EL AUTOR
Jonathan Rabb es un escritor y analista político estadounidense conocido, sobre todo, por su serie de novelas de género negro ambientadas con gran detalle a principios del siglo XX, entre las que habría que destacar títulos como Rosa y Sombras y luces, ambas protagonizadas por el detective Nikolai Hoffner.
Jonathan Rabb se graduó en la Universidad de Yale. Es doctor en Teoría Política por la Universidad de Columbia y durante dos años ha impartido clases sobre el pensamiento político moderno en la Universidad de Columbia Tanto "El señor del Caos", su primera novela, como "La conspiración de los herejes" fueron traducidas a numerosos idiomas, siendo muy bien acogidas por la crítica y el público de diversos países.
EL LIBRO
Arrollador thriller basado en la vida de Rosa
Luxemburg, inspiradora de Lenin y Trotski y alma del socialismo alemán.
Luxemburg fue asesinada junto a su amante, y su misteriosa muerte sirve de punto
de partida para crear una trama de intriga cuyo trasfondo es el Berlín posterior
a la Primera Guerra Mundial: el mundo del cabaret, Einstein, Brecht y el
nacimiento del nazismo.
En los últimos días de la Primera Guerra Mundial la revolución socialista alcanza Alemania. Nikolai Hoffner, encallado desde hace tiempo en una investigación, recibe la visita de la policía, interesada en la muerte de unas mujeres a manos de un asesino en serie. La aparición del cadáver de Rosa Luxemburg arroja nueva luz sobre el caso: el cuerpo de la líder socialista está marcando de igual modo que el de las otras mujeres asesinadas.
IMPRESION PERSONAL
Primer volumen de una trilogía ya disponible por entero. Rosa despliega su trama en los pliegues de la tragedia que se desarrolla en Berlín, inmediatamente después de la Primera Guerra Mundial, sobre las cenizas aún calientes del levantamiento espartakista. En este ambiente de naufragio de la vieja Alemania imperial, el comisario Hoffner debe llevar a cabo una investigación particularmente difícil. En la espalda de cada una de sus víctimas, un asesino traza en la carne un dibujo extraño, siempre el mismo. El asunto toma una dimensión completamente diferente cuando se encuentra, en ese mes de febrero de 1919, el cuerpo de Rosa Luxemburg ¡con la espalda acuchillada! Jonathan Rabb ha insertado con brío su intriga en los intersticios de la historia, puesto que el cuerpo de Rosa Luxemburg no fue encontrado de hecho más que el 31 de mayo de 1919. Entre su arresto, su asesinato y el descubrimiento de su cadáver, pasaron varias semanas de las que no se sabe nada.
La investigación criminal es la ocasión a la vez de un descubrimiento de la capital alemana de comienzos de siglo y de la exploración de las tensiones sociales y políticas de la naciente república de Weimar. Nos cruzamos en ella con un militante proletario experimentado, Leo Jogisches, un sabio de gran calibre, Albert Einstein, así como de una de las grandes artista de la época, Käte Kollwitz. Como muy a menudo en la novela policíaca, las apariencias son engañosas y el investigador debe ir a buscar la verdad más allá de las evidencias. Rabb se las apaña de maravilla jugando con los elementos clásicos de la novela policíaca contemporánea: el periodista escudriñador, el jefe del hampa, el agente de la policía política, el joven detective aún idealista... Logra que esas figuras aguanten juntas y mostrárnoslas en sus comienzos, como saliendo de su cascarón. Todos esos personajes emergen en el marco del capitalismo alemán, que está rompiendo la vieja ganga aristocrática que le aprisionaba y le impedía lanzarse al asalto del mercado mundial. Cuando los socialdemócratas y los diferentes grupos paramilitares hacen reinar el orden y aplastan toda tentativa de revuelta, la burguesía puede dejar libre curso a su apetito de ganancias. Mediante pequeños toques, la novela hace también el retrato del Berlín de la gente sencilla, todos y todas a quienes la ronda del capital tritura y deja en la estacada. Este juego de los personajes que se cruzan y se enfrentan traza un paralelo llamativo con las figuras clásicas del polar hard boiled americano, salpicado con una pizca de Döblin
Rosa Luxemburgo dirigiéndose a los obreros
Entre esta galería, la figura de Rosa atraviesa el conjunto de la novela y se convierte casi en una obsesión para Hoffner. Ayudado por un misterioso “K”, el comisario rebusca en la vida de la militante. En esta investigación, que nos muestra algunas facetas más personales de la militante, Rabb logra mantener la tensión entre la mujer privada y la figura pública.
Está aquí la única verdadera crítica que podemos formular al escritor, que confiere una cierta fatalidad a su relato, sugiriendo que todo se juega desde los primeros días de la República de Weimar, particularmente en lo que se refiere al nazismo. Es víctima aquí de una forma de ilusión retrospectiva. Explora con mucha maestría los orígenes de las teorías nazis, esos pequeños grupos, algunos de ellos iluminados, que se desarrollan en el ambiente de caos y de amargura ligados a la derrota. En ese magma nacen numerosos complots, cuyas ramificaciones llegan hasta el más alto nivel del estado. El lugar que concede con razón a la cuestión del antisemitismo, y de su mutación política, cae en parte en el viejo camino trillado del Sonderweg alemán, omitiendo que esas teorías racistas estaban muy ampliamente extendidas en el mundo occidental. Pero sin embargo, tiene razón en insistir en el enraizamiento de los prejuicios antisemitas en la sociedad alemana , herencia de la sociedad de castas guillermina, tierra abonada sobre la que se desarrollará el antisemitismo político de los nazis.
Mezclando investigación criminal y complot político, Jonathan Rabb ha logrado una novela verdaderamente cautivadora que embarca al lector en el corazón de las convulsiones de la sociedad alemana, y nos recuerda con razón que los períodos de profundas crisis sociales son a menudo favorables a las tesis nacionalistas y reaccionarias. Pero Rosa Luxemburg nos recuerda también que esos choques sociales son procesos contradictorios en los que nada está decidido de antemano y que no sirve de nada lamentarse: ¡hay que estudiar y luchar! Este relato es pues una invitación a reanudar una relación con “la riqueza y la diversidad de un espíritu y de un talento cuyo prestigio es imposible agotar y que conservan, a medio siglo de distancia, su atractivo e incluso su fascinación” . ¡Y no es el menor de los méritos de este libro suscitar este deseo!
Leo Jogiches, revolucionario alemán y compañero sentimental de Rosa Luxemburgo
Sin duda alguna, este libro resulta de una solidez envidiable y son varios los puntos fuertes que juegan a su favor. Empezando por la habilidad que evidencia el autor al incorporar sucesos y personajes reales de la época (el propio asesinato de Luxemburg que sirve de punto de partida y otros que no se pueden desvelar para arruinar la sorpresa) y llegando al que quizás sea uno de los aspectos más importantes en cualquier novela y que en la que la nos ocupa lo encontramos magistralmente resuelto, y ese no es otro que los personajes encargados de conducir la trama.
La dupla protagonista resulta impecable, especialmente el protagonista principal, Hoffner. Un antihéroe que ha destruido su núcleo familiar, con poco sentido de la lealtad hacia aquellos que lo rodean, hastiado de la vida pero resoluto y estoico frente a todas las adversidades que deberá enfrentar a lo largo de la historia. Rabb también le confiere un magnífico halo de vulnerabilidad que lo humaniza y consigue hacernos empatizar con sus desgracias y entender, hasta cierto punto, como se ha visto abocado a esa infelicidad que rezuma por todo su ser.
El resto de secundarios y antagonistas acompañan muy bien el sentido de la obra y complementan la historia debidamente, gracias al gran hacer del autor americano, pues les otorga tantas virtudes como defectos o carencias, haciéndolos muy humanos y accesibles al lector.
El siguiente gran acierto del autor es la conseguida y precisa ambientación. Haciendo valer una narrativa descriptiva y dinámica, sin sobreexplotación de recursos pero muy concisa y elegante, sobre todo elegante, que sumerge al leyente en una Berlín gris, fría y oscura. Donde da la sensación de que cada callejuela tiene sus historias, una ciudad viva, que respira oscurantismo a través de sus poros y arterias.
Espartaquistas en el centro de Berlin, durante la Revolución de Enero de 1919
La atmósfera recreada por Rabb confiere a la historia un carácter lúgubre y más tenebroso, más próxima a la novela negra que a la policiaca en su definición más clásica, algo que corroboran los decadentes personajes y la trama principal planteada.
La historia se va haciendo más compleja página a página pero de una manera meticulosa, sin que el lector tenga datos o personajes en exceso o superfluos y pueda situar toda esa información donde corresponde, denotando una vez más la meticulosa narrativa de la que se sirve el escritor para crear esta historia.
Una de las característica que más aprecio en una obra, sea de la índole que sea, es la documentación por parte de los escritores, y en esta ocasión se nota el escrupuloso y detallista proceso por parte del americano.
La recreación de la ciudad y de sus edificios, los movimientos de la época o la importancia de las figuras y personalidades en aquel entonces así como los diversos cuerpos del Estado o los intereses que reinaban en aquellos tiempos.
Todo está tratado con mucho mimo y eso se nota a lo largo de todo el libro, se hace palpable esa aura de verosimilitud que impregna cada una de las páginas y que se convierten en el aspecto más logrado de la novela, el de la ambientación.
Pero claro, aunque tengamos unos buenos personajes, una excepcional ambientación y una exquisita narrativa, hace falta otro pilar fundamental, el de la trama o historia. Tras la breve sinopsis de más arriba, poco ha de añadírsele para no estropear sorpresas (odio cuando condensan medio libro en las contraportadas) pero como decía al principio de la reseña, el libro reúne todos los ingredientes clásicos del género y aunque no es innovadora en el estilo ni tan rompedora o sorpresiva como puedan ser "El Silencio de los Corderos" o "El Perfume" por citar un par de ejemplos, sí que resulta estar bastante por encima de la media en este respecto, construyendo un relato intrigante, inteligentemente planteado y de fácil digestión.
Bien es cierto que la estética y los personajes prevalecen frente a la historia pero no por ello esta pasa a ser un hándicap del compendio total aunque si resulta anecdótico o llamativo que la importancia del personaje que da nombre a la novela se va evaporizando poco a poco.
ACTUALMENTE LEYENDO: EL MARQUES DE BOLIBAR (Leo Perutz)