EL AUTOR
Jonathan Rabb es un escritor y analista político estadounidense conocido, sobre todo, por su serie de novelas de género negro ambientadas con gran detalle a principios del siglo XX, entre las que habría que destacar títulos como Rosa y Sombras y luces, ambas protagonizadas por el detective Nikolai Hoffner.
Jonathan Rabb se graduó en la Universidad de Yale. Es doctor en Teoría Política por la Universidad de Columbia y durante dos años ha impartido clases sobre el pensamiento político moderno en la Universidad de Columbia. Tanto "El señor del Caos", su primera novela, como "La conspiracion de los herejes" fueron traducidas a numerosos idiomas, siendo muy bien acogidas por la crítica y el público de diversos países.
EL LIBRO
A finales de los años veinte, el cine alemán supera en calidad a cualquier otro. Los actores y los directores reciben el apoyo incondicional del Estado, que financia los mejores estudios del mundo: los de la UFA. Berlín vive una época dominada por el esplendor del expresionismo y una agitada vida nocturna, mientras el nazismo asciende al amparo de una durísima crisis económica. En este apasionante contexto, un importante productor de cine perteneciente a la familia Thyssen aparece muerto. Con la ayuda del mítico director de cine Fritz Lang (que se recupera del fracaso de Metrópolis) y del líder del mayor sindicato del crimen berlinés, el detective Nikolai Hoffner se sumergirá en las cloacas de la decadente República de Weimar. En la investigación hallará misteriosas actrices que aspiran a convertirse en las nuevas Greta Garbo, productores con oscuros intereses y un desenlace inesperado, que influirá decisivamente en el futuro de Europa.
IMPRESION PERSONAL
La época en la que se ambienta esta apasionante intriga, la Alemania de entreguerras, no es precisamente un período con el que esté en exceso familiarizado, más allá de ciertos aspectos generales y, como no podía ser de otra forma, principalmente como escenario o ambientación de la acción de otras novelas o películas. Acaso también porque, cuando se habla de Alemania en el siglo XX dentro del contexto histórico, lo más común es ir a parar siempre al mismo punto: el Tercer Reich, el nazismo, la Segunda Guerra Mundial, Hitler, los campos de concentración... aunque también, si bien quizá en menor medida, la Gran Guerra e incluso la época de la Guerra Fría y el Berlín dividido en dos por el Muro. Todos ellos grandes escenarios para toda clase de historias, especialmente si lo que se busca es un componente de acción bélica y espionaje, pero también cuando de lo que se trata es de remover conciencias y de recordar eso de que olvidar la Historia es estar condenado a repetirla.
Palacio de la Policia en la Alexanderplatz, Berlin
No faltan en la novela de Rabb ninguno de esos ingredientes, por más que la acción sea post y pre-bélica, viéndose enriquecido además el guiso final por los elementos propios de un Berlín que se debate entre el renacer y la decadencia, donde los efectos de la crisis originada por el Tratado de Versalles y las obligadas indemnizaciones de guerra se contraponen a una desenfrenada vida nocturna y donde, por encima de todo, y de forma ominosa pero implacable, se abre camino el monstruo futuro del nazismo y su persecución a los judíos.
En este escenario es donde se desarrolla la investigación de lo que en principio podría haber sido un caso de suicidio, acaso un asesinato, en una trama de progresiva complejidad que encierra mucho más de lo que a simple vista parece; un misterio muy cinematográfico, tanto por la presencia de algunas figuras relevantes del séptimo arte como Fritz Lang (por cierto que su importancia para la historia, si bien clave, se exagera un poquito en la sinopsis) o Peter Lorre y el papel vital de la UFA en el caso, como por la naturaleza del verdadero objeto de deseo de los implicados en el mismo, que gira en gran medida en torno a la histórica batalla, más que carrera, por conseguir los primeros el logro del cine sonoro, cuyas implicaciones propagandísticas son también parte importante de tal lucha.
Claro homenaje al cine como es en gran medida este "Sombras y Luces", si bien es posible que tal cosa sea algo circunstancial, tan importante era la industria cinematográfica en la Alemania de la época, a tal punto que la UFA era la verdadera y única competidora de Hollywood en Europa, no faltan las referencias al género en esta novela: "El Cantor de Jazz" de Al Jolson, la aventura americana de Ernest Lubitsch, un joven Peter Lorre que da sus primeros pasos en el teatro... Pero, sin la menor duda, no hay mayor homenaje que el que en ella se rinde a Fritz Lang y sus películas de la época alemana, especialmente a "Metrópolis", a la que se etiqueta incluso como causante en gran medida de los problemas económicos de los grandes estudios alemanes.
Así, el director se convierte aquí en algo más que un mero personaje secundario, y algunos de los sucesos de su vida, con especial referencia a sus dos primeros matrimonios, forman parte de la urdimbre que Rabb utiliza para tejer su compacta trama. Empezando por un asesinato, el de Thyssen, cuya escenificación guarda un notable paralelismo con la muerte de su primera esposa, al menos según la visión que de tal suceso nos ofrece el autor en su novela. En efecto, Lisa Rosenthal muere por un disparo de su propio revólver el 25 de septiembre de 1920; se supone (y que se trate de una suposición es clave tanto en la ficción como en la realidad) que se quitó la vida espontáneamente después de haber sido testigo de la aventura de su marido con la que se convertiría dos años más tarde en su segunda esposa, Thea von Harbou, quien colaboraría a partir de ahí con él como guionista, en grandes películas como las dos partes del Doctor Mabuse (1922, 1932).
Fritz Lang y Thea Von Harbou
Una frau von Harbou que también se convierte a su modo, y quizá en mayor medida que su marido, en personaje fundamental de esta novela, especialmente por su marcada inclinación política en favor del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán; una de las causas, por cierto, que terminarían precipitando su separación de un Lang de ascendencia judía e ideología claramente opuesta. Curiosamente (aunque para entender del todo el uso de ese adjetivo, precisamente, hay que leerse esta novela) Thea terminaría sus días en el mundo del cine en el área de sincronización del sonido de películas extranjeras.
Fue precisamente junto a ésta, su segunda mujer, que Lang visitó Nueva York y los principales estudios cinematográficos de Hollywood. La experiencia probablemente inspiró la estética de rascacielos de su película más famosa, que se estrenó en 1927, el ya mencionado clásico de ciencia ficción "Metrópolis", cuyo guión también es fruto de la colaboración del matrimonio y que de hecho está basado en una novela de la propia von Harbou de 1926. Considerada como uno de los máximos exponentes del expresionismo alemán en las artes cinematográficas, esta distopía urbana futurista cuenta con la distinción de ser uno de los dos únicos filmes considerados "Memoria del Mundo" por la Unesco (el segundo filme es "Los Olvidados" de Luis Buñuel)
En 1933 con la toma de poder de los nazis, el ministro de cultura Goebbels (aunque quizá sería mejor decir ministro de propaganda e ilustracion popular, que tal era el nombre del cargo), ofreció a Lang en una reunión privada y tras confesarse admirador suyo, hacerse cargo de los estudios UFA. Esto hace que el realizador abandone Alemania esa misma noche en un tren a París, marchándose sin dinero y dejando atrás a su mujer.
Y lo cierto es que, hablando de cine, acaso lo suyo habría sido dedicar también un apartado al tema de los primeros pasos del cine sonoro, que tan crucial resulta como tema en esta novela. Sin embargo, y merced al buen trabajo realizado por Rabb, he descubierto que este es un tema realmente rico y complejo, plagado de detalles y tecnicismos que a mí se me escapan, que más daría para una tesis que para un breve comentario. Así que baste con decir que ciertamente fue una lucha tan tenaz como apasionante, y que no todo en cine tiene porque venir necesariamente de la así llamada "Meca" del ídem, pues incluso con los remakes hoy día se sigue demostrando que, si bien tampoco es que sea regla general, en Hollywood se les da más que bien lo de copiar, adaptar o aprovechar buenas ideas ajenas.
Estudios UFA en Babelsberg, en las afueras de Berlin
Y para descubrir el misterio dentro del misterio, y las motivaciones ocultas detrás de lo aparente, ningún maestro de ceremonias mejor que el kripo Nikolai Hoffner, el perfecto héroe anti-héroe. De lengua casi tan afilada como su ingenio, nuestro protagonista es uno de esos personajes que destacan por su carisma y personalidad tanto como por su humanidad. Hijo de madre rusa (de ahí el nombre) y judía, para más señas; viudo a consecuencia de su trabajo; padre de un hijo que hace algo más que flirtear con el nazismo y al que hace ocho años que no ve, y de otro más que a sus dieciseis años se nos revela como digno sucesor de su padre en lo que a agudeza y encanto se refiere (de mis personajes favoritos) y que se ve involucrado en el caso por su trabajo en la UFA, Hoffner está lejos de ser a pesar de sus cualidades el policía perfecto, y lo veremos equivocarse más de una vez a lo largo de las páginas de esta novela, en las que también conoceremos de su amistad con oscuros criminales y sus problemas con las mujeres.
Porque, por supuesto, no podía faltar en esta historia una mujer fatal, en la mejor tradición de las historias de género negro ambientadas en los años veinte... y así nuestro Marlowe o Spade particular se ve acompañado en su periplo por la enigmática Leni, una americana que trabaja para la Metro Goldwin Mayer, si bien la auténtica naturaleza de su trabajo es un tanto confusa, sino ya oscura, pues en esta novela, y haciendo honor a su título, ciertamente hay tantas sombras como luces.
Otro buen personaje en un buen libro en el que estos se caracterizan por su solidez, si bien quizá su rasgo más destacable es la viveza y agilidad de sus diálogos, al servicio de una historia tan amena como profunda y que, ciertamente, rinde honor al género negro en todas sus vertientes. En definitiva, la perfecta combinación de Historia y misterio en una trama que respeta en todo momento la inteligencia de sus lectores no poniéndoles las cosas excesivamente fáciles, y que mantiene el interés con sus giros argumentales. Lo que menos me ha gutado del libro es el desarrollo de la propia historia en sí. Si bien, como hemos dicho, la ambientación y los personajes están perfectamente conseguidos, el autor permite que el lector se pierda un poco en el desarrollo de la trama, convirtiéndose ésta a veces en incoherente, confusa y un tanto prolija.
ACTUALMENTE LEYENDO: UNA HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL QUE NO VA A GUSTAR A NADIE (Juan Eslava Galán)
No hay comentarios:
Publicar un comentario