domingo, 18 de noviembre de 2018

EL LECTOR DE CADAVERES (Antonio Garrido)





EL AUTOR

Antonio Garrido Molina es un escritor español nacido en 1963 en Linares.

Antonio Garrido estudió Ingeniería Industrial en la Universidad Politécnica de Las Palmas.
Es profesor en la Universidad Cardenal Herrera-Ceu de Valencia y Director del Master en Styling y Concepto del Automóvil en el CFP de la Universidad Politécnica de Valencia.
Su primera novela, La Escriba, publicada por Ediciones B en el año 2008, alcanzó de inmediato el éxito internacional traduciéndose al inglés, ruso, alemán, francés, italiano, portugués, griego, polaco, croata, serbio y rumano.
Su siguiente novela El lector de cadáveres, publicada con Espasa en el año 2011 le consagra como novelista histórico al hacerle acreedor del Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza a la mejor novela histórica publicada en España. En los Estados Unidos, bajo el título The Corpse Reader, alcanza en junio de 2013 el puesto nº 1 de ventas absolutas en Amazon.com en todos los géneros, ficción y no ficción, siendo el primer autor español en lograrlo. Ha sido traducida a los idiomas inglés, ruso, alemán, francés, italiano, portugués, polaco, croata, serbio, rumano, coreano y búlgaro.

Con su última novela, El último paraíso, resultó ganador del Premio Fernando Lara de Novela de 2015. El libro narra la historia de un empleado de la industria automovilística estadounidense que es despedido durante La gran depresión y emigra a la Unión Soviética.1
Desde 1994 reside en Valencia.

EL LIBRO

  • Nº de páginas: 544 págs.
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • Editorial: S.L.U. ESPASA LIBROS
  • Lengua: CASTELLANO
  • ISBN: 9788467013849



En la antigua China, sólo los jueces más sagaces alcanzaban el codiciado título de «lectores de cadáveres», una élite de forenses que, aun a riesgo de su propia vida, tenían el mandato de que ningún crimen, por irresoluble que pareciera, quedara impune. Cí Song fue el primero de ellos. Inspirada en un personaje real, El lector de cadáveres narra la extraordinaria historia de un joven de origen humilde cuya pasión y determinación le condujeron desde su cargo como enterrador en los Campos de la Muerte de Lin’an a aventajado discípulo en la prestigiosa Academia Ming. Allí, envidiado por sus pioneros métodos y perseguido por la justicia, despertará la curiosidad del mismísimo emperador, quien le convocará para rastrear los atroces crímenes que, uno tras otro, amenazan con aniquilar a la corte imperial. Un absorbente thriller histórico, extraordinariamente documentado, en el que la ambición y el odio van de la mano con el amor y la muerte en la exótica y fastuosa China medieval.

IMPRESIONES

Antonio Garrido ha conseguido con El lector de cadáveres su obra maestra, un libro que se devora con ansiedad sin obviar una documentación histórica rigurosa y muy rica en detalles.

El autor nos cuenta la historia de Ci Song, un personaje real que vivió en la China de principios del siglo XIII. Este joven fue un adelantado a su tiempo en la investigación forense y un hombre del renacimiento en el Extremo Oriente. Desde su más tierna infancia ya destacaba por su sagacidad. Pero fue en la capital, a las órdenes de un juez de la corte suprema, en que su valía alcanzó metas insospechadas ayudando en el esclarecimiento de ciertos asesinatos. Huyendo de su pueblo ante ciertos acontecimientos y pasando por una etapa de enterrador en los Campos de la Muerte en la gran ciudad de Lin’an llega a conseguir plaza en una reputada academia liderada por el profesor Ming. El salto a la corte, para ayudar a descubrir al asesino de unos execrables crímenes dentro del recinto real, bajo las órdenes del emperador, será la meta de su vida. Pero los contrincantes a su carrera saldrán al encuentro tratando de hundirle a cada paso que da.
Antonio Garrido ha conseguido con El lector de cadáveres una trepidante novela que nos deja sin aliento. Con un rigor histórico muy bien medido -el autor ha invertido dos años de su vida en documentarse para ello- la trama discurre con una fluidez envidiable. A ello hay que añadir la sabia administración de datos al lector, guardándose algunos de ellos en la manga para futuros pasajes, pero sin que estos juegos malabares huelan a timo. Y es que la sagacidad del autor nos lleva a ir descubriendo unos sólidos personajes entre los que transita nuestro héroe, cada vez más maltrecho pero más sagaz, en unos episodios que ya quisiera para sí el guionista de Indiana Jones. Es una novela que, a pesar del gran reparto de personajes, nunca nos sentimos perdidos, al saber adjudicar unos muy diferenciados nombres a todos ellos y, a algunos más secundarios, motes relativos a sus quehaceres. La obra discurre sin tiempos muertos y toda la información que se nos ofrece -que es mucha y muy amena- se nos desvela dentro de la acción, por lo que nunca en el texto nos sentiremos parados en seco. El lector de cadáveres tiene muchas cualidades destacables. Tantas como curiosidades que salen a cada paso iluminándonos en nuestro conocimiento acerca de la medicina y costumbres de esa época en ese lejano país. Ya al empezar nos detalla costumbres sobre la comida y la forma de colocar ciertos utensilios en la mesa (pag. 16), los protocolos ante la recepción de obsequios (pag. 26), el cierre de heridas abiertas usando ciertos insectos (pag. 107), los ritos de las castraciones efectuadas en esas épocas (pag 163 a 165), los tatuajes que se efectuaban a los asesinos para su reconocimiento social (pag. 219), las dificultades para el reconocimiento y estudio forense de cadáveres debido a las leyes confucionistas imperantes en la época (pag. 249), la forma tan peculiar e injusta de efectuar los juicios en aquellos tiempos (pag. 445), etc…
China durante la dinastia Song, siglos XII y XIII
Tanto la vida de Cí como el asesinato que debe investigar están muy bien relatados, con mucha fluidez y perfectamente enlazado. El autor consigue que la historia y los personajes sean creíbles (a pesar estar basada en un personaje real hay poca información sobre la vida de Cí Song según comenta Garrido al final del libro) y además la ambientación es estupenda.

Se nota la labor de investigación que hay detrás de la novela pero se agradece que la información esté perfectamente dosificada, con las referencias necesarias para entender la historia, pero sin bombardear al lector con miles de datos sobre la cultura china.
El lector de cadáveres es, sin duda alguna, una lectura muy recomendable para estar horas y horas pegado a sus páginas y no poder soltarlo en ningún momento. Es lectura obligada para aquellos lectores amantes de culturas orientales, para los que gustan de novelas de misterio o de género negro y, sobre todo, para los que gustan de intrigas tipo CSI con casos de forenses muy originales. Hay que añadir el interesante epílogo a la obra explicando el propio autor su labor de creación y el completo glosario de términos originales que aparecen a lo largo de la obra expuestos asimismo con suma sencillez y habilidad.
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