lunes, 16 de junio de 2014

AMADEUS (Milos Forman - 1984)



EL DIRECTOR

Jan Tomáš Forman, más conocido como Miloš Forman (n. Čáslav, Checoslovaquia; 18 de febrero de 1932), es un director de cine, actor y guionista checoslovaco. Dos de sus películas, Amadeus y One Flew Over the Cuckoo's Nest, recibieron varios premios Óscar, incluido el de mejor director en ambas. Otras de sus obras también fueron reconocidas con premios internacionales de cine.

Nació el 18 de febrero de 1932 en Čáslav, Checoslovaquia. Hijo de padres protestantes, se quedó huérfano a temprana edad después de que su madre muriera en el campo de concentración de Auschwitz y su padre en Buchenwald, donde fue arrestado por distribuir libros prohibidos por el nazismo. Durante la Segunda Guerra Mundial, Milos vivió con parientes y luego descubrió que su padre biológico era un arquitecto judío. Después de la guerra, Miloš acudió a la escuela pública Krále Jiřího en la ciudad de Podebrady, donde sus compañeros de estudios fueron Václav Havel y los hermanos Mašín. Posteriormente, estudió dirección cinematográfica en la Escuela de Cine de Praga siendo uno de sus maestros Otakar Vávra.



Dirigió varias comedias checas en Checoslovaquia. Sin embargo, en 1968 cuando la URSS y sus aliados del Pacto de Varsovia invadieron el país para poner fin a lo que se llamó la Primavera de Praga, se encontraba en París negociando la producción de su primera película americana. El estudio checo para el que trabajaba le despidió, alegando que estaba fuera del país ilegalmente. Así las cosas, se trasladó a Nueva York, donde se convirtió en profesor de cine en la Universidad de Columbia y codirector (junto a Frantisek Franek) de la división de cine de Columbia. Uno de sus protegidos fue el futuro director James Mangold.

A pesar de las dificultades iniciales, empezó a dirigir en su nuevo país y alcanzó notable éxito en 1975 con la adaptación de la novela de Ken Kesey One Flew Over the Cuckoo's Nest, que ganó 5 Premios de la academia, incluyendo el de mejor dirección. En 1977, se convirtió en ciudadano de los Estados Unidos. Otro éxito notable fue la película Amadeus, que ganó 8 Premios de la academia.

En 1997 recibió el Globo de Cristal por su destacada contribución artística al mundo del cine en el Festival de Karlovy Vary.

LA PELICULA

Dirección: Milos Forman.
País:
USA.Año: 2002.Año original: 1984.Duración: 180 min.Duración original: 158 min.Interpretación: F. Murray Abraham (Antonio Salieri), Tom Hulce (Wolfgang Amadeus Mozart), Elizabeth Berridge (Constanze Mozart), Simon Callow (Emanuel Schikaneder), Roy Dotrice (Leopold Mozart), Christine Ebersole (Caterina Cavalieri), Jeffrey Jones (Emperador José II), Charles Kay (Conde Orsini-Rosenberg), Kenneth McMillan (Michael Schlumberg).Guión: Peter Shaffer.Producción: Saul Zaentz.Música: Wolfgang Amadeus Mozart. Interpretada por Neville Marriner, dirigiendo a la orquesta británica The Academy of St. Martin in the Fields.
Fotografía:
Miroslav Ondricek.Montaje: T. M. Christopher.
Montaje original:
Nena Danevic y Michael Chandler.Diseño de producción: Patrizia von Brandenstein.Dirección artística: Karel Cerny.Vestuario: Theodor Pistek.Decorados: Josef Svoboda.Coreografía: Twyla Tharp.


 
Sinopsis
Antonio Salieri es el músico más destacado de la corte del Emperador José II de Austria. Entregado completamente a la música, le promete a Dios humildad y castidad si, a cambio, conserva sus extraordinarias dotes musicales. Pero, después de la llegada a la corte de un joven llamado Wolfang Amadeus Mozart, Salieri queda relegado a un segundo plano. Enfurecido por la pérdida de protagonismo, hará todo lo posible para arruinar la carrera del músico de Salzburgo. Mientras tanto, Mozart, ajeno a las maquinaciones de Salieri, sorprende a todos con su genialidad como músico, pero también con sus excentricidades. (FILMAFFINITY)
Premios
1984: 8 Oscars, incluyendo película, director, actor (F. Murray Abraham), guión adaptado
1984: 4 Globos de Oro, incluyendo Mejor película - Drama. 6 nominaciones
1985: 4 Premios BAFTA, incluyendo Mejor fotografía. 9 nominaciones
1984: Premios David di Donatello: Mejor film, director y actor extranjeros (Tom Hulce)
1984: Premios César: Mejor película extranjera
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OPINION

Los 160 minutos que dura la película, se hacen inexplicablemente cortos. Si alguno de los que la vean no ha escuchado o no es muy amante de la música de Mozart. tendrá el irreprimible deseo, en cuanto acabe de visionar la película, de salir corriendo a buscar entre sus viejos cd's o vinilos, o en ultima instancia en internet, música de éste gran genio que fue Mozart.

Cuenta la vida del más famoso compositor de todos los tiempos, Wolfgang Amadeus Mozart. De pequeño, se convirtió en un prodigio musical, admirado en todas las cortes de la Europa de mediados del siglo XVIII. Antonio Salieri (F. Murray Abraham) es uno de los compositores más prestigioso de la corte del emperador José II de Austria (Jeffrey Jones). Admira y odia por igual a ese genio de la música, interpretado por Tom Hulce. Desde el sanatorio mental donde está recluido, Salieri narra ante un asombrado sacerdote, su agónica existencia desde que conoció a Mozart, muerto años antes.
Conviene aclarar que esta gran película no es una biografía fidedigna de la vida de Mozart. Está basada en un espectáculo musical, y a su vez en una biografía novelada sobre el compositor. Todo surge de una leyenda nacida durante el romanticismo, según la cual, el odio de Salieri y la envidia del resto de los músicos de la corte, contribuyeron a acabar con la vida del ya de por sí destructivo Mozart.

Las interpretaciones de Mozart (izquierda) y Salieri (derecha). son memorables


La dirección de Milos Forman es genial, y por ella se llevó un Oscar. Oscar también, entre otros, a la mejor película, al mejor actor (F. Murray Abraham), y al mejor guión adaptado de Peter Shaffer. El análisis de los personajes es brillante e incisivo. Está narrada con inteligencia. Combina la rigurosidad narrativa con el suspense. La sugerente recreación de la atmósfera de la época tiene mucho atractivo. Una obra maestra que consigue llegar a un público general. La belleza plástica y la perfección de una banda sonora basada en la obra de Mozart, son memorables.

Tanto la película como la obra de teatro es una muy inexacta biografía de Mozart y Salieri, pero cuyo éxito ha calado en la cultura popular hasta el punto de dar por cierta esa enemistad entre ambos compositores. En todo caso, como espectáculo, es una película con una entretenida trama, actores en la cima de su carrera y un diseño de producción brillante.

Pero donde destaca como ninguna otra película es en el protagonismo de la MUSICA, con mayúsculas. No porque salgan las más brillantes y reconocibles piezas de ese genio llamado Mozart, sino por cómo se describe el proceso de composición, cómo se van creando los diferentes elementos para crear una de la obras cumbres de la humanidad.

Quien piense que Amadeus es una película sobre Mozart está muy equivocado. Amadeus y observen ya que se refiere al segundo nombre del compositor, y no el primero o el apellido como hubiera sido habitual en un biopic, es un film con Mozart, con un Mozart deformado e irreal, porque en realidad, lo estamos viendo a través de una lente deformante, una lente, que son los ojos de un hombre que le odió y admiró a partes iguales: Antonio Salieri. Amadeus, es un film sobre Salieri, es más, es una fantasía, pensada e imaginada por un Salieri que en su senectud, se ha vuelto loco al ver como su música ha sido olvidada a favor de la de su rival, al que enterró artísticamente en vida. Amadeus es por lo tanto, un relato exagerado y deformado por los celos, la locura y el tiempo, y eso es lo que confiere al texto y al film de Forman, un aire maravilloso y apasionante.
 
La obra original de Sir Peter Shaffer, un dramaturgo amante de las fantasías históricas (tiene otra sobre Pizarro y su llegada al Imperio Inca), data de los setenta, y contaba ya con cierta notoriedad, cuando en 1980, Forman comienza la larga labor de convencer al escritor inglés de que le deje adaptar su obra. Shaffer, que consideraba a Forman un inútil, se negó en rotundo, y casi tres años se tardó en llegar a un acuerdo, que contenía puntos como que el guión lo adaptarían ambos a dúo, y que el título de la película llevaría el del autor; es decir: Peter Shaffer's Amadeus.
 
Durante un largo período, director y escritor, se dedicaron a desmenuzar la obra, simplificar, alargar y escribir en otras palabras para la pantalla, la historia, con más desavenencias que coincidencias, ya que Shaffer no entendía que cine y teatro tienen públicos y ámbitos completamente distintos.
Rodada en Viena y Praga, con un equipo checo que colaboró activamente, ojo en pleno telón de acero aún, con la Saul Saentz Company (el famoso productor inglés, que años después repetiría éxito con El paciente inglés [The English Patient, 1996. Anthony Minghella]), el concurso de Forman y de la trouppe de secundarios habituales de muchos de sus films, fue esencial para dotar al igual que muchos de los films de Forman, de cierto carácter de "biopic freak", (carácter que se ha visto posteriormente en El escándalo de Larry Flynt [People vs. Larry Flint, 1997] y en Man on the Moon, [id., 1999]). Se partió de la obra de teatro que Shaffer había originado y de los actores que la interpretaban y se llenó el film de una bso que logró entre otras cosas popularizar la música de Mozart entre las nuevas generaciones.
 
Al psicodélico Tom Hulce, genial en su papel de infantilizada deformación, (y que casualmente no ha sabido hacer después otra cosa en el cine), se le unió el actor de teatro F. Murray Abraham (que había interpretado con anterioridad en la obra a Salieri). La interpretación de Abraham (que ganó el Oscar), sin duda es el sostén del film en muchos momentos, con una contención admirable que transmite la rabia y el amor, el éxtasis y la caída de un buen compositor que simplemente tuvo que convivir con el mayor genio musical de todos los tiempos, siendo el primero en descubrirlo, admirarlo y envidiarlo.
Sobre Amadeus, se han escrito ríos de tinta, a propósito de la divergencia que los hechos reales tienen con los del film, pero que como decimos no deben ser tenidos en cuenta, puesto que en todo momento se ha de ser consciente del carácter fantástico de la historia (aún más evidente en la nueva versión, y en concreto en el encuentro sexual de la esposa de Mozart y Salieri). Más discutible es el capricho de colocar como escenografía en el estreno de "La flauta mágica" en el film, la que realizaría el arquitecto alemán Schinkel casi 100 años después de la fecha mostrada en el mismo.
En cuanto al film, se articula como un inmenso flash-back que comienza a raíz de una confesión acaecida en el hospital para enfermos mentales de Viena, donde un demente que ha intentado suicidarse, un tal Antonio Salieri, otrora compositor de la corte, hoy absoluto desconocido, relata a un joven sacerdote su fantasía mozartiana, culminada en un asesinato que por cierto, nunca se muestra, y que parece estar más de acorde con las teorías de muerte por enfermedad de Amadeus, que por envenenamiento.
 
El ya de por sí vulgar matrimonio de Mozart, que es una extensión de la presentación del personaje en la fiesta del arzobispo, y el por lo general tono populachero y de joi de vivre del personaje genial, contrasta desde el principio, con el refinamiento, sofisticación y mortecino carácter de la corte en general y de Salieri en particular, que asume un celibato, vicio sexual reprimido, que se desahoga en sofisticados dulces, y en una gula enfermiza. La contraposición de los dos personajes desde el comienzo es tan evidente, como lo es el blanco predominante en el vestuario de Hulce y el negro en el de Abraham.
 
En la película Mozart aparece como un personaje paranoide y alcoholico
 
 
La narración avanza a través de los intentos de Mozart tras independizarse del arzobispo de Salzburgo y casarse, de encontrar alumnos y trabajos (algo que se ha desarrollado mucho más en la nueva versión), y continúa con los encargos reales obstaculizados por Salieri, las obras personales que se estrenan en tascas y teatros de mala muerte, la relación con el padre (traumatica) y el final de su enfermedad con el Réquiem como protagonista.
 
En la versión del director, que resulta mucho más completa y acertada, se amplían aspectos como los primeros trabajos de Mozart en Viena, y que forjan su leyenda negra, auspiciada por Salieri, y el se amplía el protagonismo del mujer de Mozart, que tras sufrir una humillación (casi sexual) por parte de Salieri, le coge cierto odio y temor, que en el film original no quedaba suficientemente explicado, por la ausencia de esta secuencia (un poco absurda y fantasiosa en exceso si se quiere, por otra parte).
En otro aspecto, cabe indicar algunos de los temas que trata el film y que son lo que le confieren para mí, su particular interés y belleza:
 
En primer lugar, la relación entre niño prodigio y padre, en cuanto a interdependencia entre dos sujetos y determinismo de uno en la vida del otro. El niño prodigio que alcanza la fama y enriquece a su padre desde los primeros años, renuncia a su infancia por contentar a un padre al que finalmente en actitud de rebeldía pretende anular o atacar (la escena de la fiesta vienesa) y al que por último añora con enfermiza culpabilidad cuando éste no está (la metáfora de Don Giovanni que Salieri descubre). Amadeus pone de manifiesto la duda del individuo que no sabe si ha sido utilizado o manejado desde siempre por su padre, y que duda permanentemente entre el agradecimiento por la educación recibida o el odio por la infancia robada.
 
La humanización del mito, es otro de los temas principales del film. Lejos de las biografías de leche y miel del cine americano, lo hermoso no siempre sale de la mente del artista envuelto en cinta rosa y con arpas celestiales de acompañamiento, a veces, sale de una mente que intenta alcanzar lo sublime desde la miseria, en una mesa de billar, mientras escucha como los dos seres que más quiere del mundo, su padre y su mujer, se destrozan el uno al otro. La música para el genio, es la vía de escape de una vida desastrosa, una forma de trascender la propia existencia y alcanzar algo bello en vida. La música para Amadeus es lo único bello que posee, para Salieri, es un pasaporte a la gloria, para la posteridad, realizada en virtud de un enfermizo y falso autosacrificio.
 
En este sentido, la autenticidad de lo sublime y trascendente que la música tiene para el ser humano, ya se ve en dos secuencias del film. La primera, en la aceptación popular de obras como "La flaurta mágica", tarareada desde su primera representación en sus melodías más populares, por el pueblo llano, por los que en definitiva deciden quien pasa a la historia y quien no, quien entra a formar parte de la cultura común del ser humano. Mientras Salieri, recibe el reconocimiento de la realeza y la nobleza en los grandes teatros, Mozart que se ve obligado a estrenar en corrales, recibe el de la gente corriente y el de un Salieri oculto que asiste a todas sus representaciones, admirando la música más sublime jamás compuesta.
 
En Amadeus, al final todo se resume en una secuencia, en un pequeño detalle que encierra la reflexión fundamental y genial del film: El cura confesor no reconoce ninguna de las melodías que hicieron famoso en otra época al enfermo al que asiste y que le valieron el título de "estrella más luminosa del firmamento musical vienés", hasta que al final reconoce un fragmento de "Eine kleine natchmusik". Es en ese momento, cuando Salieri con lágrimas en los ojos comprende su derrota, y le dice... no, esa no es una obra mía, esa es de él, de Mozart.
 
No acierto a imaginar para el artista, para aquel que ha intentado controlar los mecanismos de lo perdurable, mayor derrota. Morir sabiendo que ya has sido olvidado, y que la persona a la que has intentado destruir, se convierte en el mayor y más importante compositor de todos los tiempos.
 
La derrota de la mediocridad, es la derrota de tantos y tantos que en vida eclipsan la verdad, la pureza y el ingenio, y a los que el tiempo pone en su lugar. En ese sentido, Salieri representa como el mismo dice, al rey de los mediocres.
 
No cabe duda que estamos ante una obra cuasi perfecta, llena de virtudes y con una espléndida narrativa. El guión es soberbio y más aún la dirección que Forman plantea, convirtiendo el film en algo muy superior a cualquier espectativa. El apartado técnico, es de elogiar fuertemente, así como su fotografía y el montaje. Del elenco no me puedo olvidar, pues es el alma de la cinta. Tanto F. Murray Abraham como Tom Hulce elevan hacia lo más alto sus personajes, tal vez sobresaliendo un poco más el primero, con una capacidad actoral maravillosa.
 
Si tienen la oportunidad no dejen de ver esta maravillosa Obra Maestra. Un film inigualable, magistral, inolvidable.

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