueza del bolchevique.

EL LIBRO

Título: La reina sin espejo

Autor: Lorenzo Silva

Encuadernación: Tapa blanda con solapa

Número de Páginas: 379

Editorial: Ediciones Destino

ISBN: 84-233-3775-8

Año de edición: 2005




La aparición de una mujer apuñalada en un pueblo de Zaragoza podría ser un trabajo más para el sargento Bevilacqua y la cabo Chamorro, pero éste es un caso fuera de lo común; la víctima es Neus Barutell, una célebre periodista casada con un consagrado escritor catalán, lo que atrae a la prensa más sensacionalista y somete a los investigadores de la Guardia Civil  a una dosis suplementaria de presión. En estas peculiares circunstancias, Bevilacqua y su compañera deberán remover con sigilo las entrañas de una vida pública más allá de las apariencias y sumergirse en las flaquezas e inseguridades que se escondían tras la imagen solvente e impecable de la víctima. También será necesario rastrear con detalle sus últimos trabajos periodísticos. Las pesquisas llevan a nuestros protagonistas a Barcelona y las primeras pistas apuntan a un crimen pasional en un mundo de vanidades, lleno de tapujos y secretos y con ramificaciones hasta los sórdidos bajos fondos de la ciudad.

 La reina sin espejo nos sumerge en una indagación compleja y fascinante en la que los guardias civiles deberán, entre otras muchas cosas, dilucidar enigmas literarios de Alicia a través del espejo, desentrañar relaciones cibernéticas y colaborar con la policía autonómica catalana para llegar a la resolución de un caso espinoso y difícil.
 

Lorenzo Silva trasciende con esta novela el género policíaco en un texto colmado de intrigas, bajas pasiones e ironía y lo conjuga con su prosa más conseguida y acertada hasta el momento.

IMPRESION PERSONAL

Personajes:
Rubén Bevilacqua, Sargento de la Guardia Civil, 40 años.   Es el personaje principal de esta serie de novelas.  Bevilacqua, es un hombre, que esconde su gran humanidad bajo la capa de hombre frío y duro, pero en cada nueva entrega el autor nos va descubriendo algunas situaciones de su pasado que nos ayudan a conocerle mejor.  

Virginia Chamorro, Cabo de la Guardia Civil.  Desde hace varios años es la ayudante de Bevilacqua, una mujer inteligente, con una gran intuición. Ambos se entienden y se han integrado muy bien;  mantienen una buena relación profesional, basada en el respeto y en la confianza.

Representación de la pareja protagonista en la película que se hizo sobre éste libro

Neus Barrutell, la víctima, una célebre periodista, casada con un famoso escritor catalán.  Una mujer culta, inquieta y gran trabajadora, que ha sabido ganarse muy buena fama en su profesión.  Sentimentalmente el matrimonio mantiene una relación abierta y muy discreta; ambos se tienen mucho respeto y cariño y viven juntos en un gran ático dúplex en una de las mejores zonas de Barcelona.

Neus es una mujer que, aparentemente,  lo tiene todo,  reconocimiento social y profesional, dinero, un marido culto y enamorado, que le da toda la libertad que necesita,  pero en el momento de su asesinato,  emocionalmente no se encuentra en uno de sus mejores momentos, aunque nadie lo sospechaba.

Gabriel  Altavella.  Viudo de Neus Barrutell, 15 años mayor que Neus,  es un célebre escritor, culto y sensible y está situado en un estatus social privilegiado.  Aunque al principio parece muy estirado y algo antipático, a través de las conversaciones que mantiene con el sargento, la opinión sobre él va mejorando. 

Subteniente  Robles, compañero de Vila, durante su etapa en Barcelona, un hombre que está a punto de jubilarse, que se pone a disposición de Bevilacqua y se pone a su servicio y le ofrece los contactos que le ayudarán a resolver el caso.  Robles fue un gran apoyo para el sargento durante los años que vivió en Barcelona y a pesar del tiempo transcurrido han mantenido su amistad.  

Quinta novela protagonizada por la pareja de la Guardia Civil formada por el sargento Bevilacqua y la cabo Chamorro. En esta nueva entrega, el escritor desarrollará, aún más si cabe, a sus ya famosos personajes, enseñándonos parte ocultas que todavía no nos había mostrado, como el desencanto de Bevilacqua o la tristeza de Chamorro.

Neus Barutell, una popular presentadora de televisión catalana, aparece muerta cosida a puñaladas. El arma con la que se cometió el asesinato no aparece. Sólo las huellas de una desenfrenada noche de sexo y drogas, así como unas alusiones a Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll escritas por la presentadora, son el punto de arranque de esta trepidante historia. Un rompecabezas que nos llevará hasta Rumanía.

Comisaría de la Policia Nacional, ubicada en la Via Layetana (Barcelona)


Es esta la quinta novela de la serie del Sargento Bevilacqua y la cabo Chamorro,  en ella, Lorenzo Silva, nos dibuja a nuestros personajes principales, con unos años más y el paso de estos años parece  pesarle a nuestro sargento, al que vemos más retraído y nostálgico que en las anteriores entregas.

La cabo Chamorro, que ya se encuentra en la treintena ha dejado de ser la joven tímida con la que comenzó a trabajar y ahora es una mujer que demuestra mucha  seguridad y aplomo. 

La relación entre ellos sigue siendo de mucha complicidad, llevan ya casi diez años juntos, pero ella no deja de sorprenderle y casi siempre agradablemente.

En esta novela, además de la investigación del asesinato de la periodista,  el autor, aborda, temas que tristemente cada día se han hecho más cotidianos como la prostitución ligada a la explotación de la inmigración ilegal y también se mete de lleno en la problemática de la convivencia de las fuerzas de seguridad, las rivalidades entre la Guardia Civil,  los Mossos d'Esquadra y  la policía, como consecuencia del inicio del traspaso de competencias de las fuerzas de seguridad, que el autor resuelve de una forma esmerada.

Sede Central de los Mossos D'Esquadra, en Sabadell


Con todos estos ingredientes, Lorenzo Vila ha elaborado una novela que engancha, se lee rápido, con unos diálogos muy naturales pero no exentos de ironía. La acción es rápida y el desenlace da un giro sorprendente, pero que resulta muy creíble.

En Barcelona transcurre buena parte de la acción de La Reina sin espejo, lo cual le permite a Lorenzo Silva mostrarnos su opinión sobre Barcelona y de paso hacer un repaso del estado de las autonomías y lo que la transferencia de competencias implica para la Guardia Civil en Cataluña.

Una visión de Barcelona que muchas veces surge en contraposición con Madrid, como esta visión de las cafeterías barcelonesas, bien es verdad que antes de que la nueva ley antitabaco cambiase la atmósfera de las cafeterías madrileñas:


«En Madrid, por regla general,uno puede elegir para tomarse un café entre el bar cutre y la cafetería rancia; ni se conoce ni se aprecia demasiado esa sensación de limpieza y confort peculiar de la hostelería barcelonesa». (Página 125)


Además de los paseos en coche por los atascos barceloneses, la visita al Parque Güell, la vista del Tibidabo o el recuerdo del Pueblo Nuevo, no se resista a dejar una perla sobre la última "joya" de la arquitectura barcelonesa:

«El día no era demasiado claro, pero permitía divisar los perfiles de una Barcelona que había sufrido desde la época en que la había conocido algunas alteraciones ostensibles; la que más destacaba, con mucho, era el insolente edificio en forma de supositorio que se alzaba mirando hacia la parte del Besos». (Página 107)

Cinco años antes de que las elecciones autonómicas catalanas nos dejaran esa perla de que «En Andalucía no paga impuestos ni Deu», este pensamiento y sentir ya está recogido por Lorenzo Silva en este libro:

«Por nuestra experiencia de recorre autonomias, en este país ya todo el mundo acusa al vecino de robarle la cartera, en cuanto no se sale con la suya o el otro se lleva una porción de tarta.». (Página 93).
 
Resulta estimulante, y lo digo como no catalán, ver como trata Lorenzo Silva la cuestión idiomática, defendiendo el derecho de los catalanes de expresarse en su lengua, si bien también manifiesta la dificultad que su uso e imposición supondrá para muchos castellano parlantes residentes en Cataluña a la hora de buscar o cambiar de trabajo, como es el caso de la Guardia Civil, muchas de cuyas competencias estan siendo asumidas por la Policía Autónoma (los Mossos), por lo que la presencia de la Guardia Civil es cada vez menor, lo que obliga al traslado a otras zonas de España, con los problemas familiares que eso conlleva de cambio de domicilio, colegios o pérdida de trabajo de la pareja. O intentar encontrar un nuevo trabajo, algo como decía antes, no siempre fácil por el idioma.

Todos estos espinosos temas son tratados con claridad pero sin acritud por Lorenzo Silva.
 
El Tibidabo y, al fondo, la ciudad de Barcelona
 
 
En mi opinión, para que una novela de misterio me parezca interesante debe tener dos elementos esenciales: por un lado, unos investigadores / detectives interesantes, bien dibujados, que nos interesen y nos importe lo que les pase, que, de alguna forma, participemos con ellos de su investigación. En ese sentido, "La reina sin espejo" se merece un diez. La pareja de guardia civiles que protagoniza la historia posee todas esas cualidades que antes apunté, en especial, el sargento Rubén Bevilacqua, un psiquiatra reciclado en guardia civil, hombre sensible, culto, sentimental y con la inteligencia de cualquier persona de la calle, es decir, no nos encontramos con un Poirot ni un Sherlock Holmes sino con un tipo de lo más normal y corriente, muy eficaz en su trabajo eso sí y entregado totalmente al cumplimiento de su misión.

Puede dar la impresión de que el personaje de Chamorro queda como más desdibujado, pero no es así. Lo que sucede es que Virginia es mucho más introvertida y cuesta más llegar a conocerla, pero, debajo de esa aparente dureza (es bastante borde) se encuentra una chica de corazón bastante grande y que tiene gran empatía con su compañero de trabajo. Creo que más que de una historia de amor entre los dos, podemos hablar de una maravillosa amistad, algo más difícil de conseguir, en general, entre un hombre y una mujer pero que en este caso resulta de lo más emotiva.

Otro elemento que considero fundamental en una novela policíaca es que el desenlace del misterio no nos decepcione, sea coherente al menos. Aquí tengo que poner mi primer pero a "La reina sin espejo" ya que aunque considero que la respuesta al enigma de la muerte de Neus sí que resulta coherente, tiene un sentido, a mí como lector me decepciona un poco. Me habría gustado que todo hubiera tenido más que ver con la personalidad de la periodista, con sus pasiones, con algún secreto oculto que con lo que finalmente resulta ser.

La novela, no obstante, me ha parecido bastante densa, como ya señalé al principio de esta reseña. Creo que Lorenzo Silva aprovecha la estancia de los investigadores en Barcelona para hacer continuas referencias a la realidad política catalana, en concreto, las relaciones (algo tensas) entre la Guardia Civil de toda la vida y los Mossos. No me interesan demasiado las conversaciones entre unos y otros en los que intercambian impresiones a ese respecto y me distraen de lo esencial, que es el progreso de la investigación sobre la muerte de la periodista.

Entiendo también que estar en Barcelona y no hacer un recorrido turístico por los lugares más emblemáticos y característicos de la ciudad nunca viene mal, pero pienso que se pierde mucho tiempo en describir los paseos del sargento, sus reflexiones melancólicas. Es decir, aunque que el personaje gana en profundidad,  hace que el misterio, que desde mi punto de vista debe ser lo fundamental de la historia, avance con demasiada lentitud y a mí, como lector, me trasmita cierta impaciencia.


En resumen, una novela de misterio que parte de un buen comienzo, con excelentes personajes pero que deja mucho que desear en cuanto a ritmo y cuyo desenlace, a mí al menos, me decepciona un poco. De todos modos, me ha parecido muy interesante leerla y, en ningún momento, he experimentado la sensación de estar perdiendo el tiempo.

ACTUALMENTE LEYENDO:  LA ISLA DE LOS AMORES INFINITOS  (Daína Chaviano)

jueves, 16 de enero de 2014

MISTERIOSA BUENOS AIRES (Manuel Mujica Lainez)



EL AUTOR


Manuel Mujica Láinez
 
(Buenos Aires, 1910 - La Cumbre, 1984) Narrador argentino que combinó imaginación novelesca con datos históricos y el color local con el cosmopolitismo, desarrollando una serie de tramas de corte histórico. Nació en el seno de una familia patricia; por vía materna descendía de periodistas y escritores e incluso su madre componía piezas de teatro que leía a sus amistades, de modo que creció en un medio en el que todo se conjugaba para facilitar su vocación por las letras.
 
Entre los trece y los dieciséis años vivió en Europa, donde se familiarizó con los clásicos franceses e ingleses, y a su regreso se vinculó con A. Storni, Arturo Capdevila y otros, y más tarde con A. Bioy Casares, S. Ocampo, S. Bullrich y el círculo de colaboradores de la revista Sur. Pero nunca perteneció a ninguna "capilla literaria", según sus propias palabras, aunque sí fue vicepresidente de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) cuando J. L. Borges la presidía.
 
Sus gustos clásicos lo mantuvieron ajeno a vanguardias e innovaciones. Admiraba a M. Proust, H. James y V. Woolf. Obtuvo, entre otros, el Premio Nacional de Literatura (1963) y recibió la Legión de Honor del Gobierno de Francia (1982). En 1931 comenzó a colaborar en La Nación como crítico de arte y en 1936 reunió bajo el título de Glosas castellanas sus artículos periodísticos; dos años después publicó la novela Don Galaz de Buenos Aires.


 
Si con los cuentos de Aquí vivieron (1949) y Misteriosa Buenos Aires (1950) abordó momentos de la historia de la ciudad desde sus orígenes, con las novelas Los ídolos (1952), La casa (1954), Los viajeros (1955) e Invitados en "El Paraíso" (1957) retrató el apogeo y la decadencia de la alta burguesía argentina. Volvería a ello muchos años más tarde, con El gran teatro (1979), aunque derivó antes hacia la novela histórica de ambientación europea. Aquí vivieron narra diversas historias sucedidas entre 1853 y 1924 en San Isidro, un suburbio tradicionalmente habitado por la clase alta de Buenos Aires. El libro responde al proyecto de plasmar una literatura que combinara la imaginación novelesca con una base de datos históricos. La misma voluntad se percibe en La casa, relato en el que una señorial vivienda de la calle Florida de Buenos Aires narra en primera persona su propia historia y la de sus habitantes. Más abarcadora, aunque sin romper con esa línea, resulta Misteriosa Buenos Aires, una reconstrucción no carente de elementos ficticios de la historia de la ciudad, desde el mismo momento de la llegada de su primer fundador, Pedro de Mendoza.
 
Bomarzo (1962), su título más célebre, desarrolla un argumento ambientado en Italia durante el esplendor de las cortes renacentistas. Esta biografía del duque Pier Franceso Orsini sirvió de base para una ópera de Alberto Ginastera, cuya representación fue prohibida durante el gobierno del general Juan Carlos Onganía, en uno de los más célebres casos de censura que tuvieron lugar en la Argentina; El unicornio (1965) se sitúa en la Edad Media.
 
La temática histórica se despliega también en los cuentos de Crónicas reales (1967) que, con humor, narran las andanzas de los reyes de un inexistente país europeo; De milagros y melancolía (1968) transcurre en la imaginaria ciudad de San Francisco de Apricotina del Milagro, mientras que El laberinto (1974) son las supuestas memorias de un aventurero español en la época de la conquista.
 
El viaje de los siete demonios (1974) remite a los pecados capitales y a otras tantas ambientaciones distintas en el tiempo y el espacio. La última incursión del autor en la novela histórica fue El escarabajo (1981). Otras de sus obras son Vida de Aniceto el Gallo (1943), Vida de Anastasio el Pollo (1947), Miguel Cané (Padre) (1942), Cecil (1972), Sergio (1976), El brazalete y otros cuentos (1978) y Un novelista en el Museo del Prado (1984).
 

EL LIBRO

Autor:

Editorial: DEBOLSILLO
288 paginas, 200 gramos, encuadernación rústica.
Edición: 2005 | Idioma: Castellano
Colección: CONTEMPORANEA
ISBN: 9789875661004

 

Editada en 1951, Misteriosa Buenos Aires contiene cuarenta y dos cuentos sobre Buenos Aires y sus personajes desde la hambruna en el villorio de Pedro Mendoza (1536) hasta la época de Rosas y la organización nacional. El ciclo termina en 1904, con la historia de una arruinada señorona. Desfilan en esta obra costumbres, leyendas, hechos históricos, superstición, hechicería, historias de seres humanos con sus sufrimientos y sus pecados. Es una obra de arqueología literaria en la que la narración se torna tensa y dramática y que demuestra un trabajo de investigación por parte del autor combinado con una escritura elegante y moderna.               

IMPRESION PERSONAL

Misteriosa Buenos Aires es una historia de la ciudad porteña donde la visión estética de los hechos, los personajes y los paisajes alcanza su realización magistral a través de relatos a veces imaginarios y a veces reales. Lo que en ella ocurre de trágico, de místico, de jocundo o de curioso forma parte de la cosmovisión de Manuel Mujica Lainez y su modo peculiar de revivir el pasado

Es la historia de la cuidad contada en cuentos , su propósito era darle a la cuidad de Buenos Aires una perspectiva mitológica .
Si hablamos de contexto político en ese año asume perón su primera presidencia.
 
La dualidad historia y ficción representa una de las claves interpretativas de Misteriosa Buenos Aires de Manuel Mujica Láinez, porque permite al escritor rioplatense reconstruir el ámbito nacional argentino de la época, a partir de los mitos y leyendas que circulaban en la tradición oral porteña desde finales del siglo XVI. Estos participaron de la fundación literaria de Buenos Aires, otorgándole una dimensión fabulosa que dignificó y completó la edificación física, al mismo tiempo que sirvieron de soporte a la conformación de una identidad propia.

Plano de la ciudad de Buenos Aires en 1750



Imagino el esfuerzo de Mújica Láinez por recrear aquella época de los primeros conquistadores, desde las palabras hasta los trajes, por mostrar el nacimiento de un pueblo que hoy es una ciudad capaz de dejar a Madrid o Barcelona como una aldea, por ese cruce de gentes... Me gusta cómo intercala lo real con lo onírico, la sirena que se enamora de un mascarón de proa de una nao que remonta el río de la Plata, el espejo que refleja el pasado o el futuro, el hambre de los conquistadores... Los relatos cortos siempre originales y con final inesperado que voltea todo lo leído. Mientras avanzaba por Misteriosa Buenos Aires me di cuenta del parecido con otro gran libro que apareció en la misma época: Crónicas Marcianas. Ambos relatan una colonización y asentamiento en una nueva tierra a través de relatos cortos que no tienen relación entre sí (o se citan algunos personajes de un relato en los siguientes). Es la misma manera de afrontar el descubrimiento, la conquista, la supervivencia en una tierra extraña. Grandes libros los dos.

Misteriosa Buenos Aires exhibe temas que siempre preocuparon a Mujica Lainez: el menoscabo provocado por el tiempo, la decadencia, la vitalidad y la amenaza de los objetos, la pasión adolescente, la prioridad del amor, la relación equívoca entre hermanos y entre personas del mismo sexo, la tiranía de los prejuicios sociales, la gravitación de otra dimensión de la realidad, la manifestación del milagro, la presencia de espectros. Todo ello tejido con potente fantasía, en un lenguaje de gran plasticidad, característico del gran escritor.
 
El Fuerte en 1829. Fue residencia de los sucesivos Gobernadores y Virreyes y tras la independencia, de los primeros Presidentes de la republica Argentina.
 
Mujica Lainez se propuso restituir al pasado su dimensión humana.
"Quienes pretenden que los seres que poblaron nuestro territorio desde la fundación de las ciudades, lo mismo en la zona de San Isidro que en cualquier lugar de la patria, no fueron hombres y mujeres de carne y hueso, se equivocan. De carne y hueso fueron y como tales actuaron, con flaquezas, con miserias, con vanidades" La Nación , 5 de julio de 1949. Palabras pronunciadas en una comida en su homenaje.
ACTUALMENTE LEYENDO:  LA REINA SIN ESPEJO  (Lorenzo Silva)

VIAJE A LA ALCARRIA (Camilo José Cela)

 


EL AUTOR

Camilo José de Cela y Trulock,  marqués de Iria Flavia, (Iria Flavia, Padrón, La Coruña, 11 de mayo de 1916 – Madrid, 17 de enero de 2002) fue un escritor español. Autor prolífico (como novelista, periodista, ensayista, editor de revistas literarias, conferenciante...), fue académico de la Real Academia Española durante 45 años y galardonado, entre otros, con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1987, el Premio Nobel de Literatura en 1989, y el Premio Cervantes en 1995. Por sus méritos literarios, en 1996 el rey Juan Carlos I le otorgó el Marquesado de Iria Flavia, creado ex profeso

Camilo José Cela nació en la parroquia de Iria Flavia, perteneciente al término de Padrón, en la provincia de La Coruña, el 11 de mayo de 1916. Su padre (Camilo Crisanto Cela y Fernández)  era gallego y su madre gallega de ascendencia inglesa e italiana (Camila Emanuela Trulock y Bertorini); su sexto apellido es belga, Lafayette.  Fue el primogénito de la familia Cela Trulock y bautizado con los nombres de Camilo José María Manuel Juan Ramón Francisco Javier de Jerónimo en la Colegiata de Santa María la Mayor. Durante los años 1921 a 1925 la familia vivió en Vigo, instalandose en 1925 en Madrid. Donde Camilo cursó estudios en el colegio de los Escolapios de la calle General Porlier.

En 1931, hubo de ser internado en el Sanatorio antituberculoso de Guadarrama, experiencia que aprovechó posteriormente para su novela Pabellón de reposo. Empleó los periodos de inacción que su enfermedad le impuso en intensas lecturas de Ortega y Gasset y la colección de autores clásicos españoles de Rivadeneyra, según él mismo indicó más tarde. En 1934 terminó sus estudios secundarios en el Instituto San Isidro de Madrid e inició la carrera de Medicina. No se ha abundado suficientemente sobre las actividades que nutrieron su acervo intelectual (académicas, influencias, amistades, viajes, idiomas o lecturas) con el que el joven Cela cimentara su erudición. Se sabe que gustaba asistir de oyente a las clases de Literatura Española Contemporánea de Pedro Salinas en la nueva Facultad de Filosofía y Letras. Allí se hizo amigo del escritor y filólogo Alonso Zamora Vicente. También trató a Miguel Hernández y María Zambrano, en cuya casa de la plaza del conde de Barajas conoció en tertulia a Max Aub y otros escritores e intelectuales.

La Guerra Civil estalló mientras él estaba en Madrid, con 20 años y recién convaleciente de tuberculosis. Cela, de ideas conservadoras, logró escapar a la zona sublevada y se alistó como soldado, fue herido y hospitalizado en Logroño.

Al acabar la guerra mostró indecisión en sus estudios universitarios y entró a trabajar en una Oficina de Industrias Textiles, donde empezó a escribir lo que será La familia de Pascual Duarte. «Empecé a sumar acción sobre acción y sangre sobre sangre y aquello me quedó como un petardo».

A los 50 años comenzó Cela a escribir sus memorias y trazó entonces un amplio proyecto que llamó La cucaña. De aquel plan sólo se editó en libro La rosa  que termina en los recuerdos de su infancia.

El volumen II se publicó en el año 2001 abarca parte de la infancia, la adolescencia y juventud del autor.

Se casó en 1944 con María del Rosario Conde Picavea, maestra de formación  con quien tuvo dos años después su único hijo, Camilo José. Se divorció de Rosario Conde en 1990 para casarse en 1991 con Marina Castaño López, periodista con la que compartió sus últimos doce años.

Orientado a la literatura y ambicioso, puso en marcha en plena autarquía un mecanismo que el poeta falangista Dionisio Ridruejo definió como «estrategia de la fama, el culto a la personalidad y la voluntad imperativa».

Utilizó para ello una triple estrategia a largo plazo: colaboracionismo político con el Régimen, estilo literario impactante e imagen pública epatante (aparte, naturalmente, de escribir mucho).

Cela malvivió de colaboraciones con la prensa en la posguerra. Obtuvo el imprescindible carné de periodista con el apoyo de Juan Aparicio en 1943.  Fue censor del régimen. El periodista Eugenio Suárez, censor confeso, refiere estos primeros años difíciles de Cela.  Optó y ocupó un puesto en el Cuerpo Policial de Investigación y Vigilancia del Ministerio de la Gobernación del régimen franquista donde trabajó como censor  durante 1943 y 1944. Sus dos primeras obras literarias fueron censuradas lo que hizo aumentar las expectativas de los lectores.

Conquistado literariamente Madrid, se trasladó a Palma de Mallorca (1954–1989), donde se introdujo en el negocio editorial creando en 1956, con Caballero Bonald como secretario de redacción , una revista literaria llamada Papeles de Son Armadans (1956–1979) que Cela supo orientar más allá del sectarismo propio de aquellos tiempos, apoyando la participación de relevantes escritores del exilio.

También creó la editorial Alfaguara, donde se publicaron sus obras y las de otros muchos autores del momento.  A pesar de su mayor estabilidad económica Cela demostró su talante mercantilista y su connivencia con el poder político del tardofranquismo.



El profesor Ysàs desveló recientemente con documentos cómo personas de renombre de la literatura española, como era ya Camilo José Cela, se ofrecieron a colaborar con el Ministerio de Información en los años de la Transición con el objeto de reconducir, o mejor dicho frenar, la disidencia de otros compañeros.  Cela sugirió que algunos intelectuales, disidentes en apariencia, podrían ser sobornados, «domesticados» o convertidos en fieles al sistema. Incluso llegó a sumarse a un grupo de escépticos e inconformistas simulados para poder así espiar sus actividades. Conociendo las dificultades del oficio, entre otros trucos Cela proponía la compra de libros a ciertos autores para favorecerlos, o hacerles contratos de edición en alguna editorial que colaborara con el franquismo, y si era preciso que se crease al efecto, aumentándoles el porcentaje a percibir para ganárselos.

Presidió la Sociedad de Amistad España-Israel, constituida en los años 70 con el fin de ayudar al establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países y a fomentar las relaciones culturales, bajo la idea de los elementos constitutivos judíos de la cultura española.

Cela fue nombrado senador en las primeras Cortes Generales de la transición democrática y tomó parte activa en la revisión que el Senado efectuó del texto constitucional elaborado en el Congreso de los Diputados. Su enmienda consistió en denominar a la lengua oficial del Estado como «castellano o español» y que el color «gualda» (término casi exclusivo del léxico de la heráldica) de la bandera española sea designado como «amarillo». Con el comienzo del año de 1979 y con la convocatoria de nuevas elecciones generales, Cela concluyó su etapa de senador por designación real.

Tenía grandes dotes de actor, entre ellas una voz poderosa, una excepcional capacidad paródica, sabia dosificación de la expectativa y la sorpresa, empatía con el auditorio y un gran sentido del espectáculo.  Cela siempre se mantuvo independiente y a contrapelo de muchas tendencias aun reconociendo una «grave falta de interés por la aventura intelectual». Mantuvo sus ideas políticas derechistas, y el hecho de haber combatido y trabajado a favor del campo nacionalista, le granjearon la enemistad del establishment literario "progresista" y la de los gobiernos socialistas de la época.  A ello contestaba Cela con su humor dedicando algunos de sus libros «a mis enemigos que tanto me han ayudado en mi carrera».

Considerado como «gran farsante», por la constante antinomia que mantuvo durante su vida entre lo que decía y lo que hacía, Cela propició una especie de relaciones públicas al revés. Era pronto para la imprecación y el exabrupto.

En octubre de 1989 le fue concedido el Premio Nobel de Literatura según la propia Academia sueca: «...por la riqueza e intensidad de su prosa, que con refrenada compasión encarna una visión provocadora del desamparo de todo ser humano».

En 1994 recibió el Premio Planeta. La obra premiada de Cela, La Cruz de San Andrés, dio origen a un juicio por supuesto plagio que ha sido reabierto,]  al haber sido denunciado por una de las participantes que enviaron manuscritos al citado certamen, si bien los peritos judiciales que intervinieron descartaron la existencia de plagio.

En 1995 recibió el Premio Cervantes, el más prestigioso galardón literario de los países de lengua española.

Murió el 17 de enero de 2002 a los 85 años. Sus últimas palabras fueron: ¡Viva Iria Flavia!.


EL LIBRO



Ligero de equipaje, el viajero sale temprano de su casa. Lleva en su cabeza un plan que el capricho de sus pasos irá alterando, y en su mochila un cuaderno que se llenará de encuentros y paisajes. Por sus páginas va desfilando una geografía de rostros con los que ha compartido un cigarro, un trecho del camino o hasta la manta y el jergón. Son personajes desconfiados y hoscos, hospitalarios y amables; personajes típicos forjados por la dureza de la tierra y personajes extravagantes forjados por el absurdo de la vida. Del buhonero al que apodan el Mierda, al chamarilero que se precia de conocer al rey de Francia; de las hacendosas Elena y María al niño Paquito que una parálisis tiene postrado en su silla... todos ellos van poblando las páginas del cuaderno y dejando en el corazón del viajero la herida que causan los encuentros fugaces y las despedidas definitivas. Junto a ellos, el viajero toma buena nota de la belleza, a veces austera y a veces generosa, de la comarca alcarreña, de sus ríos, sus campos y sus historiados pueblos.

IMPRESION PERSONAL

El 9 de marzo de 1948 sale de la imprenta el libro VIAJE A LA ALCARRIA, del que es autor el conocido novelista gallego Camilo José Cela. Cela ya es popular porque desde hace seis años su novela La Familia de Pascual Duarte admira y escandaliza a los españoles. También ha publicado Pabellón de Reposo, las Nuevas andanzas y desventuras de Lazarillo de Tormes, El bonito crimen del carabinero y un libro de versos y otro de cuentos. Y hasta ha tenido la audacia de exponer sus pinturas en Madrid.

El nuevo libro VIAJE A LA ALCARRIA está editado por la Revista de Occidente, tiene 232 páginas y 44 fotografías de Karl Wlasak. La encuadernación es en rústica y el precio 65 pesetas.
El famoso relato de Camilo José Cela, es una obra consagrada de la literatura española que, dentro de una aparente simplicidad, encierra una gran sabiduría formal. La sencillez de VIAJE A LA ALCARRIA es resultado de un difícil ejercicio de depuración formal y su amenidad es el acceso a un mundo de gran hondura lírica. La pureza de empleo del idioma, lo ha convertido en libro de texto en muchas universidades extranjeras y no sólo ha servido para el estudio del idioma castellano sino también de la fisonomía de la España rural de la posguerra.

La narración en tercera persona diferencia a este texto del tono tradicional de los relatos de viajes, en que siempre habla el protagonista.

Una indagación que pretenda no dejar desperdicio, encontrará que el VIAJE A LA ALCARRIA es una novela de aventuras. Al menos, rastreará en sus páginas lo dos elementos más característicos de ellas: el exotismo y el riesgo. Nada más singular que el escenario primitivo por donde transcurre el relato y en donde el viajero encuentra las situaciones más comprometidas. Pasa hambre en el camino, duerme al raso, desciende con peligro de deslomarse por el barranco de Trascastillo en Durón, es atacado en Tendilla por perros y gansos, sube a Casasana por vericuetos ásperos, en la senda por las Tetas de Viana encuentra los vestigios de un crimen, sufre prisión en Budia, le echan de Pareja a las voces de “Usted coge su morral y se va. ¡Como hay Dios..!” Nuestro aventurero también irá registrando con su corazón el hallazgo de mozas, criadas y señoritas que aparecen en su camino por la Alcarria.

De la lectura del libro VIAJE A LA ALCARRIA, se desprende que el viajero hizo el viaje a pie y en solitario, pero la confrontación con las notas de su cuaderno de viaje obliga a matizar estos dos supuestos. Cela tuvo la compañía intermitente de una pareja de fotógrafos austríacos -Karl Wlasak y Conchita Stichaner- que se encargaron de hacer las fotografías que ilustran la edición príncipe. En la primera y tercera parte de sus viajes, es decir, la correspondiente a Guadalajara, Taracena, Torija, hasta Brihuega, y desde La Puerta, Budia, El Olivar a Durón, Cela fue en solitario. En la segunda y cuarta, esto es, desde Bruhuega, Cifuentes, Trillo, Viana, hasta La Puerta y desde Pareja, Casasana, Sacedón, Tendilla hasta Pastrana fue acompañado por ellos.

Cela tiene una obsesión por los detalles geográficos, los nombres, apodos, leguas y circunstancias que contribuyen a dar una sensación de veracidad. La España de la posguerra era pobre y doliente y llena de temor y resentimiento. La España de 1946 estaba sometida al bloqueo internacional por la complacencia que había tenido con las fuerzas del Eje durante la segunda guerra mundial y por la persistencia de Franco en el poder. Sólo Churchill había valorado con realismo la tozudez de Franco y el orgullo del español que haría contraproducentes las presiones exteriores y sólo servirían para que el régimen se eternizase. Aparte que algunas de las campañas de los aliados contra la España franquista eran bastante pintorescas, como la que ese mismo año 46 acusaba de agresor a nuestro país por fabricar la bomba atómica en Ocaña.

Itinerario del viaje a la Alcarria


En el interior se vivía con cautela y desconfianza y sólo se toleraba la discrepancia en cuestiones deportivas. Se hablaba de los goles de Zarra, de la escalada de Langarica, del arrojo de Ortueta. Y poco más. La España de 1946 era una fotografía confusa y dramática que Cela intentaba desvelar. Cela hace un recorrido por una España de posguerra, rural y en más de una ocasión hambrienta, son los años del hambre, algunas de los personajes del libro manifiestan su preocupación por “poder llevarse algo a la boca durante el día”.

“Ahora no es como antes; ahora, para malcomer, hay que sudarlas” (pagina 187 - Destino. Edición 16.ª)

El año 46 fue un año de sequía así lo reflejaba la censurada prensa:

“Ante la agravación de la sequía se suprimen los trenes eléctricos de Madrid y se restringen los demás en toda España”

Sin embargo nuestro viajero no sólo coge el tren sino que éste va lleno de gente, debió ser un tiempo antes de las restricciones. La sequía se puede apreciar si bien no directamente de las palabras de los personajes sí por las numerosas menciones que se hace al agua de lo que se deduce la importancia que tenía para la zona hasta el punto incluso de conocer un pueblo por su abundancia o no de agua.

Es una época de represión, de control policial, esto se refleja en VIAJE A LA ALCARRIA por el número de guardias civiles que salen reflejados, un total de cuatro.

También es la época de construcción de nuevos pantanos totalmente típicos de esta etapa del régimen franquista (“queda inaugurado este pantano”). La referencia se refiere a la aparición en varias ocasiones en el libro de la alusión a la construcción de las presas de Entrepeñas y del río Guadiela:
“La gente habla de los pantanos que están haciendo en el Tajo y en el Guadiela. Según aseguran, van a ser algo muy importante” (paginas 191-192 - Destino. Edición 16.ª)
Incluso algunas de las zonas por las que pasó Cela en 1946 hoy se encuentran anegadas bajo las aguas:

“Marchando por la Entrepeña el viajero ve una hermosa decoración (…)”

El libro también hace referencia al “estraperlo” o mercado negro:
“Pasan carros de mulas para arriba y para abajo, y de vez en cuando, cruza un camión cargado hasta los topes; a veces la guardia civil detiene algún camión; el estraperlo suelen llevarlo debajo de la carga”. (Pagina 176 - Destino - Edición 16.ª)

Ante la Política intervencionista del Estado a todos los niveles (producción, comercialización, consumo, racionamiento) agricultores y consumidores optaron por los intercambios ilegales, consolidándose así un mercado negro o “estraperlo”, que llegó a ser de más envergadura que el mercado oficial. El mercado negro generaría importantes beneficios a grandes propietarios, intermediarios y a los propios interventores haciendo aparecer así la figura del “estraperlista”.

Centrándonos ya en el libro, Cela ha sabido reflejar la realidad social y rural de la España del año 1946 usando con una forma y un estilo que roza la perfección nuestro ya de por sí difícil idioma que es el castellano. El libro es ameno, despierta la curiosidad en cada momento y traslada a nuestra mente de manera ejemplar la sociedad de la posguerra alcarreña. Cela ha sabido usar como nadie la narración en tercera persona, lo que diferencia a este texto del tono tradicional de los relatos de viajes, pues este libro en mi opinión es algo más que un libro de viajes, Cela no reduce su obra a una narración de lo que se encuentra por el camino, sino que traslada formas de sentir de las gentes de la comarca alcarreña.

ACTUALMENTE LEYENDO:  MISTERIOSA BUENOS AIRES  (Manuel Mujica Lainez)

.


miércoles, 8 de enero de 2014

LA ULTIMA NOCHE DE VICTOR ROS (Jeronimo Tristante)



EL AUTOR



Jerónimo Tristante nació en Murcia en 1969. Estudió Biología en la Universidad de Murcia y tras desempeñar diversos trabajos, actualmente es profesor de Biología y Geología de educación secundaria. Tras la publicación del libro de poemas Amanece en verde, publica en 2001 su primera novela, Crónica de Jufré. Ha sido traducido al italiano, al francés y al polaco.

Obra
Tristante escribe novelas de misterio y aventuras. Se caracteriza por su rigurosa documentación histórica, reflejada en su prosa y en la ambientación de situaciones y personajes. En el conjunto de la narración el elemento histórico constituye el marco tan solo para el desarrollo del argumento, en la que predomina la acción y la intriga.

Hasta el momento ha publicado siete novelas, la primera con su nombre completo, la segunda como Jero Salmerón y el resto como Jerónimo Tristante:
  • Crónica de Jufré (2003) cuenta la historia a través de un cura de origen francés y dudosa reputación, obligado a huir de su país, que entra al servicio de un noble aragonés , Berenguer de Jufré. Berenguer lucha contra los moros y aparece caracterizado como un hombre de armas típico de la época, pero que ve alterada su personalidad tras sufrir un golpe en la cabeza. A partir de ese momento sufre una transformación repudiando la violencia y la guerra y adoptando costumbres extrañas, llegando por ello a ser encarcelado por la Inquisición. Bernardo, el cura renegado, intenta ayudar a su señor descubriendo que ha adoptado la personalidad de un hombre que pertenece al futuro y que no sabe adaptarse a la época en la que vive.
  • El misterio de la casa Aranda (2008) es la primera entrega de una serie protagonizada por Víctor Ros, policía que ha adquirido su conocimiento del mundo del crimen por haber sido él mismo un delincuente. Esta ambientada en el Madrid de finales del siglo XIX. Se enfrenta a dos casos: el de una casa y un extraño libro que provocan que las mujeres que viven en ella asesinen a sus maridos y una serie de asesinatos de prostitutas. Los personajes se mueven por salones de clases privilegiadas, tertulias literarias, en el agitado ambiente de político y social del momento.
  • El caso de la viuda negra (2008) es la segunda entrega de la serie protagonizada por Víctor Ros, que en esta ocasión deberá viajar a Córdoba para investigar el robo de un dedo de la mano al cadáver del coronel Ansuátegui mientras permanecía en el depósito del cementerio. Además investigará también el caso de la sospechosa muerte del Marqués de la Entrada, un anciano casado con Lucía Alonso, una joven amiga de Clara, la esposa del policía.
  • El tesoro de los nazareos (2009) está ambientada en la Edad Media y los misterios que rodearon a los Caballeros Templarios. En esta ocasión, el misterio gira alrededor del chantaje que se realiza al Papado.
  • 1969 (2009) Novela ambientada en el tardofranquismo español, exponente del más puro estilo de género negro. Retrata la Murcia provinciana de la época, con un estilo fílmico que sitúa al lector entre una “road-movie” y un film de Sam Peckinpah.
  • El enigma de la calle Calabria (2010). Tercera entrega de la serie que protagoniza Víctor Ros. La novela se desarrolla en la Barcelona de finales del siglo XIX.
  • El Valle de las Sombras (2011). Novela que narra la amistad entre un republicano y un fascista tras la Guerra Civil, en la construcción del Valle de los Caídos. Ambos superarán sus diferencias e investigarán un misterioso asesinato.
  • La última noche de Victor Ros  (2013)

EL LIBRO

Editorial:  PLAZA & JANES EDITORES, S.A.

Materia: NARRATIVA DE INTRIGA

Año de edición: 2013

ISBN: 978-84-01-35456-4

EAN: 9788401354564
 
Páginas: 448



El detective privado Víctor Ros, es contratado para descubrir al culpable del asesinato de Ramón Férez, primogénito de un acaudalado industrial de Oviedo.

Una peligrosa asesina fugada. Un joven muerto en extrañas circunstancias. Una familia repleta de secretos. Un pasado oscuro y una traición. Por fin un caso que pondrá a prueba el talento del detective más carismático e inteligente del siglo XIX, Víctor Ros.

Suiza, 1882. Bárbara Miranda, una psicópata custodiada por el Sello de Brandenburgo, escapa de su celda y desaparece.

Oviedo, un año después. Ramón Férez, primogénito de un acaudalado industrial, aparece asesinado delante de la verja de acceso a la Casa Férez. Para desesperación de las fuerzas del orden de la ciudad, no dejan de aparecer sospechosos del asesinato del joven, y el juez encargado del sumario, Agustín Casamajó, incapaz de encontrar al verdadero culpable, decide llamar a su gran amigo y famoso detective, Víctor Ros. Pero el caso no será fácil para él: tendrá que evitar las trampas que le colocarán en su camino las personas que menos espera, y se encontrará con un amor del pasado al que traicionó en su juventud.

Víctor Ros, con la ayuda de su hijo adoptivo y de su perspicaz esposa, ¿encontrará al culpable y evitará más muertes? ¿Podrá salir airoso del caso más peligroso de su vida? O por el contrario, ¿seremos testigos de su última noche?

IMPRESION PERSONAL

La última noche de Víctor Ros, de Jerónimo Tristante (ed. Plaza & Janés, 2013) es el cuarto título de la serie protagonizada por Víctor Ros, un peculiar detective que se enfrenta aquí a su caso más peligroso y complejo. Después de El misterio de la casa Aranda, El caso de la viuda negra y El enigma de la calle Calabria, el autor vuelve a deleitarnos con un estilo ameno y sencillo, una atractiva ambientación histórica en la España del siglo XIX, una trama de misterio entretenida y bien hilvanada, y un protagonista excéntrico y con una sorprendente capacidad deductiva que, con todos los derechos, ya se ha convertido en un clásico del género.



Novela policiaca ambientada en el último tercio del siglo XIX, la peculiaridad de Víctor Ros, contrariamente a otros detectives famosos (Holmes, Poirot, Maigret,…) es que este detective es una persona “normal”: felizmente casado, con hijos, un buen estatus social…vamos, que no vive en una oficina ni en un cuchitril ni ha de comijear por bares inmundos. En absoluto encarna al detective de las series negras. Hombre de orígenes humildes, razonable y racionalista, equilibrado en sus costumbres, fiel a su esposa y  a su familia, el único desorden que se le conoce es el provocado por su trabajo.
 
Calle Cimadevilla, Oviedo, final del siglo XIX
 
 
El hecho de ambientar las novelas de Víctor Ros en el siglo  diecinueve es otra manera de acercarse a sus héroes literarios. No en balde Tristante se declara admirador de la literatura británica de corte policiaco, Wilkie Collins, Conan Doyle, etc., Como en el mundo de Holmes, tiene su Moriarty, que en este caso es Bárbara Miranda, personaje extremadamente cruel y malvado, que mezcla personalidad masculina y apariencia femenina.
 
La novela cumple sobradamente con el género. Ramón Férez, hijo de un importante empresario asturiano es asesinado en circunstancias extrañas y la policía de Oviedo se ve sobrepasada por las dificultades que presenta el asunto, por lo que el juez Agustín Casamajó, que lleva el sumario del caso, y además es amigo personal del detective, propone a las fuerzas vivas de Oviedo y al padre del asesinado traer a Ros desde Madrid para que solucione el intrincado problema que se les presenta. El detective Ros tiene una historia personal, un “pasado” que de algún modo va a emerger en este caso. Por otra parte, tiene un hijo adoptado, un chaval adolescente, en el que Ros ve retratada su propia infancia, y que le sirve de ayudante en sus días de vacaciones, y en algunos momentos su ayuda le resulta vital. La esposa de Ros, Clara, que a lo largo de la novela tiene un papel secundario, reaparece al final  con una actuación estelar.
 
Calle Uría, Oviedo
 
La trama, complicada y enrevesada, plagada de asesinatos insospechados, hace que el detective (y el lector)  recomponga continuamente las hipótesis puesto que las premisas del problema son cambiantes. A diferencia de las anteriores novelas de la serie de Víctor Ros que se narran en pasado, ésta está contada en presente, marcando con ello un ritmo de continua tensión. Hasta el último momento vivimos en un ay, preocupados porque el título da a entender –en uno de sus significados- la posibilidad de que Víctor Ros finalice sus días en esta aventura. No adelantaré, obviamente, la respuesta. Lo que sí diré es que no es apta para cardíacos.
 
Me ha recordado a las novelas de Arthur Conan Doyle, entremezclado con el mundo de Galdós y el encanto de los folletines.  Pero este detective es más humano, más cálido, que nuestro admirado Sherlock Holmes. Su esposa Clara,  gran ayuda para Víctor, es su igual en inteligencia y toma de decisiones. Los dos tienen una clara conciencia social y voluntad de ayudar a los más débiles  sin dejarse influenciar por los prejuicios reinantes.
 
Su denuncia de las condiciones de  vida de los más desfavorecidos, el trato infrahumano que sufren los niños también te llevan al mundo de Charles Dickens. La descripción de la ciudad provinciana del siglo XIX es francamente buena, puede ser cualquier capital de provincias de aquella época,  en ella conviven el miedo, el chismorreo, la superstición, la hipocresía y ese complejo de superioridad cerril que las hace ser impermeables a la evolución y que fundamentalmente está basado en la ignorancia. Todo el  conjunto tiene el encanto del romanticismo de épocas pasadas, resultando una buena representación de la novela negra.
 
Jerónimo Tristante no ha escrito una novela negra o policíaca al uso. Su obra puede también denominarse histórica o social. Histórica porque nos va desvelando sucesos de la España de finales del XIX, en ocasiones introduciendo personas reales; en otras, amigos actuales que son utilizados como protagonistas, además nos va enseñando diversas ciudades de España, para que veamos cómo se vivía en Barcelona, Madrid, Murcia u Oviedo. Por él, recordamos que en aquellos tiempos había numerosos zagales deambulando por las principales ciudades españolas ejerciendo la mendicidad o la rapacería.

Mina asturiana, final del siglo XIX


También es una novela social porque cuenta las lamentables condiciones de vida en que vivían los mineros asturianos y también cómo vivían las clases altas y más adineradas de la sociedad. Decididamente a Víctor Ros no le gusta el país en el que vive y hace todo lo posible para cambiarlo y todo a riesgo de salir mal parado e, incluso, perder la vida.

El autor murciano ha vuelto a escribir una novela inteligente, fácil de leer, entretenida y con cierto tono de denuncia. Víctor Ros, nuestro Sherlock Holmes, no exento de humor, tiene unas características que gustan al lector. Y así se lo dicen al autor sus lectores, que esperan con auténtico frenesí las nuevas aventuras del detective más rutilante del siglo XIX. Un detective del CSI trasplantado al pasado pero con la fuerza del futuro. Tristante ha vuelto a dar en el clavo y es uno de los jóvenes autores del género negro que hay que tener en cuenta.

ACTUALMENTE LEYENDO:  VIAJE A LA ALCARRIA  (Camilo José Cela)