lunes, 25 de junio de 2012

PELICULAS QUE HE VISTO: LOS NIÑOS DEL BRASIL (Franklin Schaffner, 1978)



EL DIRECTOR


FRANKLIN J. SCHAFFNER
(1920-1989)
 
 
 
Franklin James Schaffner nació el 30 de mayo de 1920 en Tokyo (Japón), ciudad en la que residían sus padres, misioneros protestantes de nacionalidad estadounidense.
A los pocos años de edad se trasladó a los Estados Unidos, en donde tras terminar sus estudios secundarios comenzó la carrera de derecho para abandonarla cuando estalló la Segunda Guerra Mundial.

Tras acudir al conflicto bélico, Schaffner inició en la televisión a finales de los años 40 su carrera como director, convirtiéndose en un experto realizador de documentales, telefilms y emisiones teatrales. En 1949 se casó con Helen Jane Gilchrist.
Entre sus variados trabajos para la pequeña pantalla durante las décadas de los 40, 50 y 60, se cuentan episodios de “Studio One”, “Tales of tomorrow” o “Startime”.

 
Su debut cinematográfico se produjo con “Rosas perdidas” (1963), un drama basado en la obra teatral de William Inge que estaba protagonizado por Joanne Woodward y musicado por Jerry Goldsmith, compositor con el que Schaffner colaboró en numerosas ocasiones.

Su segunda película, de mayor entidad que su debut, fue “The best man” (1964), sátira política escrita por Gore Vidal, quien adaptaba su propia obra con Henry Fonda como estrella principal.
El film le valió una nominación a Lee Tracy en la categoría de mejor actor secundario
En su tercer título Franklin J. Schaffner se trasladó a la época medieval para rodar “El señor de la guerra” (1965), una estupenda película basada en la obra “The Lovers” de Leslie Stevens que estaba protagonizada por Charlton Heston.
 
“Mi doble en los alpes” (1967), una película de espionaje con Yul Brynner y Britt Ekland como pareja protagonista, resultó ser uno de sus títulos menos interesantes, todo lo contrario que la adaptación de la novela de Pierre Boulle “El planeta de los simios” (1968).
 
Contando de nuevo con Heston como protagonista principal, Schaffner rodó una de sus mejores películas y una de las cumbres del cine de ciencia-ficción.
Esta fue su segunda colaboración cinematográfica con Goldsmith, quien a partir de ahora se ocupó de la música de casi todas sus siguientes films, entre ellos “Patton” (1970), película bélica con guión de Francis Ford Coppola y protagonismo de George C. Scott encarnando a George S. Patton.

“Patton” fue un gran éxito, consiguiendo siete premios Oscar, entre ellos mejor película, mejor director, mejor guión y mejor actor.

Un año después Schaffner volvió a recrear un período histórico con “Nicolás y Alejandra” (1971), película con producción de Sam Spiegel que contaba con el protagonismo de Michael Jayston y Janet Suzman.
El film, ambientado en la Revolución Rusa y nominado al Oscar como mejor película, se basaba en una novela escrita por Robert K. Massie.

 
En 1973 logró el éxito con “Papillón” (1973), película que adaptaba la novela autobiográfica de Henri Charriere con Dustin Hoffman y Steve McQueen como pareja protagonista.
El guión corría a cargo de Dalton Trumbo y la producción, por primera vez en su carrera cinematográfica, fue ejercida por el propio Schaffner.
 
George C. Scott se volvió a poner bajo sus órdenes para rodar “La isla del adiós” (1977), una película basada en un texto de Ernest Hemingway que no consiguió alcanzar las cotas artísticas de sus mejores trabajos.
 
“Los niños del Brasil” (1978), famosa novela de Ira Levin, fue llevada al cine por Franklin J. Schaffner con un reparto de lujo que contaba con la presencia de Gregory Peck, James Mason y Laurence Olivier.

En los años 80 Schaffner alcanzó su punto más bajo como cineasta. Rodó la cinta de aventuras “La Esfinge” (1981), un film poco destacado basado en la novela de Robin Cook. Lesley-Anne Down, Frank Langella y John Gielguld eran los principales intérpretes.
Otro de sus trabajos en esta época fue “Sí, Giorgio” (1982), una comedia romántica protagonizada por Luciano Pavarotti.


Cinco años después retornó a la pantalla con “Lionheart” (1987), un film de aventuras con Eric Stoltz y Gabriel Byrne encabezando el reparto. Su última película fue “Bienvenido a casa” (1989), anodino drama que estaba protagonizado por Kris Kristofferson y Jobeth Williams.
El mismo año del estreno de esta película, el 2 de julio de 1989, Franklin J. Schaffner fallecía a la edad de 69 años.

LA PELICULA



The Boys from Brazil (1978)
Director: Franklin J. Schaffner
Protagonistas: Gregory Peck (Dr. Josef Mengele), Laurence Olivier (Ezra Lieberman), James Mason (Eduard Seibert).
Guión : Heywood Gould, basado en la novela del mismo titulo de Ira Levin.

El escritor Ira Levin nació en 1929 en Nueva York. Las tramas de sus libros tienden a tomar situaciones basadas en la vida real y combinarlas con elementos de ciencia o lo sobrenatural. Como escritor ha tenido suerte en el mundo del cine, y varias de sus obras han sido trasladadas exitosamente al cine, como Rosemary´s Baby (1967), Deathtrap (1978), The Stepford Wives (1972) y Sliver (1991). En 1976 publicó The Boys from Brazil, que fue llevada al cine en 1978.

La historia parte de un hecho real: Joseph Mengele, el infame Angel de la Muerte, escapó a Sudamérica al final de la Segunda Guerra Mundial. En la novela, Mengele tiene un plan para producir 94 clones de Adolfo Hitler. Después de producir los embriones y darlos a luz, los envía secretamente a familias adoptivas tratando de reproducir la estructura familiar y el crecimiento del Hitler original.

Como el padre de Hitler murió cuando este tenia 13 años, organiza un grupo de nazis asesinos para matar a los padres adoptivos. Un cazador de criminales de guerra, Jacov Lieebermann, toma conocimiento del plan y se dispone a detenerlo.

El director Franklin J Schaffner dirigió a Gregory Peck haciendo uno de sus pocos papeles de malvado. La película resulta finalmente un típico producto del estilo de películas de suspenso de alto presupuesto en la década de los setenta. Una intriga de corte tradicional, con la acción dando la excusa para trasladarse desde América del Sur hasta Europa, con el clímax en un pequeño pueblo de Estados Unidos. Nada especial para la historia del cine.

SOBRE LA TRAMA


Gregory Peck, caracterizado como el Dr. Mengele


Aunque son conocidos los terroríficos experimentos de Mengele con gemelos en Auschwitz, con la intención de crear una raza superior, es casi imposible que Mengele supiera algo sobre clonacion en los años cuarenta. Incluso en los años setenta, cuando se escribió la novela, la clonación era mas ficción que ciencia. En 1981, por ejemplo, el escritor David Rorvik declaro en su libro His Image: The cloning of a Man, que un proceso de clonación humana había sido realizado. En un juicio posterior, no pudo probar sus afirmaciones. ¿Pero que es la clonación?

En una reproducción sexual se tienen dos células, una por cada sexo de la especie (macho y hembra), cada una que contiene la mitad del numero de cromosomas de la especie, que se fusionan para formar una única célula, el embrión.

En una reproducción asexual una célula que contiene el número completo de cromosomas se divide en dos, en cuatro, y así sucesivamente, hasta formar un nuevo individuo, sin la intervención de células sexuales.

Se entiende como clonación el proceso de hacer un organismo genéticamente idéntico al de su progenitor por medios no sexuales. Dado que una célula contiene el numero total de cromosomas de un individuo, el principio de la clonación es persuadir a una célula de que se comporte como un huevo, para crear un nuevo animal.

La naturaleza ha realizado el proceso de clonación por miles de millones de años en el reino vegetal. Incluso en la vida normal se realiza la clonación. Por ejemplo, al cortar el gajo de una planta, y dejarlo crecer en una maceta, se realiza el clonado de la misma, pues la nueva planta tiene el mismo contenido genético que su progenitor.

En el reino animal los huevos sin fertilizar de algunos animales como gusanos y sapos pueden desarrollarse como seres vivos en determinadas condiciones, por ejemplo utilizando estimulantes químicos.

Los gemelos idénticos son clones naturales. En el caso de gemelos idénticos estos provienen de un solo huevo fertilizado, que se desdobló accidentalmente (es decir, asexualmente) en dos células separadas, cada una desarrollándose en un embrión.

La historia científica de la clonación se remonta a los experimentos de John Gurdon, que clonó con éxito sapos. Gurdon perfeccionó la técnica de transferencia nuclear.

Fue recién en 1997 cuando se produjo la primera clonación de un mamífero, cuando científicos en Escocia produjeron a Dolly, la primera oveja clónica. Ian Wilmut y sus colegas de Roslin Institute en Edimburgo clonaron exitosamente a Dolly. Wilmut trasplantando el nucleo de un glándula mamaria de una oveja en el huevo de otra, de donde había removido su núcleo. La combinación de núcleo con huevo se estimulo con electricidad para fundir los dos elementos y estimular la división celular. El proceso esta fraguado de riesgos y problemas. Basta citar que se necesitaron 276 intentos hasta lograr que el experimento tuviera éxito.

Ahora que ya tenemos clones de ratos, gatos, ovejas y vacas, parece ser cuestión de tiempo hasta que se logre el clonado de un ser humano.

Por supuesto, un clon biológico no es suficiente para producir una copia exacta de una persona.

También esa persona es moldeada por su crianza y experiencias vitales. Levin es consciente de este factor en su novela, al tratar Mengele de reproducir las condiciones de la infancia de Hitler, incluyendo el fin trágico de su padre. Seguramente, sería casi imposible reproducir las condiciones que llevaron a la formación del carácter de un Adolfo Hitler. Fue una guerra mundial, el colapso económico y la historia de Alemania las que produjeron las condiciones adecuadas para que Hitler madurara como el carácter diabólico con el que pasó a la historia.


Sir Lawrence Olivier (Ezra Liebermann, junto a uno de los "niños del Brasil"


IMPRESION PERSONAL

Pelicula más que correcta, por más que la historia sea delirante. Correcta la adaptación, el contexto historico y una interpretacion más que notable (el cuadro de actores es de super lujo). Sobresale especialmente, cosa habitual a lo largo de su carrera, la grandisima interpretacion de Sir Lawrence Olivier en el papel de Ezra Liebermann (en realidad, Simon Wiesenthal, el celebre cazador de nazis).

No convencen demasiado sin embargo los papeles de Gregory Peck como Joseph Mengele y algo más aceptable el de James Mason.

Con todo la pelicula es extraordinaria.

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