EL AUTOR
Antonio Gómez Rufo nació en Madrid y estudió Derecho y Criminología en la Universidad Complutense. Considerado uno de los mejores escritores españoles, es autor de una docena de novelas, así como de la biografía de Berlanga y de diversos libros sobre Madrid.
Su obra, elogiada por la crítica española e internacional, ha sido traducida al alemán, holandés, búlgaro, portugués, francés, griego, rumano, polaco e italiano. Premio Fernando Lara de Novela y Premio Independencia Dos de Mayo por El secreto del rey cautivo (2005), fue finalista del Premio Nacional de Narrativa con El alma de los peces (2000). También es autor, entre otras, de Las lágrimas de Henan, Los mares del miedo (2003, Premio de la Asociación de Libreros de Cartagena), Adiós a los hombres (2006), El señor de Cheshire (2006, Premio Ducal de Loeches), Balada triste en Madrid (2007), La noche del tamarindo (2008) y La abadía de los crímenes (2011).
EL LIBRO
A la muerte de Manuela Malasaña, en los trágicos sucesos madrileños del Dos de Mayo de 1808, el capitán Zamorano es encargado de trasladar una bolsa desde Madrid a su regimiento asentado en Extremadura y entregarla al teniente coronel Díaz Porlier. Le acompaña Sartenes, un preso de la Cárcel de Casa y Corte que ha sido liberado para combatir a los franceses y pronto se les suma una bordadora amiga de Manuela, Teresa. El contenido de la bolsa es de la máxima importancia para el rey Fernando VII: nada menos que las claves para descubrir, recuperar, custodiar y devolver las muchas riquezas de su patrimonio real.
La invasión napoleónica obliga a los protagonistas a formar una partida de guerrilleros que, a lo largo de la Guerra de la Independencia, combate a las tropas francesas. Pero otra nueva misión les aguarda: rescatar el tesoro del rey cautivo escondido en un Madrid ocupado y sometido.
Allí, el maestro Ezequiel, un grupo de judíos asentados en Madrid y Cayetana, la marquesa de Laguardia, vivirán junto a los otros personajes una serie de tramas de intriga política, rivalidades amorosas y aventuras emocionantes que les llevarán a situaciones al límite de las pasiones humanas.
El secreto del rey cautivo es, así una novela de aventuras, intrigas y amor en la España de los primeros años del siglo XIX. La recuperación de un episodio poco recordado de la historia de España, encarnado por las peripecias de unos personajes que nos devuelven la dimensión real de unos hechos capitales del pasado de nuestro país.
IMPRESION PERSONAL
El secreto del rey cautivo reúne los requisitos necesarios para alcanzar cierto éxito comercial: es una novela con premio, se une a la moda de la narración histórica -sus acciones se sitúan en plena guerra de la independencia, durante la ocupación de España por las tropas napoleónicas- y se desarrolla según el modelo de una novela de aventuras con todas sus características, como los desplazamientos de lugar, los escenarios cambiantes, la exaltación de sentimientos y pasiones -la amistad, el patriotismo, los celos, etc.-, las acciones arriesgadas y peligrosas o la conversión de los personajes en héroes ejemplares.
Desgraciadamente, el autor ha escogido un marco temporal y unos esquemas narrativos que cuentan con muy ilustres precedentes, y el lector de El secreto del rey cautivo puede sentir cómo a medida que avanza su lectura se incrementa su nostalgia: nostalgia de algunos de los Episodios de Galdós, o de novelas como El aprendiz de conspirador, El escuadrón del Brigante y otras más pertenecientes a las “Memorias de un hombre de acción”, de Baroja, autores que ya transitaron con mejor fortuna por estos caminos de la España napoleónica y de las partidas de guerrilleros.
General Juan Diaz Porlier, uno de los militares españoles más activos en la guerra de guerrillas durante la Guerra de Independencia y superior inmediato del protagonista de esta novela. Tras la guerra se rebeló contra Fernando VII y su régimen absolutista, por lo caul fue fusilado.
Un comienzo realmente vibrante a través de un excelente primer capítulo, nos va poniendo en situación: 2 de mayo de 1808. Los españoles, llevados por su odio al francés y hartos de vivir bajo su dominio, se revelan en las calles madrileñas y se monta la gorda: fusilamientos, enfrentamientos callejeros y un sinfín de detenciones que van sacando la vena patria del lector y generando ansias de venganza en las siguientes páginas.
Y en medio de ese tumulto da comienzo la verdadera historia de la novela: un capitán de granaderos que se ve involuntariamente responsable de transportar unos documentos de alta importancia hasta el ejército acuartelado en tierras extremeñas. Casi sin tiempo a darnos cuenta, el capitán se ve acompañado de Sartenes, un raterillo de gran corazón, y de Teresa, una joven que ve como en los hechos del día 2 mueren su amante y su mejor amiga, curiosamente, una tal Manuela Malasaña.
Calle Echegaray, antigua calle del Lobo, donde se encontraba el tesoro del rey Fernando, en la casa del numero dos.
El resto de la novela nos llevará a vivir las aventuras y peripecias de este trío, con el que se van cruzando otros personajes de vez en cuando: algún combate con las tropas francesas, la vida de bandoleros y un encuentro con varios judíos de Madrid. Bastante acción y lo suficientemente variada como para no perder el interés.
A través de diferentes personajes, el narrador va dando idea de la lucha de un pueblo orgulloso de su identidad frente al invasor, de un pueblo que ansía y espera, que es defraudado por la ineficacia y vileza de sus gobernantes y que ve caer su Constitución de Cádiz de 1812 -la Pepa- fuente de esperanza y de libertades.
El fin de la Guerra de la Independencia, en marzo de 1814, con la expulsión de los franceses de España y el retorno de Fernando VII, parece poner fin a las peripecias del capitán Zamorano y de los suyos. Pero la abolición de la Constitución nacida en las Cortes de Cádiz en 1812, la supresión del régimen liberal y la implantación del absolutismo por parte del rey Fernando VII, obliga a los protagonistas a rebelarse de nuevo para recobrar las libertades perdidas.
Mariscal Horace Sebastiani, de origen corso igual que los Bonaparte, fue uno de los más activos jefes de la ocupación española. Ayudante directo de José Bonaparte.
Gómez Rufo señaló en la presentación de la novela que fue esa fecha de ruptura con las libertades cuando comenzó la verdadera división de las dos Españas, liberal y conservadora, y la lucha por ser modernos y los obstáculos del oscurantismo han sido una constante en el desarrollo de la historia española.
El autor ofrece una novela con nervio y garra, con estilo vigoroso. Tiene oficio y sabe atraer la atención del lector con las intrigas de arriba y abajo, de palacio, cuartel y alcoba. El libro muestra, en medio de la peripecia amorosa, un panorama de la situación política e ideológica de aquella España decimonónica, algo necesario en nuestros días de poco y mal estudio de la historia en el Bachillerato. De esta carencia surge quizás el interés por la novela histórica.
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