EL AUTOR
Jason Goodwin (1964), estudió historia bizantina en la Universidad de Cambridge. Es autor de On foot to the Golden Horn: A Walk to Istanbul (1993), Los señores del horizonte: una historia del Imperio otomano (1998) y Greenback: The Almighty Dollar and the Invention of America (2003), entre otros libros de historia y de viajes. El Árbol de los Jenízaros (Seix Barral, 2007), primera entrega de la serie de novelas protagonizadas por el insólito detective eunuco Yashim Togalu, consiguió el reconocimiento de la crítica y el público internacional, y fue galardonada con el Edgar Award a la mejor novela. Con la segunda entrega, La serpiente de piedra (Seix Barral, 2008), nominada al Macavity Award a la mejor novela, sus seguidores han continuado creciendo en todo el mundo.
EL LIBRO
El retorno del detective eunuco de El Árbol de los Jenízaros.
Mientras el sultán agoniza en su palacio sobre el Bósforo, corren rumores entre la comunidad griega. Maximilian Lefèvre, arqueólogo francés, llega a Estambul en busca de un tesoro. Yashim Togalu, el célebre detective eunuco conocido por su exquisito gusto, debe custodiarlo, pero cuando su cuerpo aparece mutilado, Yashim se convierte en el principal sospechoso del macabro asesinato.
Regresa el detective de El Árbol de os Jenízaros, un éxito internacional con más de 250.000 ejemplares vendidos en Italia; fue galardonado con el prestigioso Edgar Award al mejor thriller. El autor es historiador especialista en el imperio otomano, por lo que la am- bientación es excelente.
IMPRESION PERSONAL
Esta novela transcurre en Estambul, en los años treinta del siglo XIX.
Estambul, la ciudad de los tres nombres, la ciudad que cambia de piel como una serpiente a lo largo de los siglos. Invadida, destruida, saqueada, amenazada y a su vezreconstruida, ensalzada y enriquecida, artística y arquitectónicamente. La monumental Estambul no deja a nadie impasible.Estambulhechiza con su embrujo.
Los perdidos tesoros bizantinos, un libro robado, unas monedas antiguas, las cabezas de la Columna de la Serpiente en Atmeydan,entremezclados todos estos elementos con asesinatos, intrigas y desapariciones ejercen como núcleo de la trama de la novela, donde apareceYashim Togalu, célebre detective eunuco conocido por su exquisito gusto y sus dotes detectivescas, como protagonista de este relato.
El sultán Mahmut II,aquel que destruyera a los Jenízaros en 1826, ahora enfermo de tuberculosis y cirrosis, agoniza en su palacio de Besiktas a la vista del Bósforo,alfondo Asia. Los rumores de una conspiración se propagan por doquier.
Atraca un barco del que desciende un arqueólogo francés, Maximilian Lefèvre, el cualllega a esta ciudad de la Sublime Puerta en busca de un tesoro bizantino. El eunuco Yashim deberá custodiar al misterioso arqueólogo.
Por las exóticas calles de la ciudad se oculta un enigma. En las colinas, en Fener, en el hipódromo, o quizá en Santa Sofía, en el Gran Bazar, en Gálata o en Topkapi.Maximilian Lefèvre ha sido golpeado y su cuerpo mutilado, el eunuco Yashim es el primer sospechoso de este macabro asesinato, el cual deberá resolver con urgencia.Yashim recorrerá estos lugares en busca de pruebas querevelen la identidad de un asesino.
Calle del antiguo barrio de Pera (actualmente integrada en el moderno barrio de Beyoglu), lugar de residencia de los comerciantes y diplomáticos occidentales en Estambul
Sin embargo, para el que haya comenzado a leer toda la saga de Yashim Togalu en orden cronológico (ésta es la segunda entrega). la decepción de éste libro respecto a su predecesor, El árbol de los Jenízaros, es más que notable.
Con todos estos atributos nos adentramos en una narración entrecortada, interrumpida excesivamente en el desarrollo de los acontecimientos y que distrae la atención de lo que en sí es el meollo de la trama. Los personajes están descritos sin mucha profundidad, en sus conversaciones narran relatos históricos, que a veces, no encajan demasiado bien en el transcurso de sus diálogos. Algunas de sus descripciones, detalladas en demasía,como el hecho de hacernos saber las razas y fisonomía de los perros que convivían en Pera y otros pormenores de muchos más interés para el desarrollo del tema, sin embargo, relatados superfluamente.
La mención hecha sobre el Gran Bazar, el bedestan de la ciudad, que nos dibujalos hedores en unos casos y gratos olores en otros, como en las calles del gremio de las especies,están bien definidos. Por otro lado es interesante la cita que hace sobre el poeta Lord Byron y su muerte en Missolonghi en 1824, de disentería o malaria.
La cisterna llamada de Constantino, junto a Santa Sofia
Lo que más ha llamado mi interés ha sido el análisis de las conducciones de agua.
“Estambul es una ciudad de agua, desde luego; pero salada. Sal por tres lados y medio millón de personas que necesitan lavarse y beber agua fresca cada día”.
Nos relata el autor, como desde una distancia de alrededor de 25 Kilómetros el agua fluye hasta unos tanques receptores que envían el líquido a unas balsas de distribución a través de unos canales, sifones y cisternas, para el abastecimiento de la ciudad.
Todos los detalles que nos expone en referencia al recorrido y almacenamiento del agua, ha sido con creces lo más gráfico y sugestivo de esta obra.
El texto tiene una calidad digna de mención, no quisiera parecer demasiado crítica por el hecho de que esperara mucho más de la novela, eso no es culpa del escritor sino de las expectativas que cada uno fije para su lectura. No considero que tenga un gran nivel detectivesco pero sí una trama entretenida, que distrae.
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