lunes, 4 de junio de 2012

Peliculas que he visto: La novena puerta (Roman Polanski - 1999)

EL DIRECTOR

Roman Polanski (en polaco, Roman Rajmund Thierry Polański) (París, 18 de agosto de 1933) es un director de cine, productor, guionista y actor polaco nacido en Francia.


Biografía

Infancia

Nació en París en 1933 con el nombre de Raymond Roman Thierry Liebling, en el seno de un matrimonio de emigrantes judíos polacos. Su padre Ryszard Polański, pintor de escaso éxito, se cambió el apellido en 1932 y pasó a llamarse Ryszard Liebling, por lo que el nombre legal de Polanski fue Rajmund Roman Thierry Liebling, hasta su retorno a Cracovia (Polonia), a primeros de julio de 1936, en donde recuperó su apellido original polaco y pasó a llamarse Rajmund Roman Thierry Polański, respondiendo al apodo de Romek, diminutivo de Roman. Su madre, de soltera llamada Bula Katz, era de origen ruso y se educó en la religión católica porque su madre lo era, aunque su padre (abuelo paterno de Polanski), apellidado Katz, era judío askenazí. Bula Katz estaba divorciada cuando se casó con Ryszard Liebling en 1932 y sólo tuvieron un hijo juntos. Se instalaron en el número 5 de la rue Saint-Hubert, en París, donde vivió Polanski sus tres primeros años de vida. En el árbol genealógico de Polanski, por tanto, hay raíces judías en un 75% (sus abuelos paternos y su abuelo materno, Katz) y un 25% de raíces rusas católicas (su abuela materna). Los padres de Polanski no practicaban la religión judía y Roman Polanski no recibió educación religiosa, ni judía ni tampoco católica, ni en París ni luego en Cracovia.
Por sus ancestros judíos, experimentó en carne propia los males de la Segunda Guerra Mundial ya que poco antes de dar comienzo el conflicto se mudó con sus padres de París a Cracovia (Polonia), creyendo que allí estarían más seguros; e instalarse en Polonia se convirtió en la primera, de muchas, desgracias de su vida. Durante la guerra perdió a su madre —católica, pero "clasificada racialmente" como judía por parte de padre— en el campo de concentración de Auschwitz, en algún momento de 1943, junto a otros familiares. Su padre pese a que estuvo también recluido dos años en el campo de concentración de Mauthausen-Gusen sobrevivió, convirtiéndose en uno de los pocos supervivientes polacos del Holocausto. Durante la guerra, Polanski sobrevivió al gueto de Cracovia y luego, tras vivir como un mendigo en la calle, logró escapar de los nazis haciéndose pasar por hijo católico en familias de acogida, primero los Wilk, en Cracovia, luego los Putek y los Buchala, en el pueblo de Wysoka, a partir de julio de 1943 y hasta la liberación por el Ejército Soviético en enero de 1945, tal y como relató el cineasta en sus memorias.

Inicios profesionales

Después de la guerra, siendo muy joven, ya empezó a interesarse por el mundo del cine y comenzó su carrera como actor teatral. Más tarde cursó estudios en la Escuela de Cine de Łódź.
Su primer cortometraje lo realizó a la temprana edad de 21 años. Se trataba de Rower (La bicicleta, 1955), en el que él también actúa con el papel principal. Le siguieron Rozbijemy zabawę... (1957), Uśmiech zębiczny (1957), Dwaj ludzie z szafą (1958) (conocida en castellano como Dos hombres y un armario), Lampa (La lámpara, 1959) y Gdy spadają anioły (1959) (Cuando los ángeles caen en España). Durante el rodaje de esta película el joven Polanski, de 26 años, comenzó un romance con la actriz principal, Barbara Kwiatkowska-Lass, de 19 años, con la que se casó en ese mismo año y de la que se divorció en 1962.
Esto le sirvió para poder realizar su primer largometraje en Polonia: El cuchillo en el agua (rodada en 1961 pero estrenada en 1962), con el que consiguió una nominación a la mejor película extranjera en los Óscar de 1963. La película ya mostraba algunas de las características de sus siguientes producciones, por su gusto por los ambientes claustrofóbicos, al colocar a tan sólo tres personajes (una pareja y un desconocido) que navegan en un pequeño barco.
Poco después Polanski realizó sus últimos cortometrajes: Le Gros et le maigre (1961), que rodó en Francia y con el que consiguió varios premios, y Ssaki (1963).

Dándose a conocer

Gracias al reconocimiento cosechado con El cuchillo en el agua, Polanski rodó Repulsión (1965). Escribió el guion junto con su amigo Gérard Brach y contó con una banda sonora del también íntimo Krzysztof Komeda, que ya había realizado varias composiciones musicales para los cortos de Roman. Esta película fue ya producida por una compañía más o menos importante y significó su primera gran producción en el Reino Unido, con Catherine Deneuve como estrella principal y con un argumento de thriller psicológico que le valió varios premios, incluido el Oso de Plata en el festival de Berlín de ese año.
En 1966 filmó Callejón sin salida (Cul-de-sac), de nuevo en Reino Unido, con Donald Pleasence como protagonista, en la que aparte del ambiente claustrofóbico tan característico del autor, deja ver atisbos de un humor negro muy particular que acompañará algunas de sus mejores películas. Cul-de-sac obtuvo el Oso de Oro en el festival de Berlín, así como muchos otros premios

En 1967 Polanski dio el gran salto a los Estados Unidos con el rodaje de El baile de los vampiros, primer filme que rodó en color. Este film, una parodia de las películas de vampiros de la época, le permitió mostrar sus dotes interpretativas y lo consagró en el mercado norteamericano.
Antes y durante el rodaje comenzó una relación amorosa con la bella actriz Sharon Tate, de 23 años (a pesar de que ésta se encontraba saliendo por aquel entonces con un prestigioso peluquero de Hollywood, Jay Sebring), con la que se casó en enero de 1968 en Londres.
La película fue destrozada debido a la excesiva censura de la época y sólo pudo ser vista de manera íntegra tiempo después.
En 1968, Polanski rodó en EE.UU. una de sus películas más emblemáticas y polémicas: Rosemary's Baby (conocida en Hispanoamérica como El bebé de Rosemary y como La semilla del diablo en España). Interpretada por la actriz Mia Farrow la película obtuvo numerosos premios (entre ellos varias nominaciones al Óscar), logró el éxito internacional y tuvo gran repercusión. Cabe destacar que Polanski tenía en mente utilizar para el papel protagonista a su mujer, Sharon. Sin embargo, al no decir los productores nada al respecto Roman desechó la idea.
Polanski, de 35 años, se encontraba en la mejor etapa de su vida, como reconoció él mismo.

Asesinato de su esposa

En abril de 1969 sufre la muerte de su querido compositor musical de películas Krzysztof Komeda a causa de un accidente. Era el preludio de una serie de desgracias que se cebarían con el director polaco.
Por aquel tiempo, Polanski se había mudado a una enorme mansión en el 10050 de Cielo Drive, en Los Ángeles (California), donde tuvo lugar uno de los sucesos que marcarían su vida, tanto personal como cinematográfica. Su mujer, la actriz Sharon Tate, que se encontraba embarazada de ocho meses, fue una de las víctimas de la masacre que la banda de Charles Manson realizó en dicha casa. Los sucesos tuvieron lugar mientras Polanski se encontraba en Londres preparando otro largometraje, El Día del Delfín, que jamás terminó. El suceso ocurrió la madrugada del 9 de agosto y Polanski tenía en mente regresar el día 12 a tierras norteamericanas, tras haber estado desde el 20 de julio en la capital británica.

Chinatown y otros estrenos

Tras un período de inactividad regresó al cine en 1971 con Macbeth, en una personal adaptación de la obra de William Shakespeare. La película fue el primer fracaso comercial de Polanski, aunque en Inglaterra funcionó bien. Destaca en la película la matanza realizada por el protagonista sobre los escoltas del Rey que hace alusión a los asesinatos de su esposa y amigos.
En 1973 viajó a Italia para rodar ¿Qué?, una comedia disparatada con Sydney Rome y Marcello Mastroianni que recordaba por momentos a Alicia en el país de las maravillas y que contiene alguno de los momentos más divertidos de su filmografía. La película fue un fracaso en EE.UU., pero en Europa consiguió un notable éxito, sobre todo en Francia, Italia y Alemania. En España fue prohibida por la censura de la época, debido a los continuos desnudos de Sydne Rome, y tan sólo pudo verse en salas de arte y ensayo en versión original subtitulada. Actualmente se ha editado en DVD en España por Filmax.
En 1974 Polanski volvió por la puerta grande, al rodar Chinatown, una película inspirada en los clásicos del cine negro, con las apariciones estelares de Jack Nicholson, Faye Dunaway y John Huston. La película fue un éxito mundial y lograría 11 nominaciones a los Óscar, de los que obtendría tan sólo uno, así como otros numerosos premios.
En 1975 empezó a preparar el rodaje de Piratas, de nuevo con Jack Nicholson, invirtiendo gran parte de su propio dinero en la preparación. Como finalmente ninguna gran productora cinematográfica se interesó por el proyecto, Polanski se ve obligado a abandonarlo, así que viajó a Francia, donde, apoyado de nuevo por las multinacionales, comienza el rodaje de El quimérico inquilino (The Tenant), un «thriller» psicológico que quizá sea la obra cumbre del director polaco y en el que él mismo actúa como protagonista. Como las autoridades francesas pretendían presentar el largometraje en el festival de Cannes, Polanski se vio obligado a realizar el proyecto a gran velocidad, con lo que pasaron tan sólo ocho meses desde que se escribió el guion hasta que se estrenó la película.
El quimérico inquilino se estrenó en 1976, fracasó en el festival de Cannes y recibió malísimas críticas. Fue un tremendo fiasco comercial y, curiosamente, hoy en día se ha convertido en el largometraje favorito de muchos de sus seguidores, ya que es uno de los trabajos más personales de Polanski y, a la vez, más retorcido, mezclando de forma magistral terror con humor negro.
En 1977 Polanski, de nuevo en EE.UU., fue acusado de haber mantenido relaciones sexuales con una joven de trece años. El suceso ocurrió debido a que Polanski era el encargado de realizar unas fotos a la joven para una revista. Durante la realización de éstas ambos se encontraban en casa de Jack Nicholson, que por aquel entonces era pareja de Anjelica Houston, en un jacuzzi con alcohol y drogas. Abandonó el país mientras estaba en libertad bajo fianza y tras haber pasado unos meses en prisión en Chino (Los Ángeles), previendo una condena mayor. Nunca ha vuelto a pisar suelo estadounidense.

Exilio en Europa y Emmanuelle Seigner

En 1979, tras un intenso rodaje de más de año y medio en Francia, Polanski estrenó Tess, basada en la novela de época de Thomas Hardy, con Nastassja Kinski como protagonista. Dedicó el filme a su fallecida esposa Sharon Tate (con un simple «To Sharon»), quien dio la novela a Polanski junto con otras pertenencias el último día que se vieron antes de que volviera la actriz a Los Ángeles. "Podemos hacer una película fascinante con este libro" le dijo en ese momento. Tess fue uno de los mayores éxitos de su carrera, logrando varios Globos de Oro y estando nominada a 6 estatuillas en los Óscar, de las que conseguiría tres. Cabe destacar por el propio Polanski que con Tess lograría la cumbre de su carrera, si bien el propio director tenía pensado hacerla dándole el papel protagonista a la propia Sharon.
Reconocido como uno de los más grandes directores de la historia del cine, Polanski se tomó un descanso como director de cine durante seis años. En ese tiempo escribe su autobiografía Roman por Polanski (1985), donde deja ver claramente que aún no ha superado la muerte de su mujer.
En 1986 regresó con Piratas, proyecto que pretendía haber rodado diez años atrás inspirándose en las películas de piratas y que, sin Jack Nicholson como protagonista, fue, como vaticinaron las productoras diez años atrás, un fracaso comercial.

Dos años más tarde, con 55 años, volvió al género de suspense con una producción estadounidense rodada en Francia: Frantic, junto a Harrison Ford y la que sería la futura esposa de Polanski en 1989, Emmanuelle Seigner, de 22 años. Frantic funcionó muy bien comercialmente y permitió al director adentrarse en temas aún más oscuros en cuanto a la relación de pareja en Lunas de hiel, su siguiente trabajo, de nuevo con Emmanuelle Seigner como protagonista junto a Peter Coyote y Hugh Grant. El filme se estrenó en 1992 y, sin llegar a estar considerada de lo mejor de la filmografía de Polanski, supera los trabajos del director en la década de los 80 y 90.

Acusaciones de abuso sexual

En 1977, a los 43 años, Polanski, se vio involucrado en un escándalo junto a Samantha Gailey (posteriormente Samantha Geimer[1] ), de 13 años de edad. Según Samantha Gailey, Polanski la llevó a la casa de Jack Nicholson en Mulholland Drive para fotografiarla para la revista Vogue. Gailey declaró que Polanski le dio champán y metacualona, le tomó fotos con el pecho desnudo y después la llevó a un jacuzzi, donde mantuvo relaciones sexuales consentidas, aunque luego Gailey declaró que se negó verbalmente en varias ocasiones. [2]
Polanski fue acusado de abuso sexual a una menor tras el uso de drogas, perversión y sodomía, así como por administración de drogas a una menor de catorce años. Estos cargos fueron atenuados bajo los términos de su plea bargain (negociación en el sistema jurídico estadounidense entre el fiscal y el acusado por la que el fiscal accede a limitar sus acusaciones o las penas que solicitará si el acusado se reconoce culpable de ciertas acusaciones) y se declaró culpable del cargo menor de tener relaciones sexuales ilícitas con una menor.[3] Polanski fue condenado en primer lugar a un periodo de reclusión de 90 días en una prisión estatal para realizarle una evaluación psiquiátrica con el fin de decidir su condena final, pero le dieron un permiso de otros 90 días para terminar su proyecto pendiente. De acuerdo con los términos de la sentencia, se le dio permiso para viajar al extranjero. Polanski volvió a California y se sometió a la evaluación en la Prisión Estatal de Chino, de la que fue liberado tras 42 días. El 1 de febrero de 1978 Polanski voló a Londres, donde tenía una residencia. Al día siguiente viajó a Francia, país en el que tenía y sigue teniendo la nacionalidad, evitando así el riesgo de ser extraditado a los Estados Unidos por el Reino Unido, pues de acuerdo con el tratado de extradición entre Francia y los Estados Unidos, Francia se puede negar a extraditar a sus ciudadanos, como hizo en este caso.[4] Desde entonces ha vivido en Francia y Polonia y ha evitado visitar países donde probablemente podría ser extraditado, como el Reino Unido.
Polanski no ha vuelto a pisar Estados Unidos ni el Reino Unido. No asistió, por ejemplo, a la ceremonia de los Óscars de 2002, en la que obtuvo el Óscar al mejor director por El Pianista, y rodó Oliver Twist en Praga con actores británicos.
El 26 de septiembre de 2009, Polanski fue arrestado en el aeropuerto de Zúrich por las autoridades del país helvético, a petición de Estados Unidos por el caso abierto del año 1978.[5] [6]

Década de los noventa

En 1993, con casi 60 años, nace su primera hija, Morgane, fruto de su matrimonio con Emmanuelle Seigner. En 1994 estrenó La muerte y la doncella (basado en el libro del mismo nombre de Ariel Dorfman) con Sigourney Weaver como protagonista. La cinta fue un éxito moderado tanto comercial como de crítica. En 1998 nace su segundo hijo, Elvis.
Tras abandonar un proyecto cinematográfico con John Travolta en 1996 por desavenencias con el actor, en 1999 Polanski rodó La novena puerta, en la que adaptó de forma original la novela de Arturo Pérez-Reverte El club Dumas y otorgó el papel protagonista a Johnny Depp. El filme, aunque fue un éxito comercial, se ganó el estatus de una de las peores películas de Polanski por parte de la crítica.
Fue en 1997 cuando Polanski incursionó en el teatro musical con la producción germano-austriaca Tanz der Vampire (basada en la película de Polanski, con libreto de Michael Kunze y musicalizada por el célebre Jim Steinman). Dicha versión fue protagonizada por el fallecido actor estadounidense Steve Barton. El musical fue un éxito, logrando una gran temporada en Viena (Austria) y después siendo montada en algunas ciudades alemanas como Stuttgart, Hamburgo y Berlín. También recientemente se ha estrenado la versión polaca del musical, dirigida personalmente por Polanski. El musical contó con una versión estadounidense: Dance of the Vampires, que pese a tener un gran presupuesto no logró captar el sentimiento original de la versión en alemán. El resultado fue una comedia ridícula, con una traducción/adaptación al inglés bastante mediocre, que fue un rotundo fracaso, no llegando siquiera a las cien funciones.
Cabe destacar también su papel como actor en la película Una pura formalidad, en la cual interpreta a un inspector de policía que intenta descubrir un caso con Gérard Depardieu como sospechoso. La película fue rodada íntegramente en una lúgubre comisaría de policía.

Siglo XXI

En 2002 recibió la Palma de Oro de la 55.ª edición del festival de Cannes, máximo galardón del certamen, por el filme El pianista, adaptación de las memorias de Władysław Szpilman, pianista judío polaco que sobrevivió a las masacres nazis gracias a la ayuda de un oficial alemán. En la 75 edición de los Óscar, El pianista recibió tres galardones; mejor actor (Adrien Brody), mejor guion original (Ronald Harwood) y mejor director para Polanski, que no asistió a la ceremonia por ser prófugo de la justicia estadounidense.
Polanski estrenó (diciembre de 2005 en España) Oliver Twist (2005), una película con la que se identificaba. En 2007 se preparaba para un nuevo giro en su carrera, con la adaptación de la novela "Pompeya" de Robert Harris. Demoras ajenas a su voluntad le obligaron a renunciar en septiembre de 2007 tras varios años dedicados al proyecto.
En febrero de 2009 Polanski inició en Berlín el rodaje de The Ghost, que también incluye secuencias filmadas en el Studio Babelsberg, de Potsdam (Brandenburgo), los mismos estudios donde filmó El pianista, así como en la Isla de Sylt. Polanski ha escrito también el guion, adaptado de la novela homónima del escritor ingles Robert Harris, distribuida en España bajo el título El poder en la sombra. Cuenta con la fotografía del operador polaco Pawel Edelman, el mismo de El pianista y Oliver Twist, además de sus productores habituales: Robert Benmussa, Timothy Burrill y Alain Sarde. Los actores protagonistas son el escocés Ewan McGregor y el irlandés Pierce Brosnan. Y como secundarios los ingleses Olivia Williams, Kim Cattrall y Tom Wilkinson, así como los estadounidenses Timothy Hutton y James Belushi, entre otros. La productora es Summit International. The Ghost se estrenó en Alemania el 18 de febrero de 2010. Según el diario alemán Märkische Allgemeine, Polanski habló de la película a la prensa en el Filmmuseum Potsdam, el 19 de febrero de 2009.
Sin embargo fue detenido sorpresivamente el sábado 26 de septiembre de 2009 en Zúrich por los cargos de abuso sexual que pesaban sobre él en Estados Unidos desde 1977, por los que pesaba contra él una orden de búsqueda y captura. Polanski había sido invitado por el Festival de Cine de Zúrich.
Por este motivo no pudo estar presente en la entrega del Premio al Mejor Director que se le concedió el 20 de febrero de 2010 en el Festival de Berlín por su película The ghost writer. La película se estrenó en España como El escritor, el 26 de marzo, con excelentes críticas de la prensa generalista y especializada.
El 12 de julio de 2010, la ministra de Justicia de Suiza, Eveline Widmer-Schlumpf, anunció que Suiza no extraditaría a Polanski, por considerar que las autoridades estadounidenses no habían probado que el cineasta no hubiera cumplido ya la totalidad de la condena impuesta en su día al pasar 42 días en una institución psiquiátrica. Esta decisión puso fin al arresto domiciliario que sufría el cineasta.[7]
El 14 de julio de 2010 Polanski confirmó que llevaría al cine A un Dios salvaje, obra teatral de la escritora francesa de origen judío sefardí Yasmina Reza. Polanski y Reza escribieron juntos la primera versión del guion durante el arrestro domiciliario en Gstaad, Suiza.
El 20 de mayo de 2012 presentó en el Festival de Cannes su cortometraje A Therapy (Una terapia), protagonizado por Ben Kingsley y Helena Bonham Carter, para promocionar la firma de moda Prada

LA PELICULA

LA NOVENA PUERTA(The ninth gate)

Dirección: Roman Polanski.
País:
Francia-España.
Año: 1999.
Duración: 132 min.
Intérpretes: Johnny Depp (Dean Corso), Frank Langella (Boris Balkan), Lena Olin (Liana Telfer), Emmanuelle Seigner (La chica), Barbara Jefford (Baronesa Kessler), Jack Taylor (Victor Fargas), James Russo (Bernie), José López Rodero (Pablo Ceniza / Pedro Ceniza / Obrero).
Producción: Roman Polanski, Iñaki Núñez, Antonio Cardenal y Alain Vannier.
Guión: Enrique Urbizu, John Brownjohn y Roman Polanski, basado en la novela "El Club Dumas" de Arturo Pérez-Reverte
Fotografía:
Darius Khondji.
Montaje: Hervé de Luze.
Música: Wojciech Kilar.
Diseño de producción: Dean Tavoularis.Dirección artística: Gérard Viard.Decorados: Philippe Turlure.Vestuario: Anthony Powell.



SINOPSIS

Dean Corso trabaja de forma confidencial, con sumo cuidado, dotado de una sólida cultura, nervios de acero y pocos escrúpulos.
Buscador de libros antiguos para coleccionistas millonarios, su reputación le ha servido para ser llamado por un destacado bibliófilo apasionado por los textos demoníacos, Boris Balkan.
Su misión será encontrar los dos últimos ejemplares del legendario manual de invocación satánica "Las Nueve Puertas del Reino de las Sombras", confrontarlo con el reputado ejemplar único de Balkan, y determinar la autenticidad del conjunto. Corso dispone para ello de recursos ilimitados, todos los medios son buenos. Corso inicia el más peligroso de los desafíos.
De Nueva York a Toledo, de París a Sintra se verá inmerso en un laberinto lleno de peligros y tentaciones, aterradoras sorpresas, violencia y muertes inesperadas. Perseguido por una furia asesina, protegido por una angelical criatura y guiado por una fuerza que le sobrepasa, Corso irá resolviendo uno a uno los enigmas del libro maldito y descubriendo la auténtica verdad de su misión.

A PROPOSITO DE LA NOVENA PUERTA

1ª parte: buscando la llave

Por un lado, tenemos una novela de Arturo Pérez Reverte, “El Club Dumas”, con dos tramas paralelas que se cruzan continuamente: la búsqueda del manuscrito “El vino de Anjou” (un capítulo perdido de la obra de Dumas “Los tres mosqueteros”), frente a una conspiración diabólica de unos adoradores del diablo que esperan su llegada a la Tierra gracias al poder que les otorga un maléfico incunable (“Las nueve puertas del reino de las sombras”).
Por otro, un cineasta prestigioso, exiliado de los Estados Unidos, con una larga trayectoria en temas escabrosos (tanto en su vida laboral como en la personal), que en su periplo europeo necesita un éxito comercial con el que resarcirse de la pobre acogida dispensada a Lunas de hiel y La muerte y la doncella.
En tercer lugar, una asociación múltiple de capital europeo para sacar adelante una gran superproducción. En el origen se encuentra la aportación española, con la novela (Reverte), el guión (Enrique Urbizu) y la producción (Iñaki Núñez – Araba Films).
Pero todo proyecto europeo que pretenda cruzar el charco necesita además el gancho comercial del casting, o sea, una estrella de Hollywood, aunque sea de segunda división en la taquilla (Johnny Depp), y para darle más brillo a la cosa conviene presentarla acompañada de algunos nombres de prestigio (Lena Olin, Frank Langella).
Et voilà, ya tenemos el proyecto en marcha.
2ª parte: abriendo puertas
En su viaje de la letra impresa al celuloide, “El Club Dumas” ha sufrido modificaciones sustanciales que hablan a las claras del interés de Polanski por el proyecto.
Para empezar, desaparece todo lo relacionado con “Los tres mosqueteros” y el capítulo desaparecido, incluso cambiando el título del famoso club (que no existe en la película) para adaptarlo a la trama principal: La novena puerta.
Los créditos ya anuncian las ocho puertas oscuras a las que nos vamos a enfrentar, apareciendo tras cruzar la novena la luz... aunque o sea precisamente una luz celestial
Polanski ironiza con todo lo que puede. No en vano la clave está en unos personajes que se llaman Ceniza (unos falsificadores de tomo y lomo) y para interpretarlos recurre a un único actor (José López Rodero) especializado en... carpintería escénica. Esta ironía la traslada a los creyentes en los poderes ocultos, que son asustados con un simple “buuhh”. Y, en general, se mofa de los que creen en adoraciones y similares... aunque con todo ello no nos quiere decir que el Diablo no existe. Existe, pero tiene un aspecto mucho más angelical.
Respeta, eso sí, todas las ilustraciones incluidas en el libro (bueno, casi: la octava la modifica, aparece un soldado que va a decapitar a otro hombre, en vez de a una doncella). También respeta la trama de la búsqueda del libro. Aunque, taquilla obliga, americaniza todos los nombres y limita la aparición de Toledo a una callejuela estrecha.
Por necesidades de tiempo simplifica algunos hallazgos de la novela de Reverte. Todo se reduce a que hay tres láminas en tres libros con tres cambios (el nueve es la clave), cuando en el libro es más complejo. Y, por si no quedaba claro, las láminas que cambian, que aparecen en el libro firmadas por “LF”, aquí las adapta a un “LCF” (o sea, Lucifer) que no ofrece ninguna duda.
Eso sí, Polanski cambia el punto de vista y éste es un cambio fundamental. Nosotros seguimos siempre a nuestro detective de libros (Dean Corso, Johnny Depp), mientras que la novela está escrita por el coleccionista de libros Boris Balkan (que fallece en el filme), quien transcribe los recuerdos de una antigua aventura de Lucas Corso.
Polanski toma una idea que en libro aparece mediada su lectura, cuando se explica que una de las láminas es una falsificación, con lo que queda claro que la invocación final al diablo nunca puede funcionar. Pero esta ironía funciona mejor si es un descubrimiento final, por lo que Polanski guarda este dato para presentarlo en el epílogo y lo hace con la ironía propia de la situación: mientras desmontan la carpintería de la tienda de antigüedades aparece la lámina original que se había perdido, y nuestros expertos timadores habían sustituido por una reproducción excelente... pero falsa.
Y, por último, Polanski piensa en imágenes. Esto es algo que vemos en el mismo prólogo del filme, donde en cinco minutos, sin mediar palabra, nos da todas las claves del relato: una biblioteca. Alguien escribe. Panorámica hacia un reposapiés en el suelo. Otra panorámica para descubrir una soga. El escritor cierra la carta. Se sube al reposapiés y se suicida. Nueva panorámica: recorre el suelo, pasa por lo pies, la mesa, la carta, la estantería llena de libros... entramos a través de ellos en la oscuridad. Recorremos ocho puertas mientras vemos los créditos. Detrás del último (Polanski, naturalmente), aparece la novena puerta, se abre y... ¡¡se hace la luz!!
3ª parte: El diablo, probablemente
Desde el primer momento sabemos que vamos a cruzar ocho puertas que encierran la oscuridad. Al atravesar la novena veremos la luz. Nos ha quedado muy claramente expuesto en los créditos. Polanski se limita a mostrar en el resto del metraje esos nueve encuentros. Nueve encuentros con el diablo, aunque para nosotros tenga una forma insospechada: el adorable rostro y la envidiable figura de Emmanuelle Seigner que, curiosamente, es la esposa del director.
Primera puerta:
Corso entra en una conferencia sobre el diablo en la literatura medieval. Se sienta al final y, poco antes de dormirse, oye las palabras de Balkan, el conferenciante, definiendo lo que es una bruja. La imagen nos muestra a Emmanuelle Seigner sentada delante. La voz en off insiste en que “las brujas hacían pactos con el diablo”.
Segunda puerta:
Corso está investigando la autenticidad del libro “Las nueve puertas del reino de las sombras”. Mientras busca en una biblioteca aparta una serie de libros y detrás aparece otra vez ella: como en los títulos de crédito, detrás de los libros está la oscuridad y, al final de un largo camino, la luz.
Tercera puerta:
Su amigo bibliotecario ha muerto, por lo que Corso decide partir a Europa. Tras un encuentro con los hermanos Ceniza, descubre que la clave está en Portugal. Viaja en tren y, esa noche, alguien le acompaña. Un encuentro (¿casual?) en el pasillo del vagón: ella, ojos verdes, y “corso” (el hombre que corre, según la trascripción de su apellido italianizado). Pero para ella él no es más que “el hombre tranquilo”. Parece una descripción perfecta de cómo lanzar las redes para atrapar a un incauto... por más que salga corriendo.
Cuarta puerta:
Al salir de la finca de Vargas, el coleccionista de libros portugués, nuestro “hombre que corre” está a punto de ser atropellado por un matón de tres al cuarto. Una figura familiar le salva. Lleva casco y va en moto, pero esa larga melena delata claramente que es su ángel particular quien le ha permitido seguir con vida. Aunque uno no debe fiarse demasiado de los ángeles, quizá no son más que el reverso de... bueno, el reverso. Punto. Su reencuentro en el hotel sirve para confirmar una cosa que todos sospechábamos. Ella afirma, impasible, que “adora los libros”.
Quinta puerta:
A la mañana siguiente, nuestra musa lleva a Corso a ver a Fargas, el coleccionista de libros que ahora yace ahogado en una fuente, mientras su bonita colección es pasto de las llamas. Lógico, se enfrentan a un poder al que le gusta residir en un ambiente calentito calentito.
Sexta puerta:
Corso, ya en compañía de nuestra amiga sin nombre, viaja en avión a París. Allí el matón de tres al cuarto está a punto de matarlo nuevamente, pero aparece nuestra amiga –literalmente- volando para acabar con el pobre incrédulo. En la habitación del hotel, nuestro ángel salvador (ejem) le marca la cara con sangre: acaba de firmar un pacto... aunque al no hacerle la señal de la cruz con agua bendita, sino con sangre, ¿será un pacto con el diablo?
Séptima puerta:
En su periplo parisino tropiezan nuevamente con la viuda de Teffer, el escritor que inicialmente se había suicidado. Un auténtica viuda negra, como ya hemos podido comprobar. Les siguen. Llegan hasta el castillo de St. Martín, donde una reunión de brujas de postín espera la aparición del diablo. Pero quien llega es Balkan, mofándose de todos ellos (en el fondo, ejemplifica la propia postura del espectador, que no cree ni por un momento que esos fantoches sean capaces de conseguir la venida del diablo a la Tierra). Una pelea que acaba, por enésima vez en la película, con las gafas de Corso rotas. Alguien se está empeñando continuamente en que deje de mirar con los ojos y se guíe más del instinto, por lo que no ve. Allí estará su particular ángel protector para evitar que se meta en la pelea: deja que se maten los otros entre sí, para Corso nuestro angelito tiene preparado algo más especial.
Octava puerta:
Tras asesinar a la viuda negra, Balkan huye a su particular santuario, un castillo semiabandonado donde realizará todos los pasos para invocar al diablo. Corso asiste al espectáculo sin intervenir (porque literalmente se haya casi hundido en la miseria). Por una vez, nuestro angelito protector deja hacer. No es cuestión de entrometerse, porque el mismísimo Balkan se rocía con gasolina y, en un alarde de prepotencia, se prende fuego. Corso ayuda a mitigar su sufrimiento de un certero balazo. Fin de los fantoches y los adoradores de tres al cuarto. Corso deja de correr, sigue llevando el disfraz de adorador del diablo que se había puesto para la fiesta, es hora de quitárselo... también deja de mirar con sus gafas de miope... es hora de guiarse por otros instintos.
Novena puerta:
Mientras arde el castillo-santuario (y con él se queman todas las fantasías de tanto adorador de pacotilla), Corso hace el amor con su bello ángel protector. A la luz de las llamas el rostro de Emmanuelle Seigner parece cambiar por momentos y transformarse en algo mucho más siniestro. La aceptación de la realidad es total. Corso no sólo acepta la presencia del diablo, sino que pone en práctica una forma muy particular de comulgar con él. Corso ha aprendido la lección, incluso encontrará la lámina falsificada cuando vuelva a ver el taller desmantelado de los hermanos Ceniza... pero todo esto no es más que una explicación irónica y sin importancia. Lo verdaderamente trascendente es que nuestro investigador ha aprendido, ahora lo ve más claro: no es extraño que, en el plano final, se dirija hacia el castillo de donde procede la luz y atraviese esa novena puerta, tras la que la pantalla se inunda de luz. Los títulos de crédito finales, lógicamente, sólo se pueden proyectar con unas imágenes de fondo: el fuego del mismísimo infierno.



Los grabados del libro: DE VMBRARUM REGNI NOVEM PORTIS.
En el filme, el libro "DE VMBRARVM REGNI NOVEM PORTIS", alrededor del cual gira toda la trama, fue escrito e impreso por Aristide Torchia en Venecia en el año 1666 y contiene 10 xilografías básicas: Una en la "portadilla" del libro y que viene a ser algo así como una portada de identificación, ya que en la portada externa de cuero no hay título alguno que identifique la obra y... 9 grabados más los cuales están numerados del 1 al 9, con textos codificados en latín al pie de página.
De cada uno de los grabados numerados, hay dos versiones ligeramente diferentes del mismo dibujo, una firmada por el propio Aristide Torquia (AT) y otra firmada por Lucifer (LCF). Hay que aclarar que los grabados que aparecen en la novela "El club Dumas" no son exactamente idénticos a los que se aprecian en la película "The ninth gate", éstos últimos están más estilizados.[1]
A continuación, se expone una breve descripción de cada una de las xilografías que se pueden ver a lo largo que transcurre la película.
Grabado I: Se trata de un caballero vestido de armadura y montado a caballo que se dirige hacia un castillo amurallado con varias torres. El caballero, con un gesto de la mano, nos invita a hacer silencio. Al pie de la página se reproduce el siguiente texto en código: "NEM. PERV.T QVI N.N LEG. CERT.RIT." (en la novela) cuya decodificación en latín sería: NEMO PERVENIT QVI NON LEGITIME CERTAVERIT, que significa "Nadie que no haya combatido según las reglas lo consigue"; por el contrario, en el filme aparece el siguiente texto en código: "SI.VM E.T A.V.VM" que decodificado al latín sería "SILENTIVM EST AVREUM", "El silencio es oro".
Hay dos versiones de éste mismo primer grabado, uno firmado por AT (Aristide Torchia) y otro firmado por LCF (Lucifer).
  • En el grabado de AT: El caballero va hacia un castillo con cuatro torres.
  • En el grabado de LCF: El caballero va hacia un castillo con tres torres.
Grabado II: Se nos presenta la imagen de un ermitaño con barba que porta un par de llaves en una de sus manos, disponiéndose a utilizarlas en una puerta de madera con aldaba que se encuentra cerrada; un perro negro lo acompaña (históricamente se asocia a el Diablo con los perros negros) y a sus pies, arde una lámpara. Por detrás y sobre la cabeza del ermitaño flota en el aire la imagen del número nueve en hebreo. Al pie del grabado se reproduce el siguiente texto en código: "CLAVS. PAT.T.", cuya decodificación en latín sería CLAVSAE PATENT, que significa "Abren lo cerrado". Éste grabado se relaciona con la carta 9 del Tarot: El ermitaño.
  • En el grabado de AT: El ermitaño sostiene las dos llaves en su mano derecha.
  • En el grabado de LCF: El ermitaño sostiene las dos llaves en su mano izquierda.
Grabado III: Tenemos a un caminante errabundo se dirige por una senda hacia un puente abovedado sobre un caudaloso río. La entrada al puente está bloqueada por una puerta de madera que se encuentra cerrada. En el cielo, por sobre las nubes, un ángel tensa su arco con una flecha certera apuntando hacia la orilla más cercana. Al pie del grabado se reproduce el siguiente texto en código: "VERB. D.SVM C.S.T ARCAN.", cuya decodificación sería "VERBVM DIMISSVM CVSTODIAT ARCANVM", que significa "La palabra perdida guarda el secreto". Éste grabado se relaciona con la carta 20 del Tarot: El juicio.
  • En el grabado de AT: El ángel tiene una sola flecha, la que está en el arco.
  • En el grabado de LCF: El ángel tiene dos flechas, una en el arco y la otra en el carcaj.
Grabado IV: Se nos presenta un personaje similar a un bufón o juglar que se encuentra frente a un laberinto amurallado. A sus pies, cerca de él, un trío de dados nos muestran respectivamente cada uno los siguientes números: Uno, dos y tres. La entrada al laberinto está cerrada por una puerta de madera. Al pie de éste grabado se reproduce el siguiente texto codificado: "FOR. N.N OMN. A.QVE.", cuya decodificación en latín sería "FORTVNA NON OMNIBVS AEQVE", que quiere decir "La suerte no es igual para todos". Éste grabado se relaciona con la carta sin número del Tarot: El loco.
  • En el grabado de AT: El arco de piedra abovedado, en la salida del laberinto, está tapiado.
  • En el grabado de LCF: La salida del laberinto (el arco de piedra) está abierto.
Grabado V: Dentro de una habitación cerrada, vemos a un mercader que está contando muchas monedas guardadas dentro de un saco. Detrás de él, un esqueleto vestido con túnica (la Muerte) observa con atención todos sus movimientos... El esqueleto lleva en una mano una horqueta de campesino, similar a un tridente y en la otra mano, un reloj de arena. Al pie de ésta lámina se reproduce el siguiente texto en código: "FR.ST.A.", cuya decodificación en latín sería "FRVSTRA", que significa "En vano". Éste grabado está relacionado con la carta sin nombre del Tarot: La muerte.
  • En el grabado de AT: Las arenas que marcan el tiempo, están comenzando a caer (están en la parte superior del reloj).
  • En el grabado de LCF: Las arenas ya terminaron de caer.
Grabado VI: Vemos que del muro de un castillo y amarrado de una de las almenas, pende boca abajo un condenado, el cual está colgado de uno de sus pies; sus manos están atadas a la espalda. En la pared contigua y por sobre una puerta de madera que está cerrada, se asoma un brazo a través de una ventana, sosteniendo una espada en llamas. Al pie de éste grabado vemos el siguiente texto en código: "DIT.SCO M.R.", cuya decodificación al latín sería "DISTESCO MORI", que significa "Me enriquezco con la muerte". Éste grabado está relacionado con la carta 12 del Tarot: El ahorcado.
  • En el grabado de AT: El hombre cuelga de la pierna derecha.
  • En el grabado de LCF: El hombre está colgado de la pierna izquierda.

Grabado VII: En una habitación cerrada, vemos a un rey barbudo jugando una partida de ajedrez con un campesino. El tablero no presenta diferencias de color en sus casillas, es decir, es monocromo. Al fondo de la habitación, a través de una ventana abierta, se observa la Luna Creciente y bajo el dintel de la abertura, dentro del recinto, dos perros (uno negro y otro blanco) pelean encarnizadamente entre sí. Al pie del grabado se reproduce el siguiente texto en código: "DIS.S P.TI.R M.", que cuya decodificación en latín sería ésta "DISCIPVLVS POTIOR MAGISTRO", que quiere decir "El discípulo supera al maestro". Éste grabado se relaciona con la carta 18 del Tarot: La Luna.
  • En el grabado de AT: El tablero de ajedrez es todo negro.
  • En el grabado de LCF: El tablero es todo blanco.
Grabado VIII: Observamos que en el exterior de una fortaleza, un caballero de armadura eleva su espada por sobre la cabeza de un hombre (una doncella en el grabado de la novela) que de rodillas, aguarda entre rezos el momento de su ejecución. Al fondo del paisaje se observa la clásica imagen de "La Rueda de la Fortuna" mostrando sus tres estados de la suerte terrenal, que son: progreso, riqueza y ruina. Al pie se reproduce el siguiente texto codificado: "VIC. I.T VIR.", cuya decodificación en latín sería algo así como "VICTA IACET VIRTVS", es decir, "La virtud yace vencida". Éste grabado se relaciona con la carta 10 del Tarot: La rueda de la fortuna.
  • En el grabado de AT: El caballero con armadura tiene un halo o aureola alrededor de su cabeza.
  • En el grabado de LCF: El caballero no tiene halo.
Grabado IX: Vemos a una mujer desnuda que sostiene con una de sus manos un libro abierto. Está sentada sobre un dragón de siete cabezas y por detrás de ella, se puede apreciar un castillo. Al pie de éste grabado se reproduce el siguiente texto en código: "N.NC SC.O TEN.BR. LVX", cuya decodificación en latín sería "NVNC SCIO TENEBRIS LVX", lo que significa "Ahora sé que de las tinieblas viene la luz". Éste grabado está relacionado con la carta 11 del Tarot: La fuerza.
  • En el grabado de AT: La mujer sentada sobre el dragón tiene una Luna Creciente ocultando sus genitales. Su mano derecha se apoya en el lomo del dragón y el castillo al fondo está en llamas.
  • En el grabado de LCF: La mujer tiene sus genitales al descubierto (no hay Luna). Su mano derecha señala con el dedo índice al castillo que está al fondo... Y el castillo mismo no está en llamas, sino que hay un resplandor en forma de estrella de ocho puntas saliendo de él.



IMPRESION PERSONAL

La pelicula, aunque entretenida, no deja de ser previsible, redundando en un tema ya demasiado explotado. Los personajes son poco creibles, especialmente los representados por Johnny Depp y Lena Olin, es decir, los protagonistas de la cinta.
Polanski está muy lejos de ser el de su juventud, el de sus grandes peliculas y eso, junto con un presupuesto que al parecer solo dio para pagar al director y a Johnny Depp, hace que la pelicula sea decepcionante, de acuerdo con las expectativas que podiamos esperar de la combinacion entre director, protagonistas y libro sobre el que se basa el guion.
Concluir que la pelicula está muy por debajo de la novela El Club Dumas de Arturo Perez Reverte, asi que si no quieren perder el tiempo, lean directamente el libro. Es mucho mejor.
La película de Polanski puede servir de prototipo de cómo el cine europeo intenta hoy en día enfrentarse a la maquinaria norteamericana con aspiraciones no sólo de calidad sino también de comercialidad.

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