EL AUTOR
Blas Malo (Alcázar de San Juan, Ciudad Real, 1977), de raíces jienenses y granadino de adopción, es ingeniero de caminos y un apasionado de la historia. Ha dado conferencias sobre literatura histórica y ha organizado rutas literarias en Granada por los escenarios de sus escritos.
Su primera novela, ‘El esclavo de la Al-hambra‘, ambientada en la Granada nazarí del siglo XIV, fue publicada por Ediciones B en 2010, con gran reconocimiento por parte de lectores y crítica. ‘El Mármara en llamas‘ es su segunda novela.
Lector voraz y entusiasta del recreacionismo histórico, nos sumerge en esta novela en el Imperio bizantino, una civilización llena de héroes y traidores, pasiones y odios, esperanzas, vida y muerte, cuya capital, Constantinopla, es una de las ciudades más fascinantes de la historia.
EL LIBRO
Constantinopla. El 15 de agosto del año 717 la capital del Imperio bizantino despertó desesperada al descubrir a sus puertas los ejércitos triunfantes de los Omeyas. Ese día, guiadas por el general Maslamah, las fuerzas del islam inician el más severo asedio que conocerá la ciudad desde que la fundara Constantino, y hasta Hagia Sophia llegan las voces de los almuédanos desde el otro lado de la imponente triple muralla de Teodosio. Pero el basileus León III el Isaurio no es un hombre ordinario, y con su voluntad y energía está decidido a resistir a toda costa. Sabe que el imperio depende del genio de un único hombre de oscuro pasado, Calínico, un erudito oculto al mundo y con un gran secreto, quien ignora que desde si huida de Heliópolis años atrás alguien le sigue los pasos.
La ambición de un senador por ser 'basilopator', padre de emperador, pondrá en peligro las esperanzas del imperio, y cuando en las enigmáticas tierras de Egipto ese secreto quede comprometido, Irene, una traductora imperial con un pasado misterioso, y Casiodoro, aprendiz de Calínico, arriesgarán sus vidas para salvaguardar ese secreto antes de que lo descubran los árabes. Sin embargo, ignoran que está en juego no sólo el destino de un imperio, sino también el de sus propias almas.
IMPRESION PERSONAL
Normalmente la mayoría de las novelas que hablan sobre el sitio de Constantinopla, lo hacen del asedio de 1453, quizás por su dramático resultado. Esta novela usa como contexto el sitio de 717-718, cuyas consecuencias fueron mucho más importantes para Europa.
La Historia no entiende de agradecimientos, es verdad, pero probablemente uno de los casos de ingratitud más evidentes en la historia europea es el trato que recibió el Imperio de Oriente por parte de los occidentales.
Por cierto, los bizantinos se llamaban a sí mismo romanos y se consideraban el Imperio Romano. El termino "Imperio Bizantino" se empezó a utilizar en el siglo XVII-XVIII para referirse al Imperio Romano de Oriente (ya helenizado) durante la Edad Media. En la novela se mantiene el termino "bizantino", que es el que resulta nos resulta más familiar.
El autor, en un comentario poco antes de la publicación de la novela, dió a entender la posibilidad de que esta pasara a ser una trilogía o el inicio de una saga sobre el Imperio de Oriente, pero sin dar certeza de nada por el momento.
El Imperio Bizantino en el siglo VIII
Aunque la trama de la novela comienza en la ciudad siria de Heliópolis en el año 673 d.C., la acción empieza realmente poco antes de que las tropas omeyas inicien el asedio de la capital bizantina. Allí León III el Isaúrico ha obtenido el poder tras un periodo de inestabilidad política, como el último recurso imperial para frenar el avance musulmán sobre suelo cristiano. Para ello los bizantinos cuentan, además de con sus ejércitos, con una ciudad fuertemente amurallada y con el uso del fuego griego, una arma incendiaria capaz de prender en llamas incluso en contacto con el agua, lo que provee a los cristianos de una amplia ventaja sobre todo en el mar.
Calínico, el inventor de esta substancia, cree descubrir a través de la lectura de un palimpsesto, que parte del conocimiento técnico y arcano que desarrollaron los sabios antiguos se ha podido salvar de la destrucción sufrida por siglos de dominación y fanatismo cristiano y es posible que esté oculto en algún lugar de Egipto. Para apoderarse de esa fuente de saber y evitar al mismo tiempo que lo hagan los musulmanes, las autoridades bizantinas envían a tierras egipcias a Casiodoro y a Irene, dos jóvenes estudiosos que intentarán hacerse con un conocimiento que puede salvar al mismo imperio bizantino de caer en manos musulmanas.
La obra de Malo contiene, así, elementos propios de la novela histórica y componentes típicos de los relatos de aventuras o de misterio histórico. Por lo que se refiere a la novela histórica el escenario no podía ser mejor. Asistimos a uno de los más feroces ataques a los que tuvo que hacer frente la capital bizantina, en un momento en el que parecía que todo estuviera en su contra: una situación política interna inestable marcada por reinados cortos y emperadores débiles y un avance musulmán imparable.
Plano de Constantinopla siglo VIII
A través de las páginas escritas por Malo seremos testigos de las conspiraciones que llevaron a León III el Isaúrico al trono bizantino y presenciaremos el titánico esfuerzo bélico que realizó el imperio ante la amenaza árabe. A este respecto, y como elemento que diferencia a la novela, podemos destacar la presencia del fuego griego, una “arma química inflamable” de capital importancia militar para los bizantinos, y que ayudó sin duda a la ciudad a defenderse en los diversos asedios de los que fue víctima. Un elemento sobre el que, aunque no es demasiado conocido, gira de alguna forma la acción de la novela.
Por otro lado, y como segundo pilar argumental, la novela nos relata la búsqueda de conocimiento que protagonizan los dos jóvenes enviados a Egipto. Esta parte adopta tonos de intriga y misterio al relatarnos las aventuras que correrá el grupo de “espías” bizantinos en territorio enemigo con el objetivo de hacerse con aquellos grandes logros científicos y filosóficos que alcanzaron los antiguos, ya sea el uso rudimentario del vapor por parte de Herón de Alejandría, la construcción del misterioso mecanismo de Anticitera o los textos escritos por Hermes Trismegisto, todo un bagaje de esfuerzo y conocimiento humano el cual se perdió casi irremisiblemente en el paso de la Antigüedad a la Época Medieval.
Malo nos muestra en su novela un dominio de los hechos políticos que acontecieron en aquel entonces, necesarios, claro está, para ambientar su trama, pero sobre todo nos revela su admiración por los logros del pasado antiguo, los cuales aletean a lo largo de la trama con aires de reliquias sagradas. Y sorprende agradablemente ver trazado ya en el siglo VIII el espíritu en gran parte renacentista que muestran algunos de los protagonistas, que sin duda debió de existir al menos en algunos momentos y en algunos círculos sociales e intelectuales de aquella época.
En su narración el autor maneja un estilo sencillo y entretenido ya sea en su relato de la contienda bélica entre bizantinos y musulmanes y las maniobras que emplean unos y otros durante el asedio, como cuando nos narra la que se irá convirtiendo en una historia de amor que nacerá entre los dos jóvenes encargados de hallar el tesoro de conocimiento arcano en Egipto.
Representacion de una batalla naval durante el asedio arabe, y la utilización del fuego griego por parte de la armada Bizantina
Una historia recomendable, pues, tanto para aquellos a los que les gusten las novelas que narran grandes acontecimientos históricos o bélicos, como a los que les agrade más la intriga y el misterio de carácter histórico, a lo que se suma una pizquita de fantasía que provee a la trama de personalidad propia. Todo ello ayudado por mapas de situación muy cuidados ubicados en sus guardas anterior y posterior; por un glosario de términos que ayudan al lector a no perderse en el desarrollo de la trama y por una breve bibliografía que si bien es de agradecer peca de poco completa y actualizada.
Blas Malo, está muy bien documentado y se nota. A veces, para mi gusto personal, queda la sensación de que al insertar demasiados datos (interesantes desde luego), excesivas descripciones (embellecedoras por supuesto) y situaciones (interesantes claro) irrelevantes para la historia principal, se desvía de la trama demasiado y se dispersa un poco. Un poco más de acción bélica le hubiera dado mucho más ritmo a mi parecer. Un buen trabajo en general de Blas Malo.
Por el contrario, y en contraste con éste derroche descriptivo, el final me parece apresurado, algo improvisado, dejando muchos cabos sueltos.
ACTUALMENTE LEYENDO: UN BILLETE DE LOTERIA (Julio Verne)
No hay comentarios:
Publicar un comentario