EL AUTOR
Melbourne, 1916 - Sydney, 1999) Morris Langlo West, novelista y dramaturgo australiano. Se educó en un colegio de la Christian Brothers Order (Hermanos de la Doctrina Cristiana), comunidad en la que iba a ingresar, pero que finalmente abandonó antes de jurar los votos solemnes. Estudió Idiomas Modernos y Matemáticas en la Universidad de Melbourne, y en 1939 fue reclutado por el Ejército. En 1943 concluyó su prestación militar y se convirtió en secretario de William Morris Hughes, en ese momento ex Primer Ministro. Posteriormente, trabajó para la radio en el equipo de The Herald de Melbourne. Durante diez años fue uno de los propietarios y directivos de The Australasian Radio Productions.
Cuando el negocio hizo bancarrota, se trasladó a Sydney y se dedicó a escribir novelas. Entre sus obras de mayor fama se encuentran: El abogado del diablo (1959), ganadora de varios premios literarios, y Las sandalias del pescador (1963), que forman una trilogía junto con El embajador (1965). Las tres novelas tienen como escenario el Vaticano, y en sus páginas se encuentra un perspicaz análisis de la Iglesia Católica y de su posible acercamiento al hombre común, prescindiendo de su aparato institucional, realizado a través de interesantes estudios psicológicos y con un estilo exento de retórica.
La educación eclesiástica y teológica de Morris West y el conocimiento profundo de la comunidad religiosa en la que se crió le proporcionaron un enfoque amplio y verídico para la ambientación de estas novelas. Los dos primeros libros citados se convirtieron en best-sellers mundiales y obtuvieron unas adaptaciones cinematográficas de gran popularidad. En 1955 Morris West se estableció en Italia, en la ciudad de Sorrento, donde fijó su residencia, excepto en el período de 1956-1958, durante el cual estuvo en Gran Bretaña.
Otras de las obras que conforman su producción son Una horca en la arena, de 1956; la versión dramática de El abogado del diablo para la escenificación de Dore Schary realizada en Nueva York en 1961; Hija del silencio, de 1961 y su adaptación para el teatro realizada ese mismo año, pero que no apareció publicada hasta 1962; El hereje, de 1969, pieza dramática inspirada en la vida de Giordano Bruno; El verano del lobo rojo, de 1971; El navegante, de 1976; Proteo, de 1979, y por último Las demandas de Dios, publicada en 1981.
EL LIBRO
Además de una muy entretenida novela, Proteo es un alegato contra los regímenes totalitarios y sanguinarios. La aventura gira alrededor de varios centros: de poder (Estados Unidos, Onu), de decisiones (Italia, Alemania) y de dolor (Argentina).
John Spada es un poderoso empresario ítaloestadounidense que -bajo el seudónimo de Proteo- actúa como miembro de una organización supranacional, cuyo objetivo es promover el respeto por los derechos humanos en todo el mundo.
Cuando su hija Beatriz es detenida y torturada a pesar de su embarazo y su yerno también sufre prisión y vejaciones, Proteo abandona sus ocupaciones empresariales. Se dedica únicamente a luchar por la libertad y la justicia.
La intensidad de la acción y los movimientos subterráneos de las redes clandestinas internacionales tejen una trama de intrigante expectativa. No faltan romances ni sorpresivas traiciones, para que la novela cuente con todos los elementos necesarios para ser ávidamente devorada.
IMPRESIONES
Es fácil volverse adicto a Morris West, es fácil leerlo, y más fácil estar de acuerdo con él. ¿Hasta dónde debemos dejar que prevalezca el mal? ¿Hasta dónde debemos dejar actuar al malvado?
La novela Proteo fue víctima de la censura en Argentina. Morris West había entrado en contacto con las Madres de Plaza de Mayo y escribió una novela sobre la desaparición de una pareja, es decir, ficcionalizó una historia que era cierta. El escritor australiano centró su argumento en un magnate neoyorquino cuya hija y yerno son apresados y torturados en la Argentina del Proceso.
Principales dirigentes de la dictadura militar Argentina (1976)
La novela retrata fielmente a los torturadores, entre otras cosas, Morris West dice que durante el día son ejemplares padres de familia que besan a sus hijos y los llevan al colegio, van a misa todos los domingo y trabajan en cualesquiera que sea su profesión, más, durante la noche, ejercen su segunda profesión, cual es, interrogar y torturar hasta el asesinato, sin la más mínima conciencia de tener a otro ser humano entre sus manos..
Resulta significativo que el protagonista emplee todo el poder de una multinacional financiera para luchar contra los regímenes corruptos y opresores, cuando por desgracia, sabemos que la realidad ha sido muy diferente. Que han sido éste tipo de industrias y corporaciones las que han amparado y financiado a éstos regímenes represores y corruptos e incluso en ocasiones, han sido los causantes directos de su existencia.
Edificio de la ONU en Nueva York
En cuanto al estilo literario, la novela está correctamente escrita, usando ese lenguaje fluido y fácil de comprender, sin excesivas filigranas, propio de los best sellers de la época, estilo en el que West fue un maestro.
En definitiva, no es una gran obra desde el punto de vista literario, pero el argumento es interesante y el estilo correcto. Entretiene y nos hace reflexionar.
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